Amadísimos Hermanos:
Hoy, hace 1952 años, nació en un humilde pesebre de Belén el ser más perfecto que haya conocido nuestro globo planetario.
Innumerables sectas religiosas se disputan sus enseñanzas, sin haberlas jamás comprendido en sus aspectos altamente trascendentales, filosóficos y místicos.
El esoterismo crístico se fundamenta en los profundos misterios del sexo, dentro de los cuales subyace en potencia el fuego sagrado del Espíritu Santo.
Todo el Cristianismo auténtico tiene sus raíces en la Sagrada Orden de Melchisedek, Rey del fuego, el cual permanece sacerdote por siempre.
Pablo de Tarso dice en su Epístola a los Hebreos lo siguiente:
“Eres sacerdote eternamente, según el orden de Melchisedek” (Hebreos V, 6).
Así pues, el sacerdocio de Cristo se basa en el orden de Melchisedek.
“Del cual tenemos mucho que decir, y dificultoso de declarar, por cuanto sois flacos para oír” (Hebreos V, 11).
En este versículo Pablo se detiene ante el secreto indecible del Gran Arcano, la clave suprema de la magia sexual.
En las épocas de Pablo, el magno supremo secreto de la sexualidad era incomunicable, y por ello Pablo se vio en la necesidad de callar.
“Porque debiendo ser ya Maestros a causa del tiempo, tenéis necesidad de volver a ser enseñados cuales sean los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tengáis necesidad de leche, y no de manjar sólido” (Hebreos V, 12).
Los primeros rudimentos de la palabra de Dios se fundamentan en la magia sexual, mas en tiempos de Pablo había necesidad de leche y no de manjar sólido.
No habían llegado los tiempos de enseñar públicamente la magia sexual; la humanidad se hallaba todavía en estado infantil.
La vianda, firme, sólo se puede dar a aquellos que ya conocen el bien y el mal.
“Mas la vianda firme es para los perfectos, para los que por la costumbre tienen sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal” (Hebreos V, 14).
Ni hoy en día la humanidad tiene bien ejercitados los sentidos en el conocimiento del bien y del mal; los miembros de todas las religiones necesitan de leche porque no son capaces de digerir el manjar sólido.
Cuando descorremos la sabiduría de Melchisedek ante las atónitas miradas de millones de seres humanos, para enseñarles los santos misterios del sexo, éstos ¡nos consideran malvados!
En estos instantes el mundo entero está siendo testigo de asombrosos casos de hermafroditismo. Por donde quiera están naciendo ahora hermafroditas. La ciencia oficial quiere luchar contra natura o apela a operaciones quirúrgicas dizque para corregir la Naturaleza.
¡El hombre quiere corregir la obra del Creador! Comienzan a nacer hermafroditas por todas partes, y la humanidad se encuentra en estado perfectamente embrionario. La mente humana se halla en la aurora de su nacimiento.
El fin es igual al principio más la experiencia del ciclo. Antes de que Eva hubiera sido sacada de la costilla de Adam, Adam vivía solo en el Paraíso terrenal; ahora Eva volverá nuevamente a fusionarse con Adam y así tendremos que la humanidad del futuro volverá a ser hermafrodita, tal como lo fue en el pasado.
La Biblia nos dice en el Génesis lo siguiente: “Y crió Dios al hombre a su imagen, y a imagen de Dios lo crió; varón y hembra los crió” (Génesis I, 27).
Es decir, Dios creó al hombre hermafrodita, varón y hembra los creó. A imagen y semejanza de Dios, porque Dios es hermafrodita.
En los mundos internos evidenciamos esta gran realidad cuando contemplamos la solemne majestad de los Hijos del Fuego, Ángeles, Arcángeles, Tronos, Virtudes, Potestades, etc.
Esos seres inefables son miembros activos de la Gran Orden de Melchisedek.
Todos esos seres divinos son hermafroditas.
“Porque este Melchisedek, Rey de Salem, Sacerdote del Dios Altísimo, el cual salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y lo bendijo”.
“Al cual asimismo dio Abraham los diezmos de todo, primeramente él se interpreta Rey de justicia; y luego también Rey de Salem, que es, Rey de paz”.
“Sin padre, sin madre, sin linaje; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, mas hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre”. (Hebreos VII, 1, 2 y 3).
Ese sacerdocio de Melchisedek es la sabiduría del Cristo, es el misterio del sexo.
“Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melchisedek”.
La mujer fue llamada varona, porque del varón fue tomada. El sexo masculino ahora se irá absorbiendo poco a poco en el sexo femenino.
Cada vez irán naciendo más mujeres que hombres. Conforme vaya pasando el tiempo abundarán más y más los hermafroditas. El sexo masculino se absorberá dentro del femenino, y al fin se restablecerá en nuestra Tierra la sagrada Orden de Melchisedek, en la cual se fundamenta el sacerdocio de Nuestro Señor el Cristo.
Los futuros hermafroditas crearán sin contacto sexual, concebirán en sus vientres sin connubio carnal. Esto ya lo afirmó H.P.B. en el volumen de “La Doctrina Secreta”, pero no lo explicó porque los tiempos no estaban maduros aún.
Y el hombre-ángel de la Antártida creará por medio de la palabra, y entonces tendremos la Orden de Melchisedek realizada en carne y hueso. Cada cual creará su cuerpo con el poder de la palabra. La laringe será el órgano sexual de la futura humanidad divina, que morará en el continente de la Antártida.
Los hermafroditas del pasado se reproducían por medio de “esporas”, y esas esporas se gestaban en las pantorrillas. Con justa razón los portugueses llaman a las pantorrillas “matriz das pernas” o “ventre das pernas”, esto es, matriz de las piernas o vientre de las piernas.
Empero digo, Hermanos, que este proceso de transformación biológica, que culminará en el hermafrodita perfecto, se realizará a través de muchos millares de años, pero como la Naturaleza no da saltos, ya están comenzando a aparecer algunos hermafroditas.
Sin embargo, no hemos de confundir al auténtico hermafrodita con el falso hermafrodita, con el sodomita, con los afeminados, con aquellos degenerados que se echan con varones, o con aquellas mujeres “marimachos” que hoy están corrompiendo a muchas jóvenes.
La redención reside exclusivamente en el acto sexual.
Hay que transmutar el agua en vino, para levantar nuestra serpiente metálica sobre la vara, tal como lo hizo Moisés en el desierto.
El agua (semen) ha de transmutarse en la energía crística, en el vino de luz del alquimista.
Hay necesidad de formar a Cristo en nosotros, y ello solamente es posible transmutando el agua en vino, dentro de nuestro maravilloso laboratorio orgánico. Inútilmente habrá nacido Cristo en Belén si no nace en nuestro corazón también. Hay necesidad de que nazca en nosotros el Yo Cristo, es urgente que la estrella de Belén resplandezca sobre nosotros para anunciarnos el nacimiento de ese Yo Cristo entre las vivas profundidades de nuestra conciencia.
Aquel que venció todas las tentaciones es el único que puede darnos valor y poder suficiente como para resistir con heroísmo a todas las tentaciones.
Pero hay necesidad de formar a Cristo en nosotros. Es indispensable que nos cristifiquemos para lograr la unión con el Padre.
“Dios, habiendo hablado muchas veces y en muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas.
“En estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, al cual constituyó heredero de todo, por el cual asimismo hizo el Universo:
“Hecho tanto más excelente que los ángeles, cuanto alcanzó por herencia más excelente nombre que ellos.
“Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi hijo eres tú, hoy yo te he engendrado? Y otra vez: Yo seré a él padre, y él me será a mí hijo?” (Hebreos I, 1, 2 y 5).
Cristo es el resplandor de la gloria del Padre, que sustenta todas las cosas con el poder maravilloso de su verbo.
Existe el Cristo histórico, existe el Cristo en substancia y existe el Cristo líquido. Son tres modos de expresión del Hijo, el Cristo Cósmico que vino al mundo para redimirnos mediante el fuego.
La substancia crística inunda todos los espacios infinitos y está sujeta al sístole y diástole de todos los soles del infinito.
La substancia crística es el mediador entre el espíritu puro universal, el reino del Padre, y el mundo de la materia.
Sería imposible que el Gran Espíritu Universal de Vida pudiera cristalizar sus ideaciones cósmicas si no existiera la substancia Crística. Esa substancia plástica maravillosa refleja el poder, la gloria y el esplendor del Padre.
Todo el Ejército de la Voz, todos los miembros de la Sagrada Orden de Melchisedek, somos tan sólo componentes del cuerpo de Cristo.
Maestro solamente es Cristo. Hermano Mayor de la humanidad solamente puede llamarse aquel que se haya cristificado.
Maestro solamente es aquel que haya formado a Cristo en su interior.
Hay necesidad de pasar por la muerte de cruz, para poder resucitar de entre los muertos vivientes.
Vosotros, Hermanos míos, sois muertos vivientes, porque todavía no habéis formado a Cristo en vosotros. Cuando resucitéis de entre los muertos vivientes, ascenderéis al Padre, y entonces recibiréis al Espíritu Santo, el cual os dará los dones del Cristo.
Cada uno de vosotros deberá cargar su cruz, cada uno de vosotros deberá morir para vivir, deberá perderlo todo para ganarlo todo.
Moriréis para el mundo, mas viviréis para el Padre. La vida se alimenta con la muerte; hay necesidad de que el hombre terreno muera, para que el hombre celeste se glorifique.
Hay necesidad de perseverar en la oración. Hay necesidad de perseverar en el partimiento del pan y del vino.
Toda oración debe terminar con pan y vino.
La magia sexual, la oración y el partimiento del pan y del vino, irán formando a Cristo en vosotros.
Hay que ser humildes para alcanzar la sabiduría, y después de alcanzada la sabiduría hay que ser más humildes.
“Hijitos míos, que vuelvo otra vez a estar de parto, de vosotros, hasta que Cristo sea formado en vosotros” (Gálatas IV, 19).
Amadísimos hermanos míos, yo os juro por el Eterno Dios viviente que, cuando forméis a Cristo en vosotros, os uniréis con vuestro Íntimo, y os convertiréis en llamas omnipotentes del Universo.
Esta es la santa doctrina del Nazareno, la doctrina que Pablo predicó en Roma cuando llegó cargado de cadenas. Esta es la doctrina por la que Esteban murió mártir, esta es la doctrina que Pedro predicó en la casa de Cornelio, y por ella todos los santos de Jerusalem fueron perseguidos y odiados.
Amadísimos, siento piedad por vosotros, porque habéis abrazado la doctrina de los mártires. La humanidad jamás ha gustado de esta doctrina; por haberla predicado, asesinaron a Cristo, y todos sus seguidores fueron mártires.
Hermanos míos, yo, AUN WEOR, os entrego la vieja doctrina de los gnósticos para que forméis a Cristo en vosotros. Esta santa doctrina durmió durante veinte siglos en las profundidades del Santuario, pero aquí la tenéis nuevamente para que resucitéis de entre los muertos vivientes y ascendáis al Padre.
Hermanos míos, estoy de parto por vosotros, hasta que forméis al Cristo en vosotros. Seréis perseguidos, odiados y encarcelados por la palabra; así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros. La iniciación es vuestra misma vida, y cada uno tendrá que cargar con el peso de su propia cruz.
Tendréis que pasar por la muerte, y muerte de cruz. Deberéis nacer como Mesías príncipes, como el niño Dios de Belén en los mundos suprasensibles, para Dios y para el Padre.
Hermanos, recordad que cada uno de vosotros es en el fondo una estrella, pero solamente podréis volver al Padre cuando el niño de Belén haya nacido en vosotros.
Este es el momento más grave de la historia del mundo, ya resuenan a lo lejos las primeras campanadas de resurrección de Acuario. Los pinos de Navidad están llenos de aromas, y el canto de lo ángeles resuena como melodía de paz a los hombres de buena voluntad.
Sin embargo, los tiempos de paz aún no han llegado. La Naturaleza está pariendo la nueva Era Acuaria, y ese parto es doloroso. El nuevo año de 1953 será kármico para la humanidad, habrá revoluciones sangrientas, hambres y alborotos en todas partes del mundo.
El eclipse del 11 de julio será desastroso para la humanidad. Los Leones de la Ley tienen en lista a muchos personajes importantes por desencarnar.
El eclipse de julio provocará esas desencarnaciones necesarias para el bien común. Ese eclipse será kármico para la humanidad.
Ya se acerca la hora de la victoria de los mártires. El pueblo de Dios vencerá y Cristo será el Rey de Acuario.
Es urgente que el hombre aprenda a realizar en su misma casa el milagro de las bodas de Canaán.
Hay que transmutar el agua en vino, en bodas. Hay que aprender a gozar del amor con sabiduría.
Hay que aprender a domar la bestia pasional. Hay que matar al ego animal.
Hay muchos ignorantes que creen imposible realizar en sí mismos el milagro de Canaán. No olvidéis, hermanos, que la sabia naturaleza puso en vuestra médula espinal sus dos cordones ganglionares, por cuyo finos canales asciende la energía sexual hasta el cerebro.
Esos dos cordones son nuestros dos testigos.
“Estos tienen potestad de cerrar el cielo, que no llueva en los días de su profecía, y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga cuantas veces quisieren.
“Estas son las dos olivas, y los dos candelabros que están delante del Dios de la Tierra” (Apocalipsis XI, 8 y 4).
Amadísimos, recordad que Jesús de Nazareth, nacido en Belén hace 1952 años, es Josué, el gran sacerdote, cuyo cuerpo más tarde fue entregado al Pimpollo, el Hijo, el Cristo, cuya substancia milagrosa constituye el aceite sagrado de nuestra vida, el Cristo líquido.
“Escucha pues ahora, Josué gran sacerdote, tú y tus amigos que se sientan delante de ti; porque son varones simbólicos: He aquí, yo traigo a mi siervo, el Pimpollo” (Zacarías III, 8).
Jesús de Nazareth, nacido en Belén, es Josué, el gran sacerdote que, en el bautismo del Jordán, entregó su cuerpo al Pimpollo para que se cumpliera su misión de tres años.
Esto es semejante a un inquilino que saliera de su casa para que otro inquilino la habitara. Jesús es uno y Cristo es otro.
Jesús es Josué, el gran sacerdote; y Cristo es el Hijo del Dios vivo, que penetró en el cuerpo de Jesús a la edad de 30 años.
Josué, el gran sacerdote, se preparó para esta solemne misión aprendiendo a transmutar el agua en vino.
“Y Josué estaba vestido de vestimentas viles, y estaba delante del ángel.
“Y habló el ángel, e intimó a los que estaban delante de sí, diciendo: Quitadle esas vestimentas viles. Y a él dijo: Mira que he hecho pasar tu pecado de ti, y te he hecho vestir de ropas de gala” (Zacarías III, 3 y 4).
Y recibió Josué la sagrada iniciación, porque aprendió a transmutar el agua en vino, y levantó su serpiente de metal sobre la vara y logró la unión con el Íntimo.
“Después dijo: Pongan mitra limpia sobre su cabeza. Y pusieron una mitra limpia sobre su cabeza, y vistiéronle de ropas. Y el ángel de Jehová estaba en pie.
“Y el ángel de Jehová protestó al mismo Josué, diciendo:
Así dice Jehová de los ejércitos: Si anduvieres por mis caminos, y si guardares mi ordenanza, también tú gobernarás mi casa, también tú guardarás mis atrios, y entre estos que aquí están te daré plaza” (Zacarías III, 5, 6 y 7).
Y Josué permaneció fiel en la ordenanza de Jehová, contempló la fruta prohibida, se alimentó con sus aromas pero no la comió, y Jehová cumplió su palabra.
Hoy hace 1952 años que Josué volvió al mundo para prepararle el cuerpo al Cristo. Sabía Josué que ese cuerpo sólo le pertenecería hasta la edad de 30 años, y fue en el Jordán donde Josué entregó su cuerpo al Divino Redentor del Mundo.
“Porque he aquí aquella piedra que puse delante de Josué; sobre esa única piedra hay siete ojos: He aquí, yo grabaré su escultura, dice Jehová de los ejércitos, y quitaré el pecado de la tierra en un día” (Zacarías III, 9).
Esa piedra es el Cordero de Dios Vivo, el Inmolado, el Hombre Celestial que vive en nosotros.
Y esa piedra fue colocada delante de Josué, y sus siete ojos brillan terriblemente en las profundidades insondables de nuestra conciencia.
“Y volvió el ángel que hablaba conmigo, y despertóme como un hombre que es despertado de su sueño.
“Y díjome: ¿Qué ves? Y respondí: He mirado, y he aquí un candelero todo de oro, con su vaso sobre su cabeza, y sus siete lámparas encima del candelero; y siete canales para las lámparas que están encima de él.
“Y sobre él dos olivas, la una a la derecha del vaso, y la otra a su izquierda”(Zacarías IV, 1, 2 y 3).
Ese candelero, todo de oro, es nuestra columna espinal. El vaso sobre la cabeza del candelero es nuestro cáliz, lleno todo del aceite puro de nuestro semen; y los siete canales pertenecen a las siete médulas de nuestros siete cuerpos, por donde deben ascender en sucesivo orden los siete grados de poder del fuego.
“Hablé aún de nuevo, y díjele: ¿Qué significan las dos ramas de olivas que por medio de dos tubos de oro vierten de sí aceite como oro?
“Y respondióme, diciendo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: Señor mío, no.
“Y él dijo: Estos dos hijos de aceite son los que están delante del Señor de toda la tierra” (Zacarías IV, 12, 13 y 14).
Estos son los dos testigos por donde el aceite sagrado de nuestro semen debe subir hasta su vaso sagrado de la cabeza.
Todo el secreto se halla encerrado en el lingam-yoni de los misterios griegos. En la unión del phalo y del útero se encuentra la clave para transmutar el agua en vino.
Lo importante consiste en conectarse sexualmente con la sacerdotisa, y retirarse de ella antes del espasmo para evitar la eyaculación del semen.
Así permaneció Josué fiel a la ordenanza de Jehová; miró la fruta, se deleitó con ella, pero no la comió; y Jehová cumplió su palabra, y le quitó sus vestimentas viles, y lo vistió con ropas de gala, y puso mitra limpia sobre su cabeza.
¡Oh, Zorobabel, Zorobabel! Las manos de Zorobabel echaron el fundamento de la casa, y sobre un gran monte de metal seremos sacerdotes y reyes del Dios vivo.
Ahora os invito hermanos míos a formar al Cristo en vosotros.
Inútilmente habrá nacido el niño Dios en Belén si no naciere en nuestro corazón también.
Hoy, hace 1952 años, nació en un humilde pesebre de Belén el ser más perfecto que haya conocido nuestro globo planetario.
Innumerables sectas religiosas se disputan sus enseñanzas sin haberlas jamás comprendido en sus aspectos altamente trascendentales, filosóficos, científicos y místicos.
El esoterismo crístico se fundamenta en los profundos misterios del sexo, dentro de los cuales subyace en potencia el fuego sagrado del Espíritu Santo.
Todo el Cristianismo auténtico tiene sus raíces en la Sagrada Orden de Melchisedek, Rey del fuego, quien permanece sacerdote por siempre.
MENSAJE SUPREMO DE NAVIDAD
Dado por el Gran Avatara de Acuario, Aun Weor, el Iniciador de la Nueva Era, en el Summum Supremum Sanctuarium de la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia, a 24 de Diciembre de 1952.