Objeto del Curso Zodiacal

Son muchísimos los lectores de los libros del Maestro Aun Weor, que después de leer las obras «El Matrimonio Perfecto» y «La Revolución de Bel», se dirigen a él en solicitud de la forma practica y segura para salir en cuerpo astral, para la practica de la magia sexual, la comunicación con los genios planetarios, y en fin, muchísimas inquietudes que se agitan entre los cientos de lectores. El Maestro, deseosos de brindar una ayuda más eficaz a todos esos estudiantes que aspiran a obtener un conocimiento practico del esoterismo, ha preparado este Curso Zodiacal, en su deseo de corresponder no solamente a la necesidad de esos estudiantes que hoy demandan esta enseñanza practica, sino en cumplimiento también de un afán de la Venerable Logia Blanca, para que la luz llegue a quienes la desean, y poder formar un núcleo adecuado, en estos momentos en que la tinieblas inundan nuestro planeta y se avecina la era de Acuario.

Efectivamente el campo astral estuvo vedado para la mayoría de los humanos y apenas estamos ahora en los albores de la entrada a este nuevo mundo para el hombre. Anteriormente los grandes secretos de la iniciación se conocieron por medio del sistema de la meditación interior; este conocimiento de la meditación perfecta, ocupo muchísimos años para que, por medio de ella, se prepararan los grandes elegidos hasta hacer contacto con el campo astral. Hoy la meditación sigue siendo el libro del Gnóstico, y las grandes verdades se llega por este medio; los estudiantes del esoterismo pueden entrar al campo astral valiéndose de su cuerpo radiante al cual hay que llenar de luz por medio de la magia sexual y la castidad perfecta, y luego aprender a salir conscientemente para actuar dentro del cuerpo astral con conocimiento de causa, trayendo los recuerdos de todo cuanto se verifica y ejecuta en dicho campo. El mundo astral es más efectivo para adquirir sabiduría y conocimiento practico, porque dicho cuerpo se encuentra liberado del tiempo y la distancia. Además, en el campo astral es donde se verifica la batalla entre las columnas de Ángeles y de demonios; la luz y las tinieblas.

En este curso se entrega a todos los estudiantes que aspiran al conocimiento y perfeccionamiento de la personalidad interna, una disciplina esotérica, detallada y minuciosa que les sirva de orientación positiva y practica, para llegar al altar mismo de la iniciación. Se descorre por primera vez en el transcurso de las edades el misterio grandioso de los “siete grados de poder del fuego”, o sean las siete serpientes ígneas de los siete cuerpos, que a través de los siete portales nos conducen hasta la dicha inefable del Nirvana (estas grandes iniciaciones o portales, son nueve, pero las dos restantes son ya Macrocósmicas).

Este curso enseña el desarrollo de todos los poderes que tiene el hombre, mediante una disciplina esotérica muy detallada y minuciosa, y prepara al estudiante para la nueva era que se avecina: Acuario, que será una era totalmente espiritual.

En la era negra que fenece, la humanidad ha conocido las más repugnantes modalidades del sexo, pero en la próxima conocerá la divinidad del sexo, porque se habrá purificado. Los Piscianos, ahora se horrorizan del sexo porque lo degradaron e hicieron mal uso de él, pero los acuarianos lo bendecirán porque ellos aprenderán a honrar el sexo y comprobaran que la divinidad actúa a través de él.

Este curso es corto, pero verdaderamente trascendental, porque convierte a los hombres en Dioses. En el se le entrega a la humanidad los secretos más terribles del cosmos…

Sabemos que las fuerzas del mal se irán en contra, pero para servir a la humanidad de veras, hay que constituirse en redentor de ella, aunque reconocemos que la humanidad no gusta de los redentores; por ello cuando alguien practica el bien siempre oirá decir: “El que se mete a redentor muere crucificado”, y es que los humanos no gustan de los redentores… Nosotros no tememos los ataques de los tenebrosos, porque sabemos que las patas de los tronos de los maestros están hechas de monstruos, y todos los objetos sagrados de los templos se sostienen sobre animalescos pedestales… Cada grado que se gana es el resultado de una batalla terrible contra la logia negra, porque la batalla se libra contra el mal, pero al guerrero se le premia después de la batalla.

Nosotros respetamos toda vida, porque sabemos que dentro de todo ser viviente mora el real ser que se encuentra evolucionando, y que la forma o característica que representa, viene a ser una creación mental que él se ha formado. Si cogemos un animal cualquiera y lo despojamos de sus cuerpos: material, vital, mental, astral, etc., queda un hombrecito o chispa divina, que de inmediato se quejaría y preguntaría por que se le quitan sus cuerpos. Este es el hombre de fuego o la monada divina que progresa, evoluciona y se desarrolla en medio de todas las experiencias. Las formas animales son, por tanto, simples creaciones mentales de los hijos del fuego; pictóricas formas de sus ensoñativas imágenes hechas carne, sangre y vida…

El verdadero estudiante no es el que se detiene para que el Maestro le enseñe o le muestre lo que aquí se le enseña, porque nosotros hablamos de lo que vemos, oímos y palpamos en los mundos suprasensibles; así, los que quieran pruebas, que las busquen por sí mismos en la lección de Géminis.

Al discípulo le advertimos: Con quien hay que ser sincero es con uno mismo. Cuando el hombre da pruebas de que es justo y recto, se convierte en una potencia. Ser una potencia no quiere decir ser un potentado, por que a estos los domina hasta la colilla de un cigarrillo, son esclavos de los vicios y deseos.

El proceso de la iniciación es toda una serie de batallas terribles contra sí mismo, contra la Naturaleza y contra el mundo…

Sofoca las pasiones por medio de la voluntad, y luego ahórcalas, aun cuando te duela en carne viva y proteste la bestia…

Hay que hundirse en las tinieblas de sí mismo para tomarles la luz…

La luz se extrae de las tinieblas. Las tinieblas producen la luz, y el cosmos sale del caos…

* * *

En la época Caldea-Egipcia, cuando se hablaba de los Maestros, todo el mundo señalaba las estrellas, porque todos los humanos veían los genios estelares y podían conversar con ellos.

En la época Greco-Latina, ya no sucedía lo mismo, por que ya la humanidad había perdido la clarividencia y solo conservaba el recuerdo de las entidades superiores.

Con Aristóteles, se inicia la era de la razón, que ahora termina, porque la nueva era acuario será de la intuición. Sin embargo, todavía Aristóteles recuerda a los genios planetarios. Una gran parte de la obra de Aristóteles esta justamente consagrada a memorar los espíritus de los planetas y a remontarse a través de los espíritus estelares hasta el Dios universal.

Kepler, ilustre astrónomo alemán, y gran matemático, todavía conservaba reminiscencias de los genios siderales, pero luego el modernismo acabo con esas reminiscencias, hasta que finalmente en el año de 1604 una constelación termino por borrar totalmente todos los recuerdos de los genios siderales y entonces apareció Copérnico, celebre astrónomo polaco, quien demostró el doble movimiento de los planetas sobre si mismos y alrededor del sol, teoría esta que fue mas tarde condenada por la Iglesia como contraria a las Sagradas Escrituras, en virtud de ver puramente globos físicos y mecánica celeste.

Así, que la era de la razón, que se inicia con Aristóteles ahora termina, porque la razón es solo un estado de transición histórica entre el instinto y la intuición. Primero tuvo el hombre el instinto, luego la razón, y ahora viene la intuición como función divina.

El instinto es el polo negativo de la intuición, y la intuición es el polo positivo del instinto. De consiguiente, la razón fue solamente un estado de transición entre el instinto y la intuición.

Por medio de este curso puede el hombre recobrar nuevamente la herencia perdida y volver a ver los genios siderales.

Steiner, profetizo en 1912 que vendría una ciencia espiritual más alta que la que entonces se conocía: esa nueva ciencia espiritual es el mensaje del Maestro Aun Weor.

Esta enseñanza que hoy orienta y dirige el Maestro Aun Weor, entrelaza a oriente y a occidente, a Buddha y a Cristo, dándole un nuevo aspecto por medio de la magia amorosa, siendo la mujer la nueva vestal del templo divino donde oficia el amor como sacerdote.

Hoy vemos como el oriente a desarrollado los poderes del Maestro Interno, pero le falta los poderes de la personalidad. El occidental tiene desarrollada la personalidad, mas le falta el desarrollo del Maestro Interno; en el desarrollo total, y en la unión de ambos, esta el triunfo del espíritu, en esta gran evolución cósmica…

Con estas enseñanzas se obtiene el desarrollo de los poderes de la personalidad y también los poderes del Maestro Interno; se entrelaza a oriente y occidente para formar una vigorosa cultura y luego la mujer viene a ser el centro de unión donde convergen las dos grandes culturas, que brindarán al hombre el camino seguro para llegar altivo hasta el altar sublime de la iniciación, para comenzar la vida de los dioses…

La personalidad que aquí destacamos, no se refiere a los poderes satánicos del yo inferior o al alma animal; por consiguiente, no se trata de las características externas del cuerpo físico, de esa personalidad que hoy por hoy admira la cultura de este siglo XX, o sea, los haberes que tiene la persona.

La personalidad a que alude el Maestro es el ego purificado del Íntimo, el alma humana o manas superior, el Bodhisattva del Maestro Interno, junto con los extractos anímicos de los vehículos inferiores o sea el alma pura ya redimida… La bella Sulamita del Cantar de los Cantares.

La humanidad sigue la senda del mal, porque esta no tiene tropiezo; los vicios y los placeres le sonríen con atractivo encantador. El mundo solo quiere a los del mundo, a lo mundano; el mundo no quiere tratos con quienes se apartan de él. La opinión publica ha venido a constituir una muralla de defensa al mal. La opinión pública está amasada con los errores de cada uno de sus afiliados. Los tiranos aman el mal y lo defienden porque ellos gobiernan y mandan con el mal; nosotros amamos el bien y mandamos pero con humildad. Hoy el bien ajeno mortifica a las gentes; en cambio al mal ajeno les complace y hasta lo divulgan con entusiasmo. Cada cual cree a su manera; el criterio es acomodaticio; la razón es de quien se la apropia y del más fuerte; la personalidad depende de los haberes que tiene la persona; la verdad es sinónimo de mal y al que quieren ofender para que se moleste de veras, dizque le “cantan la verdad”. La verdad hay que probarla con testigos, porque nadie la acepta, en cambio la falsía se desliza sobre ruedas y si es malediciente entonces alegra a los perversos. Estimo que es más perverso el que repite una especie malediciente que la propia persona que la engendra, porque a este lo puede mover el odio o la envidia, mientras que el otro lo hace por placer como fiel discípulo del mal. Y pensar que todos estos matices de la vida cotidiana encuentran cabida en los centros donde se venera al Dios Viviente. ¿En que consiste vuestra espiritualidad si viven hermanados con las sombras o creen los espiritualistas de aula que serlo es tener el “espinazo de goma” para hacer genuflexiones y así conquistar un puesto en la camarilla o los títulos que el amo les afloja por su adhesión? Así se crea el fanatismo que entorpece y se forman los criaderos de cobardes. ¡Contra todo este andamiaje social hay que esgrimir la espada de fuego!

La verdadera sabiduría no se encuentra en los libros, sino dentro del corazón. El Fausto de Goethe se cansa de leer la sabiduría de los libros y cuando vuelve en sí, se encuentra anciano e ignorante, se decepciona de la vida, lo cual aprovecha el genio del mal: Mefistófeles, para brindarle su sabiduría artificiosa que éste acepta porque le brinda placeres y riquezas, pero más tarde desengaños y tristezas; es que la sabiduría de los humanos siempre termina buscando el placer. El hombre, a mayor grado de intelectualidad, mayor grado de degradación moral; con ello se prueba que el intelecto es una función del alma animal.

En esta era que ahora finaliza, todas las sectas, escuelas, creencias, teorías, etc., cumplieron una misión muy necesaria como elementos de educación intima para la humanidad, pero la Era de Acuario será algo muy distinto y nada tendrá que ver con las distintas logias y aulas de enseñanza que actualmente que actualmente están en uso, porque se tiene entendido que el tipo humano de acuario ya hizo estos cursos de escuela y que en consecuencia no solo ya no las necesita, sino que además serán estorbo o traba que los incapacita para pensar libremente y para recibir instrucción esotérica de su propio Maestro Interno, que es su sagrado Íntimo.

Se advierte a los estudiantes de la Gnosis que al entrar a la senda les queda prohibido hablar de sus iniciaciones y del grado alcanzado; estos grandes misterios se profanan cuando públicamente se habla de ellos; además, esto es vanidad, orgullo y ostentación.

“En cierta ocasión los discípulos del Cristo entraron en disputa sobre cual de ellos seria el mayor, es decir; cual seria de más alta iniciación o grado esotérico.

“Mas Jesús, viendo los pensamientos del corazón de ellos, tomó un niño y púsolo junto a sí”.

“Y les dice: cualquiera que recibiere a este niño en mi nombre, a mí me recibe, y cualquiera que me recibiere a mí, recibe al que me envió, por que el que fuere el menor entre todos vosotros, éste será el grande” (Lucas. Cáp. 9. Vers. 47 y 48).

El iniciado debe ser tan sencillo y puro como un niño, sin vanidad, orgullo ni ostentación, ni debe hablar sobre sus iniciaciones porque esto es algo muy sagrado y nos esta vedado hablarlo.

Este curso sólo servirá para los sedientos de luz, para los humildes de corazón, no para los sabios porque ellos ya están satisfechos con su saber y su ciencia, y nosotros no buscamos a los sabios sino a los que no lo son.

El estudiante debe practicar las enseñanzas que se dan en este curso y tener pendiente que no nos interesa la sabiduría del ojo, sino la doctrina del corazón, por consiguiente le toca escudriñar y lanzarse a la batalla contra el mal y luego conquistar el cielo por asalto.

“Mas hay de las preñadas y de las que crían en aquellos días por que habrá apuro grande sobre la tierra e ira en este pueblo” (Lucas. Cáp. 21. Vers. 23). Ya esta dicho caro lector: La reproducción animal pertenece a la vida animal y por consiguiente al pasado y el que se queda en la reproducción se queda rezagado o se desintegra. Estamos pues ante el dilema de ser o de no ser.

¡A la Naturaleza le cantan los esclavos! Y a los Dioses, los superhombres de la humanidad…

Ya nosotros nos cansamos de ser burros de reproducción (hechores) y ahora trasmutamos la energía sexual para libertarnos de la Naturaleza y convertirnos en Dioses…

Homero, el cantor de la vieja Troya y de la Cólera de Aquiles, a quien los griegos representaban con los ojos vendados para indicar su divina clarividencia, nos pinta a Ulises, el ilustre guerrero destructor de ciudadelas, llegando hasta la isla de Calixto, donde la cruel Diosa Circe convertía a los hombres en cerdos, después que estos bebían el licor de mandrágoras que la astuta Diosa les presentaba en su hechicera copa.

Aquí Homero nos representa con esta Diosa a la Naturaleza, que con su copa deliciosa y hechicera de la pasión carnal convierte a los hombres en cerdos, hasta que al fin surge un Ulises, quien desenvaina la espada de la voluntad, la pone sobre el pecho de la hechicera Diosa, le rompe la copa deliciosa y se convierte en amo y señor de ella…

Así debe ser el Gnóstico; hay que empuñar la espada de la voluntad para romper las copas de la tentación seductora y hacerse señor de la Diosa tentadora…

Hay que desenvainar la espada de la voluntad para pelear contra la Naturaleza y dominarla, hay que sentarse en el trono de los Dioses y agarrar el cetro de poder de la energía sexual, el bastón de los patriarcas, la vara de Aarón, el báculo de Brahma para gobernar la Naturaleza entera y ponerle a nuestro servicio.

El común de los hombres ama lo natural; nosotros amamos los sobrenatural o sea lo que esta sobre la Naturaleza, que es nuestro sagrado Íntimo. Cuando libramos la batalla por el Nirvana, por ganar la dicha inefable del Nirvana, nos toca siempre seguir al Íntimo, al Maestro Interno, comenzando con esto la terrible lucha por la supremacía sobre el discípulo; la personalidad externa lo quiere para sí, también lo desea la personalidad externa de sus amigos y familiares, la de su esposa e hijos y la de la sociedad en general; esta es la lucha contra el mundo y la carne de que nos habla la Biblia cuando se refiere a los enemigos del alma, y es que para salvar el alma hay que librarse de todo lo que atrae al yo animal: Codicia, ira y lujuria.

Hay que empuñar la espada contra los amigos y contra los enemigos, contra los buenos y contra los malos, contra los padres, contra la mujer y contra los hijos, contra el mundo y contra la Naturaleza. Hay que librar una batalla terrible contra todo, para romper estas cadenas que nos atan a la Naturaleza y entrar a la dicha inefable del Nirvana. Esto no significa agresión contra nadie, odio contra nadie, esto significa únicamente vencer a la Naturaleza y pelear contra la tentación, salga esta de donde saliere…

El Cristo hablando esto, dijo así: “¿Pensáis que he venido a la tierra a dar paz? No, os digo; mas disensión”. “Porque estarán de aquí adelante cinco en una casa divididos; tres contra dos, y dos contra tres”. “El padre estará dividido contra el hijo y el hijo contra su padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra” (Lucas: Cáp. 12 Ver. 51, 52, 53).

Con estos versículos de San Lucas no se alude a la vida urbana como muchos neófitos entienden, sino a la batalla terrible por el Nirvana. El común de las gentes aspira a conquistar la vida urbana dividiéndose los unos contra los otros y nosotros aspiramos a conquistarnos el Nirvana y en esta batalla terrible contra la Naturaleza, si nosotros no vencemos a la Naturaleza, la Naturaleza entonces nos vence y nos devora: esta es la batalla terrible por el ser o el no ser de la filosofía.

El estado humano no se puede prolongar por tiempo indefinido como erróneamente creen muchos semi-espiritualistas y profanos, para así llegar hasta el final del presente Mahamvantara porque nosotros somos fetos de la gran Diosa Isis (la Madre Naturaleza) y así como es imposible permanecer mas allá de los nueve meses como feto dentro de la matriz de la madre, tampoco es posible permanecer gestándose dentro de la matriz de la gran madre Natura por tiempo indefinido y ahora a la madre Natura le toca parir a los humanos como Ángeles o como demonios. Precisamente ya estamos en el instante en que la madre Natura nos pare como Ángeles o como diablos, pero nos pare inevitablemente.

Los Ángeles no se gestan ni se forman con papeles ni teorías ni con libros viejos, ni con pergaminos de nobleza, sino con las mismas fuerzas sexuales con que se forman: plantas, animales, hombres y Dioses y todo lo que existe en la creación ¡Todo lo creado tiene su matriz! Los Dioses se gestan dentro de la matriz de la Diosa Isis, donde se vive una vida de intensa Magia Sexual…

¡Gnósticos no les hagáis mas ofrendas a la muerte! Cada hijo que nace es una ofrenda mas al altar de la muerte.

Hay dos clases de actos sexuales: el animal común y corriente, que defienden espada en mano los humanos; el cual crea para la muerte… El otro divino, que también defendemos espada en mano los seguidores de la luz; el cual crea Dioses.

El humano sigue a Javhe. El Divino a Jehová. “De todo árbol del huerto comerás. Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás de él, porque el día que de él comiereis, morirás”. Este es el plan divino. El otro dijo: “Si comiereis de el seréis como dioses”. El desobedecimiento de la ley que sigue con entusiasmo la humanidad.

A nosotros nos censuran con aspereza por hablar claramente de las fuerzas sexuales y precisamente los que se horrorizan son los fornicarios. No sabiendo que ellos mismos estuvieron encerrados dentro de un útero para poderse gestar como humanos; ellos e horrorizan de su origen porque se avergüenzan de su misma corrupción y tratan de cubrir esa vergüenza con tintes de misticismo y de filosofías. ¡Hermano lector! De lo aparentemente inmundo salen: hombres, plantas, bestias y Dioses. El perfume de las rosas sale del fango de la tierra.

Del útero de la mujer sale la especie humana. Y dentro de la magia sexual se gestan los Dioses.

El que conoce la génesis de los Ángeles se hace ángel también y la génesis de los Ángeles es la magia sexual.

El gnóstico es un embrión de Dios, desarrollándose dentro del útero de la magia sexual. Cuando el embrión de Dios ha llegado a su pleno desarrollo, entonces, la madre Natura lo pare como un maestro del Mahamvantara. Como un hijo omnipotente del fuego.

JULIO MEDINA V.

CURSO ZODIACAL ESOTÉRICO

Para los estudiantes de la Gnosis

Leave a Reply