– Estudiante. Maestro, ¿por qué dice Goethe en su obra “Fausto” que dentro del ser humano existen dos Almas: una que nos atrae a la Luz, otra que nos atrae hacia las pasiones animales? Y el Maestro contestó:
– Maestro. Cuando ya el Alma Divina se une con el Íntimo, siguiendo las enseñanzas que en esta obra damos, se abre ante nosotros un mar vastísimo y grandioso, porque entonces nos toca redimir el Alma Animal.
La unión con el Íntimo significa que ya completamos la evolución del período terrestre, pero no significa que hayamos completado la evolución. Cada uno de nuestros cuerpos internos habrá de llegar a la perfección absoluta, antes de ser asimilada la Conciencia de cada uno de los cuatro cuerpos interiores por el Íntimo.
Nuestra Tierra densa se sutilizará y eterizará en la llamada “Edad de Júpiter”. Más tarde nuestra Tierra estará hecha por el mismo material de nuestro Cuerpo Astral; mucho más tarde nuestra Tierra estará hecha de la misma materia de nuestro Cuerpo Mental. Así pues, la humanidad no podrá tener un Cuerpo Etérico absolutamente perfecto sino al finalizar aquella Época Etérica de nuestra futura Tierra, y nuestro Cuerpo Astral no habrá llegado a la perfección sino al finalizar la época de nuestra Tierra hecha de Materia Astral, y por último la mente humana de hoy en día sólo está en la aurora de su nacimiento; sólo habrá llegado a la perfección absoluta al finalizar aquella Época Mental de nuestro planeta.
La Conciencia anímica de cada uno de estos instrumentos deberá ser extraída y asimilada por el Íntimo cuando los vehículos hayan llegado a la perfección; entonces el hombre se realizará como un Hierofante de Misterios Mayores.
La Primera Iniciación de Mayores, o sea, la de la Alta Iniciación, es tan solo la unión del Alma puramente Espiritual con el Íntimo. Este Alma puramente Espiritual viene a ser la suma total de todos los frutos de nuestras experiencias milenarias a través de las innumerables reencarnaciones, y el que recibe la Alta Iniciación, tan solo termina su aprendizaje en cuanto al período terrestre se refiere, y como es natural, cosecha sus frutos milenarios en forma de poderes y extracto divino. Este es el Alma de Diamante del Íntimo.
La Segunda Iniciación de Misterios Mayores le permite al adepto cosechar todos los frutos de la futura perfección del Cuerpo Etérico del Hombre.
La Tercera Iniciación de Misterios Mayores, le permite al adepto cosechar todas las perfecciones del Cuerpo Mental del Hombre. Hay una Quinta Iniciación de Misterios Mayores, que no se debe revelar porque no alcanzamos a comprender. Así es como liberamos nuestra Alma Animal del fango de la tierra y del dolor. Entonces nos habremos liberado de los Cuatro Cuerpos del Pecado y seremos Dhyan-Chohans o sea, Dioses inefables, viviendo en la inmensidad del infinito.
Con cada una de estas Iniciaciones de Misterios Mayores, adquirimos la sabiduría correspondiente a cada uno de los grandes períodos Cósmicos del futuro. Este mismo proceso de perfeccionamiento lo sigue la humanidad común y corriente a través de las eternidades de dolor y de amarguras.
Cada una de esas Cinco grandes Iniciaciones de Misterios Mayores tiene también nueve grados análogos a las Nueve Arcadas (o Iniciaciones) de Misterios Menores, a las cuales, se refieren la mayoría de los Maestros de enseñanza de Misterios.
Muchos estudiantes de ocultismo, tales como teosofismo, espiritismo, rosacrucismo, etc., piensan que para llegar a ser Adepto o Mahatma, se necesita indispensablemente abandonar el mundo y retirarse a las cumbres nevadas del Himalaya a vivir vida ascética, lejos, muy lejos de toda relación sexual y humana. Esos tales dechados de sabiduría, a través de sus fantasías morbosas, lo que están es buscando escapatorias de la vida real y formas de consolación para sus pietismos y vanas elucubraciones mentales, porque en realidad de verdad, el hombre sólo puede unirse con su Íntimo, viviendo una vida intensamente vivida y practicando Magia Sexual con su Esposa-sacerdotisa.
Cuando decimos nosotros que el sexo es el mismo Edén, no queremos hablar en forma simbólica, sino en forma literal y sin metáforas de ninguna especie. La Luz Edénica inunda los espacios interplanetarios con un color rosado encendido, lleno de átomos transformativos de altísimo voltaje, y cuando nos conectamos con la Esposa-sacerdotisa, atraemos hacia nuestra atmósfera individual esa poderosa Luz Edénica que entonces nos sumerje dentro de su océano inefable llamado Edén.
Así penetramos nosotros en ese precioso jardín de que nos habla la Biblia y nos convertimos en Ángeles. La Luz Edénica es el agente de todas las creaciones Cósmicas del infinito, y esto fue lo que se le olvidó a Einstein cuando lanzó su “Teoría de la Relatividad”. La Luz Edénica es el gran agente universal de vida que manipulan los Dioses para elaborar sus creaciones planetarias.
[Así terminó hablando el Maestro, y esto me sugirió la siguiente pregunta]:
– Estudiante. Maestro, al hablar nosotros de Dioses me preguntan los lectores, si nosotros somos politeístas.
¿Qué dice usted a esa pregunta? Y el Maestro me respondió:
– Maestro. Decidle a la humanidad, que los Dioses son Hombres perfectos y que cada ser humano es un Dios encadenado; un Prometeo encadenado a la dura roca de la materia.
[Como estas contestaciones tan rápidas las daba el Maestro en presencia de algunos discípulos y particulares, surgieron de inmediato preguntas a montones y el Maestro las contestaba con tanta rapidez que apenas si podíamos tomar el apunte de ellas. Y así pasamos a ustedes, caros lectores, esas preguntas y respuestas para hacerlos partícipes de aquellos momentos tan sublimes, y acercarlos así, para que su luz llegue hasta ustedes].
– Estudiante. Maestro, el concepto que tienen todas las religiones por nosotros conocidas, es que existe un solo Dios, eterno e imperecedero. ¿Qué dice usted a eso?
– Maestro. Las gentes tienen razón porque el Sistema Solar en el cual vivimos, nos movemos y tenemos nuestro Ser, es tan sólo la escama de la Serpiente Ígnea de un gran Ser, al cual rendimos la misma adoración que rinden los átomos de nuestros propios cuerpos individuales al Real Ser del Hombre, es decir, al Íntimo.
– Estudiante. Maestro, ¿por qué la mayoría de las gentes al hablar con uno se interesan tanto por saber si uno cree o no en tal o cual cosa?
– Maestro. Las gentes preguntan así por temor a perder sus propias creencias, dentro de las cuales se hallan enjauladas las mentes de tantos y tantos místicos enfermizos, llenos de pietismos y mojigatería antiquísima. Hoy no se trata de creer o no creer en tal o cual cosa, lo que se debe es comprender y discernir con el escalpelo de la crítica, para denudar las cosas de sus valores y ver qué es lo que tienen de real. Las creencias son formas muertas, costras duras a las cuales se apegan los beatos y los débiles.
– Estudiante. Maestro, ¿por qué a muchas gentes las oye uno hablar en la forma siguiente?: “Hombre, a mi religión pertenecieron mi padre, mi madre y todos mis antepasados, así que, ¿para qué ponerme a pensar sobre otros sistemas para buscar a Dios”?
– Maestro. No se preocupe usted por eso, amigo mío, porque eso me indica a las claras que usted todavía vive pendiente del qué dirán. Esas pobres gentes de las que usted me habla, deben merecerle a usted compasión, pues ellas no son culpables de su pereza mental; lo que sucede es que esas pobres gentes viven una vida puramente instintiva y sólo les interesa comer, dormir y divertirse.
Ellos todavía no piensan, y se aferran a esas tradiciones de sus familiares precisamente para evitarse el trabajo de pensar; ellos viven tranquilos, contentos con su vida puramente instintiva y animal.
– Estudiante. Maestro, ¿por qué usted se presenta tan humilde, que hasta a mí mismo me llama la atención?; ya que estoy acostumbrado a una vida social distinta.
– Maestro. Se equivoca usted, amigo mío, en su pregunta, porque yo jamás me he presentado humildemente ante nadie, ni tampoco me presento con orgullo, vanidad ni ostentación; lo que sucede es que yo vivo una vida sencillamente natural, sin artificios de ninguna especie, pues estoy sumamente ocupado en el trabajo de mis propias realizaciones internas, y, por lo tanto, no me queda tiempo para preocuparme por el qué dirán.
– Estudiante. Maestro, ¿a usted no le da pena abordar el tema sexual tan escuetamente?, ¿no se avergüenza de que lo tachen de pornográfico?
– Maestro. Al que debiera darle vergüenza es a usted por hacerme esa pregunta. Esa pregunta me revela a las claras que usted debe ser un fornicario, pues para el puro todo es puro y para el impuro todo es impuro. Si a mí me diera vergüenza tratar sobre los problemas sexuales, ello denotaría a las claras que yo también estaría sucio internamente, mas como estoy limpio, hablo con la naturalidad con que puede hablar un niño sobre lo que es natural.
– Estudiante. Maestro, muchas gentes desearían la cárcel para usted en obediencia a lo que usted enseña…
– Maestro. Pobres gentes, amigo mío, no saben lo que tienen entre sus manos: Mis obras sobre el “Matrimonio Perfecto” y la “Revolución de Bel”, son para formar una raza de Dioses. En ellas le entrego a la humanidad lo que jamás nadie le había entregado: las llaves mismas del Edén. Pero ya ve usted, amigo mío, que todos los redentores mueren crucificados. La ingratitud es la moneda con que paga el Demonio. Todos los Hermanos Mayores de la humanidad, han recibido las peores infamias como pago a sus sacrificios: Cristo murió crucificado, Sócrates envenenado con cicuta; Apolonio de Tiana, encarcelado; Juana de Arco, quemada en la hoguera; Simón Bolívar, libertador de cinco repúblicas de nuestro continente, pasó los últimos días de su vida casi en la indigencia, triste y decepcionado, y no lo albergó en su casa ninguno de los colombianos por lo cuales él se sacrificó, sino precisamente uno de los enemigos contra los cuales él combatió. Gandhi, el gran Mahatma, libertador de la imponente y majestuosa India, murió asesinado a bala por uno de sus propios compatriotas, por uno de sus mismos libertados.
Así pues, amigo mío, para mí sería un honor ir a la cárcel y hasta el cadalso si fuere necesario, para salvar al mundo del dolor y de la amargura. Sepa usted que estoy dispuesto a sacrificarme por la humanidad, hasta dar la última gota de sangre con tal de iniciar la Nueva Era de Acuario.
– Estudiante. Maestro, ¿a usted le agrada el comunismo?
– Maestro. Amigo mío, entiendo que su pregunta es capciosa. Con ella intenta usted una de dos: o confirmar sus opiniones políticas, si usted es comunista, o buscar un arma política para combatirme; si usted no es comunista.
Debe usted saber, que la felicidad verdadera no se encuentra dentro de ningún sistema político.
El comunismo como ensayo de la mente embrionaria de la actual humanidad, cumplirá únicamente su misión embrionaria; pero cuando la mente humana deje de ser embrionaria y madure, entonces el comunismo fracasará totalmente, como han fracasado todos los sistemas políticos de la humanidad.
Ya verá usted, cómo Rusia después de que gane la gran batalla, se dividirá a sí misma por una revolución política interior, y así sucederá que los cimientos del edificio comunista se quebrarán y el edificio irá al suelo.
– Estudiante. Perdone Maestro que lo interrumpa, pero es que me deja perplejo, ¿cómo es eso de que Rusia gane la presente batalla política y luego caiga dividida por ella misma, después de haber triunfado?
– Maestro. Caballero, parece que usted no hubiera estudiado Historia Universal. Lea a César Cantú para que se instruya un poco.
¿No fue acaso el viejo Egipto de los faraones, cuna de una poderosa civilización, en la cual bebieron: Solón, Pitágoras, Heráclito de Efeso, Aristóteles, Plotino, Parménides, y muchísimos otros? ¿No fue acaso Egipto la luz de Grecia, de Persia, de Asiria, de Roma, de Troya, de Cartago, de Fenicia, del Ática, de la Macedonia, etc.? Y, sin embargo, siendo cuna de esa antigua civilización del signo zodiacal de Taurus, siendo la piedra fundamental o cimiento de esa antiquísima cultura, que databa de época remotísima, ¿no recuerda usted el acontecimiento de Marco Antonio y Cleopatra? ¿Ignora usted la decadencia que minó los cimientos de esa arcaica civilización? ¿No se dividió a sí mismo el Egipto? ¿No fraguó dentro de sí misma y con luchas intestinas su caída? ¿No fueron sus mismos hijos quienes corrompieron su propio pueblo? ¿No fueron ellos quienes inconscientemente le prepararon la entrada a Darío, rey de Persia?
Y Jerusalém, la ciudad querida de los profetas, el imperio del viejo Salomón, ¿acaso no fue ella misma, aquélla que apedreó a sus propios profetas, y se arruinó a sí misma con guerras intestinas entre las doce tribus de Israel, después de haber fundado una poderosa civilización entre los países de la Media Luna, la Persia, la Etiopía, con esas ideas luminosas que brotaban desde las cumbres de Sión?
¿Cree usted acaso, amigo mío, que Nabucodonosor, el poderoso rey de Babilonia, hubiese podido asaltar la sagrada ciudad de los profetas y el Templo de Salomón, si los propios hijos de Judá no se hubiesen corrompido?
¿Cree usted acaso, amigo mío, que el rey Darío de Persia hubiese podido destruir a Babilonia y matar a Baltasar, hijo de Nabucodonosor, si éste y su pueblo no se hubiesen corrompido? ¡Oh!, amigo, usted está crudo en historia, pero yo le diré a usted que el “Mene, Mene, Phares Upharsin” (o sea, el “Mene Tekel Phares” como figura en las escrituras) que escribió el Ángel en el encerado de la pared, tras los resplandecientes candelabros de oro y plata en el fastuoso banquete de Belsasar, se podría también aplicar a Rusia y a Roma. Ya verá usted, amigo mío, comprobada esta profecía dentro de algún tiempo.
– Estudiante. Pero dígame Maestro, ¿cómo definiría entonces en realidad, al comunismo?
– Maestro. El comunismo no es más que un puente podrido entre dos eras: una que agoniza y otra que quiere nacer.
– Estudiante. Bueno Maestro, ¿qué gana usted con echarse medio mundo de enemigo?
– Maestro. El amigo parece que está mal de situación económica y por eso me hace esa pregunta. Yo a mi vez, le preguntaría a usted: ¿Qué gana con hacerme esa pregunta?
– Estudiante. Pues realmente yo no gano nada con la pregunta; y si la hice, es porque me admira que usted, conociendo a fondo la humanidad se esmere tanto por ella.
– Maestro. Amigo, usted no tiene por qué meterse en mi fuero interno. Usted nada gana con saber lo que gano yo; lo que le interesa a usted saber, es lo que gana con mis enseñanzas. Yo le aseguro, amigo mío, que el que da, recibe, y mientras más se da, más se recibe, esto es una ley que se la puede aplicar usted a sí mismo.
– Estudiante. Maestro, ¿por qué las gentes cuando leen sus enseñanzas lo único que no se explican, es por qué usted con sus enseñanzas, que son tan admirables, indique que con los Mantrams o vocalización de sonidos sirven para despertar dormidos centros internos, y por ello se burlan de esas enseñanzas?
– Maestro. Amigo mío, esas pobres gentes son ignorantes, y usted debe saber muy bien que la ignorancia es atrevida.
– Estudiante. Maestro, ¿por qué las gentes se esmeran más por la vida urbana (la vida de la ciudad) que por la que usted dice y enseña?
– Maestro. Esas pobres gentes tienen razón, porque la vida urbana les ofrece comodidades, dinero, placeres, vicios, juegos, amistades, vida social, oír hablar mal de los demás y, en fin, todo aquello que es grato para ellos. En cambio, en mis enseñanzas no les ofrezco nada de esto, por ello es por lo que es más fácil y más cómodo el camino negro, porque es ancho y lleno de vicios y placeres.
Precisamente, la misma pregunta que usted me hace nos explica a las claras por qué fracasó la evolución humana, y cayó la humanidad en el abismo del dolor y la amargura.
– Estudiante. Maestro, ¿por qué usted cura y conoce tanto de medicina?
– Maestro. Porque conozco la anatomía, la biología, la fisiología, química oculta, y patología de todos los siete cuerpos del Hombre, mientras la ciencia oficial, conoce únicamente el cuerpo más grosero del hombre. Además, nadie puede ser médico si antes no ha sido ungido por Dios. Sepa usted que estoy de acuerdo con el Maestro Paracelso, cuando éste afirmaba: “Ni las Universidades, ni los Papas, ni los reyes, podrán darle al hombre el poder de curar, si antes no ha sido ungido por Dios”.
Precisamente, está en circulación mi libro, que pondrá a la ciencia médica sobre una nueva base; esta obra se titula: “Tratado de Medicina Oculta y Magia Práctica”.
– Estudiante. Maestro, si es verdad que usted sabe tanto, ¿por qué no vive en París, Londres o Nueva York, y no entre nosotros que apenas si entendemos lo que usted dice?
– Maestro. Parece que al amigo le gustan mucho las poses de comediante y el exhibicionismo, lo espectacular, pero ninguno de los miembros de la Logia Blanca buscamos jamás esos exhibicionismos.
Antes, por el contrario, nos gusta la modestia y hasta vivir anónimos y desconocidos, pero eso sí, ¡sacrificándonos por la humanidad!
– Estudiante. ¡Maestro, las gentes no creen en sus enseñanzas!
– Maestro. A mí no me interesa que crean en mis enseñanzas, a mí lo que me interesa es que las comprendan, y si no las comprenden ni las quieren comprender, ello se debe a que las gentes no tienen tiempo para estudiarlas, pues todo el mundo está ocupadísimo en el trabajo de explotar a sus semejantes y en la satisfacción de sus placeres bestiales más degradantes. Debemos sentir compasión por esas gentes amigo mío, pues todas esas gentes caerán en el Avitchi del que nos habla la Maestra H. D. B., en su sexto volumen de “La Doctrina Secreta”.
– Estudiante. Maestro, ¿usted podría decirme quién individualizó la mente humana?
– Maestro. Con mucho gusto amigo mío, y hasta me agrada su pregunta; pues veo por ella que usted tiene ciertas inquietudes espirituales.
Creo que usted ha oído hablar de Hermes Trismegisto, el Dios Ibis, de Thot; adorado por los egipcios. Y a propósito, recuerdo ahora, que en el Egipto hay un bajo relieve, en el que aparece el Dios Ibis de Thot, con el miembro viril en estado de erección y al pie, una inscripción que dice: “dador de la razón”.
¿No se le hace a usted raro que se relacione a Hermes con la razón y con el miembro viril?
– Estudiante. [Y el Espiritualista respondió]: Sí Maestro, se me hace esto raro, pero no he comprendido.
– Maestro. El símbolo habla claro, amigo mío. El átomo maestro de la mente, reside en el sistema seminal del hombre, y quien le dio este átomo al hombre fue Hermes Trismegisto, el Mensajero del Dios Mercurio. Este átomo es quien le da al hombre toda la Sabiduría de la Naturaleza, y el que lo instruye en la Sabiduría Oculta cuando el hombre, a fuerza de practicar Magia Sexual con su esposa- sacerdotisa, lo hace subir a la cabeza.
– Maestro. [El Espiritualista dijo]: Gracias Maestro por su explicación; pero yo quisiera que me explicara, quién es ese Dios Mercurio de quien usted habla, y perdóneme la impertinencia.
No se preocupe usted, amigo mío, que con mucho gusto contestaré su pregunta. El Dios Mercurio, es un Hombre perfecto; su presencia, es realmente sublime; parece un anciano venerable de larga barba, rostro sonrosado y color de fuego; tiene su morada en un Templo del Corazón del planeta Mercurio, y lleva siempre por cetro, el Tridente de la mente, que es el mismo que usan los brahmanes de la India Oriental.
El Tridente simboliza el triple juego de fuerza de los átomos transformativos de la mente. El Dios Mercurio es un Ángel Estelar y la Estrella Mercurio es su propio cuerpo físico; él fue quien envió a Hermes a la Tierra.
– Estudiante. [El Espiritualista, interrumpiendo la palabra del Maestro, dijo]: Excúseme Maestro, que lo interrumpa nuevamente, pero es que quiero preguntarle algo muy importante: ¿Se podría obtener ayuda invocando al Dios Mercurio?
– Maestro. Los Dioses siempre están dispuestos a ayudar al hombre, cuando lo que se pide es justo.
– Estudiante. [El Espiritualista, algo pensativo, dijo al Maestro]: Maestro, yo ante todo, quiero tener una mente poderosa y firme. ¿Sería posible que el Dios Mercurio me ayudara?
– Maestro. Pídale al Dios Mercurio, que le dé “La Madre del Pescado”; concéntrese en el Dios Mercurio con todo su corazón y con toda su Alma, en oración profunda durante una hora, rogándole que le entregue esa substancia mental para que le dé “firmeza a la mente”, y tenga usted la seguridad, amigo mío, que si el Maestro considera que su petición es justa, concurrirá a su llamado y colocará dentro de su Cuerpo Mental una bola blanca formada de la substancia raíz del Cuerpo Mental que reside en la mente ígnea del Íntimo.
Esa substancia monádica le dará a usted una firmeza mental, jamás ni siquiera presentida por usted, mas si su petición no es justa, de nada le servirá a usted un millón de ruegos.
Esta substancia monádica se llama “La Madre del Pescado”, y esto nos recuerda al pez Oannes y al profeta Jonás, vomitado por un pez. El pez simboliza al Íntimo, la fuerza madre de “Manas” (la Mente). El que la posee se hace poderoso en el Mundo de la Mente; pero se necesita ser “muy digno y muy merecedor” para tener el honor de recibirla.
Un millón de veces podría llamar el indigno y no será escuchado. “Para el indigno todas las puertas están cerradas, menos la del arrepentimiento”.
– Estudiante. [Un estudiante Heindelista Rosacruz]. Maestro, ¿es cierto lo que dice Max Heindel, que tan pronto expiró Jesucristo, no hubo tinieblas como dice la Biblia, sino mucha luz?: Y el Maestro respondió:
– Maestro. Max Heindel no alcanzó a la Alta Iniciación y por ello no pudo aclarar bien esto, pero un Maestro de Misterios Mayores, sí puede aclararle a usted ésto: La Biblia al relatarnos el acontecimiento del Gólgota y al afirmar que en el momento en que expiró el Señor la Tierra se llenó de tinieblas, sencillamente nos pinta un hecho espiritual, real y verdadero, que se repite en todo Iniciado que llega a la Alta Iniciación y, es que en el instante de unirse el hombre con su Íntimo, queda sumergido en la profunda tiniebla del infinito, iluminándose con su propio aceite espiritual.
La Luz que antes lo iluminaba en todos los planos Cósmicos y en todo el infinito era prestada; esa Luz con que se nutría, era la Luz de los Dioses; ellos eran sus Padres Espirituales y lo nutrían con esa Luz. Ahora él, tiene que nutrir a otros con su propia Luz.
Los Dioses lo alimentaban, lo cuidaban, lo iluminaban y lo nutrían en la misma forma en que una madre lo hace con el fruto de sus entrañas, mientras éste crece y se hace apto para trabajar y ser un ciudadano consciente, pero una vez que éste es capaz de bastarse a sí mismo, ya no necesita de sus “Padres”.
Así pues el que se une con su Íntimo, ya es un Hermano Mayor capaz de iluminarse a sí mismo, con su propio aceite espiritual extraído del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, y entonces los Dioses le retiran la Luz con que lo nutrieron durante su estado de gestación espiritual en el seno de la Bendita Diosa Madre del Mundo.
Pero al nacer a la Vida Espiritual, el Hombre ya se hace un Ciudadano Consciente del Cosmos y tiene entonces que iluminarse con su propio aceite espiritual.
Durante los primeros días de la Alta Iniciación, el Maestro siente la nostalgia aquella del joven que, abandonando por vez primera su hogar paterno, se siente inmerso dentro de las grandes urbes, en busca de trabajo para conseguir el pan. Ahora, ya no hay para él consideraciones, ahora, sólo rostros extraños donde “cada cual es cada cual”, donde cada quién tiene que bastarse a sí mismo. Ahora, creo que el amigo ya comprendió el significado oculto de su propia pregunta. Y el Heindelista preguntó nuevamente:
– Estudiante. Maestro, ¿y el Gólgota de la Alta Iniciación, dónde se pasa?
– Maestro. El Gólgota de la Alta Iniciación se pasa en carne y hueso, amigo mío, y en ésto no falta jamás un Judas, ni una Magdalena, ni un Pedro; y en pleno calvario, el discípulo se siente abandonado de su propio Íntimo, y el mundo ya no reviste para él ninguna atracción. Entonces exclama el Iniciado lleno de dolor: “Padre mío, ¿por qué me habéis abandonado?”.
El Iniciado tiene que vivir su propio Gólgota y repetir la vida del Cristo en él mismo, y resucitará en los Mundos Internos al unirse el Alma con el Íntimo. Este proceso de la Iniciación es muy minucioso y delicado, y por ello, sólo puedo darle a usted una contestación sintética y somera, pues se requerirían horas enteras y hasta años enteros para relatarle a usted el proceso de la Alta Iniciación. Además, el esoterismo prohibe revelar los grandes secretos de la Alta Iniciación al profano.
Por ello, solamente me limito a decirle, que el Gólgota de la Alta Iniciación se pasa en carne y hueso, y que la Resurrección es interna.
Creo que con esto me habrá usted comprendido; el resto intúyalo, amigo mío. ¡La Iniciación es tu misma vida! ¡La Iniciación es un parto de la Naturaleza y todo parto es doloroso! [El Heindelista preguntó nuevamente]:
– Estudiante. Maestro, usted me dijo que el Gólgota se pasa en carne y hueso, y aunque yo pase por impertinente, yo quiero saber algo concreto sobre el suyo: ¿Quién fue su Judas y quiénes sus acusadores?
– Maestro. Ya le dije que con todos los detalles de la Alta Iniciación, se llenaría un volumen entero, pero con mucho gusto respondo a su pregunta: Mi Judas fue un discípulo muy estimado, y mis acusadores, me duele confesarle, la mayor parte fueron los espiritualistas de Colombia, los enemigos de mi obra “El Matrimonio Perfecto”; todos ellos protestaban contra mí y contra mi obra y en el Astral me acusaban ante un mago negro que fue mi Pilatos.
Si usted, amigo mío, quiere llegar a la Alta Iniciación, tendrá que vivir toda la tragedia del Gólgota en carne y hueso. Ya le dije que la Iniciación es su misma vida, pero jamás podré entregarle al profano los secretos esotéricos de la Alta Iniciación, porque esto sería profanarlos. Usted tendrá también su Judas, su Pilatos y sus acusadores, cuando se resuelva a subir a su propio Gólgota.
– Estudiante. Maestro, ¿usted cree que uno por amor a Dios debe soportar las impertinencias de su prójimo o debe defenderse?
– Maestro. Amigo, cada cual se defiende con lo que más fuerte tiene: El patán dando patadas, y el sabio, sabiduría. El sabio sabe perdonar y escucha con resignación al rencoroso, haciéndolo partícipe de su magnanimidad. Se cuenta de Buddha que habiendo sido insultado soezmente por un perverso, a cuyos oídos llegó la noticia de que aquél no se inmutaba ante nada ni ante nadie que, después de recibir el insulto, le dijo:
– “Hijo mío, si tú llevas un presente a una persona y ella no lo acepta, ¿de quién queda siendo ese presente?” Y el rencoroso contestó:
– “Pues mío, ¿de quién más?” El Buddha complacido, le contestó:
– “Te agradezco tu presente, pero no puedo aceptarlo”.
– Estudiante. [Un artesano]. Maestro, ¿qué entiende usted por Reencarnación?
– Maestro. Amigo mío, yo entiendo por Reencarnación, “cambiarse de ropa”.
– Estudiante. Maestro, pero yo me cambio semanalmente de ropa y sin embargo, no comprendo a qué ropa se refiere usted.
– Maestro. Usted me podría decir, ¿quién es usted? [Y aquél contestó]:
– Estudiante. Yo soy un hombre de carne y hueso, que tengo un Alma inmortal.
– Maestro. Caramba amigo, me sorprende que usted piense al revés.
– Estudiante. Maestro, dígame, ¿por qué yo pienso al revés?
– Maestro. Amigo, porque usted se confunde con la ropa. ¿No sabe que usted es un Alma que tiene un cuerpo, y no un cuerpo que tiene un Alma?
– Estudiante. ¿Cómo así, Maestro, yo jamás había puesto atención a ese hecho?
– Maestro. Amigo, nosotros somos Almas y el cuerpo de carne y hueso, es tan solo un vestido de piel hecho por dos sastres de ambos sexos: Tu padre y tu madre, o sea, el vestido de piel de que nos habla la Biblia. Ahora bien, amigo: Si a usted se le daña un vestido de los que usted usa, ¿qué lo hace después de que se daña, es decir, que no le sirve? [Y el interlocutor respondió]:
– Estudiante. Pues sencillamente lo boto a la basura.
– Maestro. Y si quieres reponer tu vestido, ¿qué puedes hacer?
– Estudiante. Pues voy donde el sastre para que me haga uno nuevo, y con él me siento como nuevo.
– Maestro. Y si el vestido de piel se te daña, ¿qué lo haces?
– Estudiante. Pues, Maestro, para el cementerio; eso lo sabe todo el mundo.
– Maestro. Y si quieres reponer ese vestido de piel, ¿a dónde irías?
– Estudiante. Eso sí no lo sé Maestro, a menos que usted me lo diga.
– Maestro. Amigo mío, ya le dije que usted es un Alma y que su cuerpo es su vestido, y que hay necesidad de cambiarse de ropa constantemente, así pues, si usted quiere reponer ese vestido de piel, tiene que ir donde otro par de sastres para que le confeccionen otro vestido de carne y hueso, bien hecho y a su medida.
– Estudiante. Pero Maestro, esto se me hace raro, ¿cómo pueden volverme a hacer otro vestido de carne y hueso? Explíqueme.
– Maestro. Amigo mío, ¿en qué forma le hicieron el vestido de carne y hueso que tiene ahora? [Y el primero sonrió maliciosamente; parece que se hubiera acordado de la unión de sus padres. Y el Maestro haciendo caso omiso del interlocutor continuó]. El amigo es malicioso [risas en el auditorio], en la misma forma en que a usted le confeccionaron el actual vestido de carne y hueso dos seres humanos, un hombre y una mujer, así mismo y en la misma forma, otro hombre y otra mujer, le confeccionarán otro vestido de carne y hueso, bien hecho y a su medida.
– Estudiante. Maestro, yo volando lo haría, pero, ¿cómo hago para tener conciencia de mí, después de muerto?
– Maestro. Amigo cuando usted se quita la ropa, sea para bañarse o sencillamente para cambiarse, usted cuando está sin ropa, ¿no tiene conciencia de sí mismo? [Y el interlocutor contestó]:
– Estudiante. Claro que sí Maestro, porque yo me doy cuenta de que estoy sin ropa.
– Maestro. Usted es una Alma amigo mío, se lo expliqué y no me cansaré de explicárselo, y el cuerpo es tan sólo su vestido de piel, así pues, no hay muerte, sino sencillamente, cambio de vestido, mudarse de ropa, porque el verdadero Hombre es el Alma, y el Alma siempre vive consciente de su propia existencia, y para ella el proceso de nacer y morir no es más que un cambio de ropa; así pues, toda mujer en estado de embarazo o gravidez, lleva dentro de su vientre el Alma de un difunto; así pues, todo niño que nace, es un muerto que resucita.
Los gnósticos cristianos sabemos entrar y salir del cuerpo de carne y hueso en forma consciente y a voluntad, por ello no le tenemos miedo a la muerte. Por ello nuestra sabiduría, precisamente porque recordamos nuestras experiencias de todas nuestras vidas pasadas. Por ello causamos asombro a los que viven en tinieblas.
– Estudiante. Maestro, ¿y cuántas veces se cambia uno de ropa?
– Maestro. Dígame, ¿cuántas veces se ha cambiado usted de ropa en su vida? El interlocutor respondió:
– Estudiante. Miles de veces; tantas que no me acuerdo.
– Maestro. Lo mismo sucede con la ropa de piel, amigo mío. Si tú pudieras recordar todos los vestidos de piel con que te has vestido y desvestido, desde que el mundo es mundo, podrías formar con todos esos vestidos juntos una montaña de cadáveres.
En la misma forma, si tú pudieras recoger toda la ropa que has usado desde que naciste hasta la fecha actual de tu vida, formarías con ella también una verdadera montaña de ropa y de trapos viejos, sin embargo, tú eres el mismo, no has cambiado, a pesar de la innumerable cantidad de ropa que has usado.
Nosotros, los gnósticos, recordamos todas nuestras vidas pasadas y conocemos todas nuestras vidas futuras y sabemos vestirnos y desvestirnos a voluntad.
– Estudiante. Maestro, ¿y hasta cuándo le toca a uno estar vistiéndose y desvistiéndose con ropa de piel?
– Maestro. Hasta cuando lleguemos a la Santidad Perfecta.
– Estudiante. Maestro, a mí me fascina lo que usted dice, pero me queda muy duro abandonar mi sistema sexual porque ya estoy acostumbrado.
– Maestro. Eso mismo dice “Villegas y todo el que llega” y es que “la costumbre hace moda”, amigo mío.
La humanidad cogió la moda de fornicar desde que salió del Paraíso y si quiere volver al Paraíso nuevamente, tiene que tomar la costumbre de no fornicar.
– Estudiante. Maestro, pero, ¿cómo hace uno para no fornicar? Yo tuve un tiempo en que me “aguanté” sin mujer y entonces por las noches me sobrevenían sueños pornográficos y poluciones nocturnas que me estaban descalcificando horriblemente, y de haber continuado con mi abstención sexual, ya hubiera ido a parar al cementerio o a un asilo de enajenados.
– Maestro. Amigo, usted tiene razón, yo conozco también el caso de un religioso en Cúcuta que se sujetó totalmente a su voto de castidad y, como consecuencia, se inflamaron sus glándulas sexuales porque se llenaron en forma exagerada de esperma.
Usted comprenderá que el ser humano come, bebe, asimila, y, en consecuencia, sus vasos seminales se van llenando de esperma, y entonces nos explicamos el caso del religioso de Cúcuta; y como no hubo poluciones nocturnas ya que el religioso era casto de verdad, lo médicos tuvieron que operarlo para extraerle el exceso de esperma.
Pero, si ese religioso hubiera conocido la castidad científica, se hubiera vuelto un verdadero Superhombre, un genio de Dios, con esa cantidad de materia seminal almacenada en sus glándulas.
Pero desgraciadamente, estos conocimientos sobre castidad científica ya los tienen olvidados los religiosos de la época actual; y digo que los tienen olvidados, porque los sacerdotes del cristianismo primitivo, de aquella religión cristiana gnóstica que Pedro fundó en Roma, y a la cual pertenecieron todos los príncipes de la Iglesia Gnoscatólica, tales como: Tertuliano, San Ambrosio, Irineo, Santo Tomás de Aquino, San Agustín, Orígenes, Carpócrates (que fundó varios conventos en España), el Patriarca Basílides, Marco (que cuidó la Unción Gnóstica); Cerdón y muchos otros cristianos primitivos que conocieron a fondo el cristianismo y sus secretos, practicaron a fondo la castidad científica; es decir, la Magia Sexual que nosotros predicamos, propagamos y difundimos, para bien de la humanidad y para mayor gloria de Dios.
– Estudiante. Maestro, quisiera que me dijera, ¿qué relación existe entre los Siete Chacras del Cuerpo Astral y las Siete Iglesias?
– Maestro. Los Siete Chacras del Cuerpo Astral, las glándulas endocrinas y sus correspondientes Etéricos y Mentales, son tan sólo los exponentes puramente animales de los Siete Soles del Íntimo. Estos Siete Soles del Íntimo residen en su Alma de Diamante.
Así pues, cuando decimos que el Kundalini abre las Siete Iglesias bajo la dirección del Íntimo, estamos hablando de la cristificación del Alma de Diamante. Ésta tiene que encender sus Siete Soles y cristificarse totalmente para poder fusionarse con el Íntimo.
El ojo de Brahma tiene la figura de una estrella blanca y resplandeciente que el Maestro lleva en su frente divina. El oído de Brahma es un Sol blanco amarilloso que el Maestro lleva en su laringe creadora. El corazón de Brahma brilla con los colores blancos y azul divinal, en el corazón del – Maestro. Y en el ombligo de Brahma resplandece el fuego solar y por último, los otros tres centros de Brahma brillan como Soles inefables.
El Íntimo tiene sus Siete Iglesias en su Alma de Diamante, y los Chacras Astrales son tan sólo sus exponentes animales; algo así como la sombra de los Siete Soles del Íntimo.
A nosotros los gnósticos no nos interesa el psiquismo inferior ni los Chacras Astrales del Alma Animal, a nosotros sólo nos interesa el Alma de Diamante y el Íntimo.
A nosotros sólo nos interesan los poderes superlativos de la Conciencia; debemos ponerle término al proceso del Alma Animal, y extraer con heroísmo los extractos anímicos de nuestros cuerpos inferiores para asimilar esos extractos anímicos dentro de nuestra Alma de Diamante y realizarnos cada cual como un Brahmín, como un Dhyan-Chohans, como un Pitri Solar.
El Alma de Diamante es el Cuerpo Búddhico o Intuicional, es el Cuerpo del Espíritu de Vida, es el Alma-Espíritu, es Buddhi, la Conciencia Superlativa del Ser, y aunque los Chacras Astrales giren y resplandezcan, ellos no son sino simples y míseras bujías de sebo comparándolos con el resplandor inefable de las Siete Iglesias que el Íntimo tiene localizadas en su Alma de Diamante; ¡dichoso aquél que se libere de los Cuerpos de Pecado!
– Estudiante. [Un matemático]. Dígame Maestro, en síntesis, ¿qué es la Evolución?
– Maestro. La Evolución es el espiral de la vida en progresión infinita. Nosotros somos “focos” de Conciencia que aspiramos a ser cada vez más grandes dentro de la gran Conciencia.
– Estudiante. Maestro, yo no entiendo la vida sino a base de números, así que desde el punto de vista matemático, podría usted decirme, ¿qué cosa es la muerte?
– Maestro. “La muerte no es más que una resta de quebrados”.
[A la vez preguntó al matemático]: ¿Podría el caballero contestarme qué queda después de que se ha hecho una resta de quebrados? [Y el matemático, un poco pensativo, contestó]:
– Estudiante. ¡Quedan los valores!
– Maestro. Esa es la muerte amigo. Muerto el Cuerpo Físico del hombre, quedan los Valores de la Conciencia, los cuales sumados constituyen el Alma del hombre.
– Estudiante. [Un Espiritista]. Maestro, yo tengo un poder hipnótico formidable, he logrado llevar hasta la catalepsia a muchas personas. Con mi fuerza hipnótica rompo un bombillo, y he hecho maravillas.
¿Cómo le parecen a usted mis triunfos?
– Maestro. Amigo mío, esa fuerza vital que usted gasta tristemente en esos deplorables espectáculos, que a nada conducen, debería más bien utilizarla en la práctica de la meditación interior y en esfuerzos de superación incesante. Esos fenómenos son obras del psiquismo inferior del Alma Animal.
Debe usted saber que ningún entendido discípulo de los Maestros se ocupará jamás de esas cosas.
Nosotros tenemos dos Almas: Una Divina y otra Animal. La primera, nos trae hacia el Íntimo; la segunda, hacia las pasiones puramente animales, y hacia al psiquismo inferior, hipnotismo, mesmerismo, etc. [El hipnotista, preocupado preguntó]:
– Estudiante. Maestro, me deja usted sorprendido. Entonces, ¿qué me aconseja?
– Maestro. Yo le aconsejo a usted, amigo mío, que haga una suma total de todos los defectos propios y que luego los acabe a todos, de uno en uno, dedicándole dos meses a cada defecto, pues el que intenta acabar con todos sus defectos al mismo tiempo, se parece al cazador que quiere dar caza a diez liebres al mismo tiempo; entonces no caza ninguna.
Este esfuerzo de purificación incesante, junto con las prácticas diarias de Magia Sexual y meditación interior, lo conducirán hasta el Gólgota de la Alta Iniciación, donde usted se unirá con su Íntimo y se convertirá en Ángel.
Esta labor de autoenaltecimiento espiritual y de perfeccionamiento superativo, es muchísimo más importante que cultivar poderes tenebrosos del Alma Animal y del psiquismo inferior. Esas prácticas de hipnotismo, mesmerismo, espiritismo, etc., sólo conducen a la ruina y a la degeneración moral a quien la práctica.
Un Logos Solar es el resultado de milenarias purificaciones, y cada uno de nosotros está llamado a ser un Logos Solar, un Dios.
– Estudiante. [El Hipnotista]. Maestro, es que yo deseo tener grandes poderes, entonces, ¿cómo hago? – Maestro. No deseéis poderes, ellos son flores del Alma que nacen cuando nos hemos santificado totalmente. “Buscad el Reino de Dios y su Justicia; que todo lo demás se os dará por añadidura”.
Este asunto de andar buscando poderes, ha llevado a muchas personas a la Magia Negra y al manicomio. Nosotros los gnósticos no deseamos poderes, nos preparamos para recibirlos por medio de incesantes purificaciones.
– Estudiante. [Un Espiritualista]. Maestro, ¿cuál es el mantram para despertar la Intuición?
– Maestro. El mantram para despertar la Intuición se escribe así: Om Mani Padme Jum, y se pronuncia así: OM MASI PADME YOM. Es decir silabeando cada letra así: OOOMMM MMMAAASSSIII PAAADMMMEEE YOOOMMM y significa: “Yo estoy en tí y tú estás en mí. Yo soy la joya de loto y en él permaneceré”. Ésta es una plegaria al Íntimo. Él es nuestro Padre que está en secreto, nuestro Espíritu individual, nuestro Real Ser.
En lenguaje cristiano, Om Masi Padme Yom podría expresarse con la séptima frase que pronunció el Maestro en el Gólgota: “¡Padre mío en tus manos encomiendo mi Espíritu!”. Om Masi Padme Yom, se debe pronunciar con el corazón, y sumergido en profundo recogimiento, adorando al Íntimo, amando al Íntimo, en meditación profunda… Y así despertará la Intuición, y el cristiano aprenderá a conversar con su Padre que está en secreto.
– Estudiante. [Un discípulo]. ¿Podría el Maestro explicarme algo sobre la venida del Espíritu Santo y la Pentecostés?
– Maestro. Con mucho gusto amigo: Observando cuidadosamente la Biblia, veremos que el acontecimiento de la Pentecostés en el que los apóstoles recibieron el Espíritu Santo, vino después del Sacrificio del Gólgota, y esto es muy significativo.
Cuando ya el gnóstico ha pasado por el Gólgota de la Alta Iniciación, deberá seguir practicando Magia Sexual con su esposa-sacerdotisa, por dos motivos: El uno, por mantener la armonía de su hogar, pues la relación sexual entre marido y mujer es indispensable, y esto lo comprende cualquier persona que viva vida conyugal; y lo otro, para recibir el Espíritu Santo de Pentecostés.
El fuego del Kundalini es el fuego del Espíritu Santo, y éste sale fuera después de abrirse paso por la parte superior del cráneo, a través de cierto orificio etérico, el cuál siempre permanece cerrado en personas comunes y corrientes.
Cuando ya el fuego del Kundalini sale fuera del cuerpo humano mediante supremos esfuerzos de Magia Sexual, entonces asume la figura de una Paloma Blanca entre una llama de color azul.
Esa Paloma Blanca es el Espíritu Santo, que nos ilumina con la omnisciencia del Fuego Sagrado del Kundalini; ya he explicado que el Kundalini es el mismo fuego del Espíritu Santo. Al recibir el Espíritu Santo, el Kundalini se convierte en Instructor omnisciente del Maestro, lo guía sabiamente y el Maestro es Hijo del Espíritu Santo, porque es Hijo de la Magia Sexual, por ello, el Espíritu Santo se apareció en forma de una Paloma sobre el Cristo en el instante en que éste era bautizado en el Jordán, y por ello, dijo: “Éste es mi Hijo muy amado en el cual he puesto toda mi complacencia”.
Esa Paloma Blanca flota sobre la cabeza de todo Maestro y lo enseña y guía con su omnisciencia, y así el Kundalini se convierte en Instructor, cuando hemos dominado la bestia totalmente.
Al salir el fuego del Kundalini fuera del Cuerpo Físico, Jehovah entrega al Maestro una joya sagrada profundamente simbólica.
Veamos los versículos 1, 2, 3, 4, del Capítulo 2, de los Hechos:
“Y como se cumplieron los días de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos”.
“Y de repente vino un estruendo del cielo como de un viento recio que corría, el cual hinchió toda la casa donde estaban sentados”.
“Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, que se asentó sobre cada uno de ellos”.
“Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, como el Espíritu les daba que hablasen”.
Esas lenguas de fuego sobre cada apóstol, es el Kundalini de cada apóstol; es la Fuerza Sexual, es el Fuego Sagrado de la castidad; son los átomos de la omnisciencia.
Así pues, el Maestro es Hijo del Espíritu Santo; es Hijo de la Fuerza Sexual; es Hijo de la Serpiente Ígnea del Kundalini.
Cuando el fuego del Espíritu Santo enciende los átomos del lenguaje situados en la región seminal, el Maestro recibe el don de lenguas y así parla entonces todos los idiomas del mundo.
Los grandes clarividentes podemos ver, que sobre la cabeza de todo Maestro existe una llama de color azul, y entre esa llama, la figura de una Paloma Blanca.
Los átomos omniscientes del Espíritu Santo, o energía sexual llamada “Kundalini” en Oriente, asumen la bella figura de la Paloma Blanca, para iluminar y guiar al Maestro.
Así pues, el Maestro es Hijo del Kundalini. El Maestro es Hijo de la energía sexual. El Maestro es Hijo del Espíritu Santo. Y éste exclamó: “Éste es mi Hijo muy amado, en el cual he puesto toda mi complacencia”.
– Estudiante. [Un comerciante]. Maestro, yo ante todo soy un hombre práctico, y sobre todo, lo que yo necesito es dinero, porque he llegado a la convicción de que sin dinero no se puede vivir. Yo aceptaría su enseñanza si ella me sirviera para conseguir dinero y más dinero.
– Maestro. No me explico cómo el caballero se atreve a llamarse a sí mismo “hombre práctico” por el hecho de amar tanto al dinero. ¿Puede acaso llamarse “práctico” al crearse tantos problemas? [Y el comerciante, interrumpiendo al Maestro, le dijo]:
– Estudiante. Maestro, ¿pero es que con dinero no hay problemas? [Y el Maestro continuó]:
– Maestro. Si el dinero no crea problemas, ¿entonces por qué el mundo tiene tantos problemas habiendo tanto dinero? Y continuando el Maestro dijo: ¿Puede llamarse “hombre práctico” quien pasa una vida acumulando dinero, para al fin y al cabo no podérselo llevar a la tumba, sino que mas bien, viene a servir su tesoro para traer el conflicto entre sus herederos? ¿No sabe que el dinero que se acumula con tanto empeño y privaciones, muere con su dueño, ya que pasa a poder de otras manos, y generalmente son de ojos que lo han estado mirando con codicia y luego lo gastan con desprecio? ¿Puede ser esto práctico?
– Estudiante. Maestro, a mí siempre me gusta lo que me alegra y divierte, y sus enseñanzas, francamente, ni me distraen ni me divierten, porque si yo quiero reírme, voy al cine a ver a Cantinflas; si quiero saber la información del momento, leo la prensa; si quiero erudición, leo el Diccionario Enciclopédico; así, me distraigo, me informo y obtengo erudición. ¿Entonces para qué quiero sus enseñanzas?
– Maestro. Caballero, entiendo que a usted lo que le interesa es divertirse; y en esto de diversiones, veo que usted no es perito, porque si fuera perito en diversiones, ya hubiera usted descubierto detrás de todas esas poses de comediantes, el truco que le sirve de base a todo eso; en consecuencia, ya no se reiría, sino más bien sentiría compasión por la persona que le brinda las payasadas, al descubrir que dentro del Alma de aquel cómico, se encierra el dolor que acompaña a todo ser humano, y que las poses que le brinda, no tiene otro objetivo que los portamonedas que busca el actor, sabe Dios, para resolver cuántos problemas y cuántas tragedias de su vida privada.
Ya ve usted que no es perito en diversiones, ni sabe divertirse. Porque si usted supiera divertirse, se recrearía con la música de Chopin, con la de Beethoven o con la de Liszt, y gozaría usted de veras al leer el “Hamlet” de Shakespeare, el “Fausto” de Goethe; entonces sí sería usted perito en diversiones, porque aprendería a sonreírse con las ocurrencias de Mefistófeles o con el Jorobado de París o con las de Molière y sus caricaturas, mientras que ahora sólo sabe carcajearse como dijo el gran poeta Julio Flores: “Como un loco de atar, como un idiota”.
– Estudiante. Maestro, la vida espiritual es muy bella. Pero uno, con esta vida tan difícil y tan dura, tiene primeramente que ver por su mujer y por sus hijos, y esto no le permite a uno dedicarse a la vida espiritual que usted predica.
– Maestro. El amigo está cometiendo un error gravísimo al querer establecer un abismo entre la vida espiritual y la vida material; y es que el caballero no se da cuenta de que la vida cotidiana con su trabajo brutal es precisamente el taller donde trabaja el Íntimo, y la maravillosa escuela donde el Alma adquiere y perfecciona todas sus facultades. Aquél que desprecia esta maravillosa escuela, no es espiritualista.
– Estudiante. [Un Espiritista-Comunista-Cristiano-Intelectual]. ¿Por qué en la página 29 de tu libro “El Matrimonio Perfecto”, dices que hay Almas irredentas? Yo te digo que si Dios crea Almas para que no se salven, ese Dios sería malo, lo cual no es así. Como verás, tu aseveración está muy mal.
– Maestro. Amigo, un Maestro expone sus vivencias, es decir, lo que ve, toca y palpa, para que otros al igual que él hagan lo mismo.
Usted tiene sus razones y las expone, y hasta puede convencer a miles de oyentes en lo que usted afirma, pero el mundo sigue lo mismo, en nada se modifica, porque usted y los que a usted lo siguen creen que están en la razón; yo por el momento me limito a decirle que la “razón” es un instrumento del Alma Animal y como tal, presenta argumentos y formas concluyentes que parecen verdad.
Real es aquello que uno mismo experimenta. Nadie puede experimentar raciocinios ni teorías, ni vana palabrería insubstancial de charla ambigua; el Maestro es una piedra inconmovible, por lo tanto, él expone la verdad y guarda silencio dejando a los demás, el trabajo de meditar y hasta combatir lo que él afirma.
El intelectual juega con los raciocinios y palabras, como un niño con sus juguetes, pero la Piedra de la Verdad no juega, ella es la base fundamental de la sabiduría.
La Verdad es la Piedra Filosofal, y la Piedra Filosofal es el Íntimo del Hombre, por ello, Cristo le dijo a Pedro: “Tú eres Pedro, que quiere decir piedra, y sobre ésa piedra, edificaré mi Iglesia”.
Cristo no dijo que su Iglesia la fundamentaría sobre los Cuerpos: Astral o de Deseos, Vital, Físico ni Intelectivo que pertenece al Cuerpo Mental, sino “sobre la Piedra”, es decir, sobre el Íntimo.
Ahora, si usted quiere confirmar (no le digo evidenciar porque usted todavía no ha despertado positivamente sus facultades internas) lo que yo afirmo en la página 29 del “Matrimonio Perfecto”, busque los documentos de las Sagradas Escrituras. Veamos los versículos: 23, 24, 25, 26, 27 y 28 del capítulo 13 de San Lucas:
“Y díjole uno: Señor, ¿son pocos los que se salvarán? Y él les dijo: «Porfiad a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar y no podrán»”.
“Después que el padre de familia se levantare y cerrare la puerta y comenzareis a estar fuera, y llamar a la puerta, diciendo: «¡Señor, Señor, ábrenos!» ; y respondiendo os dirá: «No os conozco de dónde seáis»”.
“Entonces, comenzaréis a decir: «Delante de tí hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste»”.
“Y os dirá: «Dígoos que no os conozco de donde seáis; apartaos de mí todos los obreros de iniquidad. Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando vierais a Abraham, y a Isaac, y a Jacob, y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros excluidos»”.
La interpretación que nosotros damos a este documento fidedigno, está sabiamente corroborado por la Maestra Blavatsky en las últimas páginas del sexto volumen de la “Doctrina Secreta”, cuando nos habla sobre el Avitchi.
El Espiritualista algo preocupado, interrumpió nuevamente diciendo:
– Estudiante. Maestro: Yo quisiera que usted me dijera claramente, ¿qué es lo que logra salvarse de las Almas perdidas, cuando éstas caen en el Abismo?
Con mucho gusto contestaré su pregunta: Cuando las Almas demonios caen en el Abismo, sólo se salva el Real Ser, formado por Atman-buddhi; pero el “Yo” psicológico se desintegra en el Abismo a través de los Aeones y de los siglos, y en forma lenta y terrible, soportando las angustias más espantosas entre el llanto y el crujir de dientes, ese es el horrible final de las Almas infernales.
El final de las Almas malvadas es horrible: tinieblas, llanto y desesperación, ese es su desastroso final. De esa horrible desgracia sólo se salva el Íntimo, es decir, el Espíritu, Atman-buddhi (hablando en lenguaje oriental).
Estos dos principios superiores del hombre son eternos, pero actualmente existen en carne y hueso muchas Almas infernales ya separadas totalmente de su Real Ser y muchas de esas Almas malvadas son de brillantísima intelectualidad.
Existen damas de belleza extraordinaria y caballeros distinguidísimos de la alta sociedad, ya totalmente separados de sus Íntimos; esa clase de personas irán al Abismo inmediatamente que mueran, sin consideración ninguna; esa es la Muerte Segunda de que nos habla el Apocalipsis. Y de nada les servirán los novenarios, ni misas de réquiem, porque el Abismo es el Abismo.
– Estudiante. Maestro, ¿por qué usted para escribir no requiere libros de consulta, ni Diccionarios Enciclopédicos, ni posee biblioteca alguna?
– Maestro. Porque no soy intelectual ni quiero serlo. El intelecto es totalmente deficiente como facultad cognoscitiva. El intelecto se nutre de las percepciones sensoriales objetivas y con esas sensaciones elabora sus conceptos de contenido (de lo que contienen sus sensaciones).
Si el ser humano tuviera todos sus sentidos desarrollados, abandonaría el intelecto, porque se daría cuenta exacta de que la información intelectiva es limitada y sólo se basa en cinco de los doce sentidos que tiene el hombre. Mas como el hombre es todavía un embrión, utiliza el intelecto como fuente de información cognoscitiva, pero los que ya hemos desarrollado los siete sentidos restantes no necesitamos del intelecto para nada, y miramos con piedad a los intelectuales; ellos son para nosotros, los gnósticos ocultistas, algo así como las escuelas de enseñanza primaria, como el perfume del pasado, como las borrosas imágenes de nuestros abuelos.
– Estudiante. Maestro, en sus enseñanzas da usted la sensación de que en la Luz Astral queda escrita la verdadera historia de todo lo que se sucede en el gran teatro del Universo, y que con nuestro Cuerpo Astral podemos evidenciarlo. ¿Esto es así?
– Maestro. Realmente, la Luz Astral es el depósito de todas las formas, pasadas, presentes y futuras de la Naturaleza, y ciertamente podemos evidenciarlo si aprendemos a movernos conscientemente con el Cuerpo Astral; pero estas cosas, amigo mío, realmente no son para estos tiempos, porque las gentes de estos tiempos no creen sino en la carne, el sebo y la manteca, porque la compran y la venden. Sucede que miran con desprecio el Cuerpo Astral y lo consideran como un remanente del pasado, como algo sin importancia.
– Estudiante. Y usted, ¿qué dice Maestro?
– Maestro. La Naturaleza no hace nada inútil, amigo mío. Verdaderamente, da vergüenza pensar cómo estas gentes que se dicen espiritualistas, desprecian las magníficas obras del Creador. En la India, por ejemplo, hay ascetas morbosos que moran en los bosques más profundos y torturan su Cuerpo Físico, y lo desprecian, y hasta se hacen eunucos, para así no sentir deseos pasionales; otros místicos morbosos se lanzan al Río Ganges y perecen ahogados, y otros se lanzan debajo de las grandes ruedas de los carros de los Dioses durante las procesiones de Shiva, Vishnu y Brahma, dizque por desprecio del Cuerpo Físico, y así, en esta forma negativa, liberarse. En cuanto a las Escuelas de Occidente, en forma análoga cometen estos mismos errores al despreciar su organismo Astral.
Nosotros, los gnósticos, realmente somos positivistas y sabemos que la Naturaleza no hace nada inútil, y cuidamos, perfeccionamos y desarrollamos los siete maravillosos instrumentos del hombre, para extraer de ellos el máximo de provecho y la más profunda sabiduría, en forma de extractos anímicos.
– Estudiante. [Un letrado]. ¿En qué Revelación o Teosofía basa usted su Doctrina?
– Maestro. El caballero, en la misma pregunta formulada, tiene la contestación, pues, mi Doctrina se basa en el conocimiento revelado que todo el mundo pueda obtener de su Maestro interior (el Íntimo).
Este Conocimiento Divinal se llama “Teosofía”, es decir Sabiduría Divina. “Teo” significa “Dios” y “Sophía”, “Sabiduría”.
La meditación constituye nuestra técnica; y quien se hace atleta en meditación, puede obtener el Conocimiento Revelado o Teosofía. Y es en esta clase de Conocimiento interior que yo baso mi Doctrina, la cual puede ser obtenida, directamente, por todo aquél que se tome el trabajo de desarrollar las Facultades Superlativas del Ser, por medio de la técnica científica de la meditación.
No hay que confundir la “Teosofía”, en la que yo fundamento mi Doctrina, con el teosofismo escolástico y morboso.
Esta “Teosofía o Sabiduría Divina” no es de mi exclusiva propiedad, y cada cual la puede adquirir por su propia cuenta y sin necesidad de mi intervención personal, porque ella es Cósmica y Universal, y el Íntimo de cada persona es el celoso guardia de esa arcaica sabiduría. Lo importante es convertirse en una atleta de la meditación para recibir ese conocimiento, directamente, del propio Maestro interior de cada cual, es decir, de su Íntimo.
– Estudiante. [El letrado]. ¿Con qué autoridad predica usted tales enseñanzas?
– Maestro. Caballero, mientras el hombre esté coaccionando su mente con el complejo de autoridad y de tradición, será un esclavo. Esos complejos son trabas que incapacitan a la mente para comprender la vida libre en su movimiento. La autoridad y la tradición constituyen bancos pétreos a los cuales se ancla el barco de la mente, y se incapacita para pensar por sí mismo y para comprenderse a sí mismo y aún incapacita como instrumento concientivo del Ser.
Mientras la mente del ser humano esté enredada dentro de complejos de autoridad y tradición, el hombre será esclavo del pasado y no podrá comprender el instante eterno de la vida libre en su movimiento.
Autoridad es explotación, y si el caballero defiende alguna autoridad y la preconiza, en ello hay explotación. Aquél que desarrolla la intuición, aquél que despierta las Facultades Superlativas de la Conciencia, recibe el Conocimiento Divinal y no necesita para ello afianzarse en los bancos anticuados de supuestas autoridades.
– Estudiante. [El letrado]. ¿Cómo explica usted la creación misma de Dios y del Universo, ya que las Almas fueron creadas por el Ser Supremo, y no pueden ser partículas de divinidad porque lo creado no puede ser Creador?
– Maestro. El caballero está confundiendo el Alma con el Espíritu. Un Alma se tiene y un Espíritu se es. Sería mejor afirmar que el Espíritu es un fragmento o partícula de una divinidad particular, porque lo primero se basa sólidamente en la Conciencia Cósmica, la cual es inherente a la vida, como ser la humedad inherente al agua, mientras lo segundo sería una antropomorfización de lo divinal en la forma de un Dios particularizado, lo cual sería idolatría.
Las Almas no han sido jamás creadas por un Ser Supremo; ellas son simplemente el resultado de la experiencias milenarias que el Espíritu ha adquirido a través de las edades, es decir, el extracto concientivo de todas las experiencias adquiridas por el Espíritu, a través de formas cada vez más perfectas dentro de un instante eterno.
El caballero hace en su pregunta, una distinción entre creación y creador, lo cual es manifiestamente absurdo, porque crear significa hacer algo nuevo y Salomón dice “Nil novi sub sole” (no hay nada nuevo bajo el Sol). No existe creación; lo que existe es transformación. Cada fragmento del Absoluto, en nosotros, aspira a conocerse a sí mismo; y este autoconocimiento de sí mismo, se realiza mediante las experiencias incesantes de la vida, por medio de las cuales el Espíritu adquiere conciencia de sí mismo, es decir: Alma. Y cuando ya éste Alma ha llegado al Summum de todas las perfecciones, entonces, es absorbida por el Íntimo y éste se convierte por tal motivo en un Maestro del Cosmos.
– Estudiante. [El letrado]. Dígame, ¿los Valores de la Conciencia son propios del principio vital o de la Conciencia anímica? Yo quiero que me explique esto.
– Maestro. Caballero: Los biólogos conocen la biomecánica de los fenómenos orgánicos, pero… ¿qué saben ellos del fondo vital? Nosotros sí conocemos a fondo los principios vitales del organismo humano y los funcionalismos más diversos de la Conciencia; jamás confundimos nosotros los principios vitales con los Valores de la Conciencia; mas sí conocemos a fondo las interrelaciones entre los Valores de la Conciencia, los principios vitales y las hormonas. Por ejemplo: Un enamorado exalta su energetismo interior o principios vitales actuando por medio de ellos sobre las substancias de las glándulas endocrinas, produciéndose una gran cantidad de genes y cromosomas, los cuales vienen por último a convertirse en espermatozoos.
El enamorado, debido a la exaltación de su energetismo interior, estimula subconscientemente a sus glándulas endocrinas hacia una superfunción, cuyo resultado es una gran producción hormonal.
Así vemos, pues, muchas veces, a un anciano decrépito llenarse de lozanía y vitalidad después de estar enamorado, y ello se debe a la superproducción de hormonas que han entrado en la circulación sanguínea, gracias a la exaltación de sus principios vitales, durante la euforia de los Valores trascendentales de la Conciencia del Alma de un enamorado. Los Valores de la Conciencia son pues, del Alma y no de los principios vitales que animan al organismo.
– Estudiante. [El letrado]. Al ser extinguida la especie humana por enfriamiento del Sol o por choque de la Tierra con un astro, las Almas, como partículas de Dios, ¿a dónde van al no ser reencarnadas? – Maestro. Caballero, los científicos afirman que el Sol se va enfriando y a ser ello así, llegaría el día en que la Tierra se enfriaría totalmente y se extinguiría la raza humana. Pero ello no es así, el Sol no se está enfriando, lo que se está es eterizando y sutilizando simultáneamente con la Tierra, pues ésta también se está eterizando y sutilizando junto con todos los seres vivientes que viven en ella.
Esto lo saben los ganaderos y agricultores que viven en contacto más estrecho con la Naturaleza.
Los ganados de hoy no tienen el mismo peso y volumen de 50 o 100 años atrás, y las matas de plátano u otros productos agrícolas, ya no tienen tampoco el mismo volumen.
Cuando Cristo desencarnó en el Gólgota, penetró hasta el corazón de la Tierra y la tomó por cuerpo, y esa fue la causa del terremoto de aquel Viernes Santo, porque el Cuerpo Astral del Cristo, chocó con el Cuerpo Astral de la Tierra y el resultado fue el terremoto. Desde aquel día, Él está sutilizando y eterizando la Tierra con los rayos electromagnéticos de la Aurora Boreal. La Tierra es el Cuerpo de Cristo.
Estos rayos salen del corazón de la Tierra, y son los rayos del Cristo. El Éter inundará el aire y entonces todo esto que hoy preconizo, se hará visible y tangible en el aire para el mundo entero.
El azul del cielo, y el azul que vemos en las lejanas montañas, es Éter. En este elemento de la Naturaleza se están transmutando las duras rocas y las gigantescas montañas, los valles profundos y los mares inmensos. El mismo cuerpo del hombre y los cuerpos de todas las especies que pueblan el planeta, se eterizarán totalmente, y por ello es que el apóstol Juan en el Apocalipsis, nos habla de la Jerusalém Celestial. Esta Jerusalém Celestial, será nuestra Tierra Etérica del futuro, que tendrá el mismo color azul que vemos en las lejanas montañas.
“Y vi un cielo nuevo, y una tierra nueva: porque el primer cielo, y la primera tierra se fueron, y el mar ya no es”.
“Y yo, Juan, vi la Santa Ciudad, Jerusalém nueva, que descendía del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa, ataviada para su marido”. (Ap. 21: V: 1-2).
En aquel entonces, la luz del Sol será innecesaria para nosotros, porque cada cual se iluminará con su propio Aceite Espiritual.
“Y allí no habrá más noche; y no tienen necesidad de lumbre de antorcha, ni de lumbre de Sol: Porque el Señor Dios (el Íntimo) los alumbrará: y reinarán para siempre jamás”. (Ap. 22: V: 5).
La Tierra es pues, el Cuerpo Físico de un Gran Genio (el Cristo). Ahora se explicará el caballero que me hizo esta pregunta, el por qué es imposible que la Tierra choque contra otro cuerpo celeste en el espacio.
Cada astro en el espacio es el organismo físico y material de un Ángel Estelar, por ello es imposible que la Tierra choque; si eso fuera posible, ya hubiera chocado; habiendo transcurrido tantos millones de años.
– Estudiante. ¿A dónde van las Almas malas después de la muerte? Jesús dijo: “En verdad te digo que hoy mismo te verás conmigo en el Paraíso”. También dijo: “Y tú a las tinieblas exteriores”. Así Jesús niega la Reencarnación. ¿Qué dice usted Maestro?.
– Maestro. Ni hay tal muerte, ni las almas se van para ninguna parte. Ese problemático “más allá” ha sido el rompecabezas para muchos, y al amparo de ese problema, han surgido innumerables sectas religiosas con todas sus más diversas formas de explotación.
No hay tal “más allá”; el infinito y la eternidad están dentro de nosotros mismos, aquí y ahora. La vida es siempre un instante eterno, y ni el tiempo ni el espacio existen. Somos nosotros mismos quienes hemos dividido el instante eterno de la vida, entre un pasado y un futuro.
El espacio es también otra ilusión porque todo está dentro de nosotros mismos aquí y ahora.
Ya don Emmanuel Kant el gran filósofo alemán, dijo en su “Crítica de la razón pura”: “lo exterior es lo interior”.
Así pues, filosóficamente hablando, puedo a usted contestarle su pregunta diciéndole que, las Almas malas se surmergen dentro de la Luna Negra, pues nada está fuera, todo está dentro de nosotros mismos; “lo exterior es lo interior”.
Cuando un Alma abandona el cuerpo, no hace sino adentrarse dentro de sí misma, aquí y ahora; cuando la química de los rayos solares haga visible el Éter de la atmósfera, entonces las Almas de los muertos serán visibles tangibles para todo el mundo, y en consecuencia, lo negocios fructíferos a la sombra del problemático “más allá”, pasarán de moda.
Cuando Cristo en el Gólgota dijo al Buen Ladrón “De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el Paraíso”, no tuvo para nada en cuenta el concepto tiempo, inventado por los hombres.
Para entender nosotros esta contestación que el Cristo dio al Buen Ladrón, veamos en los versículos 15 y 16, del Cap. 11 del Apocalipsis la contestación que buscamos: “Y el séptimo Ángel tocó la trompeta, y fueron hechas grandes voces en el cielo, que decían: «Los Reinos del Mundo han venido a ser los Reinos de nuestro Señor, y de su Cristo: y reinará para siempre jamás»”.
“Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus sillas, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios”.
Para comprender el sentido de la súplica hecha por el Buen Ladrón, veamos el versículo 42 del Capítulo 23 de San Lucas:
“Y dijo a Jesús: «Acuérdate de mí cuando vinieres a tu Reino»”.
El Buen Ladrón dijo: “Vinieres a tu Reino”; él no dijo cuando “vayas a tu Reino”, sino cuando “vinieres a tu Reino”. ¿A qué Reino se refería, pues, el Buen Ladrón? “Diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu grande potencia, y has reinado” (Apocalipsis 11: V: 17).
Por estos versículos bíblicos nos damos cuenta exacta de las palabras del Buen Ladrón: “Señor, acuérdate de mí, cuando vinieres a tu Reino” y de la sabia contestación del Maestro: “De cierto te digo, que hoy estarás conmigo en el Paraíso”. Con ello el Buen Ladrón prueba que él conocía la reencarnación, y que no ignoraba que el Maestro volvería en Cuerpo Etérico a su Reino: La Tierra Etérica del futuro.
Nosotros llamamos tiempo a la transición de uno a otro Estado de Conciencia; pero los Estados de Conciencia se suceden unos a otros dentro de un eterno ahora.
El Buen Ladrón conocía la luz de la reencarnacion y sabía que el Cristo tenía que volver a “su Reino”: la Tierra Etérica, “la Nueva Jerusalém”, y por ello le pidió ayuda al Maestro.
Si hacemos abstracción del concepto tiempo, el hecho mismo de arrepentirse totalmente significa estar “hoy mismo en el Paraíso”. Nosotros podemos volvernos “ahora mismo al Paraíso”.
El retorno, la reencarnacion o reencarnificación fue conocida por todos los pueblos antiguos, y Cristo la enseñó en secreto a sus 70 discípulos y la confirmó públicamente en los versículos: 10, 11 y 13, del Capítulo 17 de San Mateo. Veamos:
“Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué dicen pues los Escribas que es menester que Elías venga primero?” (Mt. 17: V:10).
Por esta pregunta podemos entender que los Escribas aguardaban a Elías nuevamente, es decir, aguardaban que Elías se reencarnificara o reencarnara nuevamente. Es decir, los Escribas conocían la luz de la reencarnacion, como se desprende del versículo en cuestión.
“Y respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías vendrá primero, y restituirá todas las cosas”.
“Mas os digo, que ya vino Elías, y no le conocieron; antes hicieron en él todo lo que quisieron: así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos”.
“Los discípulos entonces entendieron, que les habló de Juan el Bautista” (Mt. 17: V:11-13).
Por estos versículos nos damos exacta cuenta de que los discípulos entendieron que les habló de Juan el Bautista, es decir, Cristo les explicó que Elías ya había vuelto y que era el mismo Juan Bautista. Juan Bautista, es pues, el mismo Elías, reencarnado nuevamente.
El caballero que me hizo la pregunta no tiene pues ninguna relación sólida para su pregunta.
Yo soy matemático en la investigación, y exigente en la expresión.
– Estudiante. Si se castigan las Almas como partículas o partes de Dios, entonces Dios se castiga a sí mismo.
Al Alma como partícula de Él, le da libre albedrío y castiga las malas acciones. ¿Cómo ve usted estos autocastigos?
– Maestro. Caballero, Dios quiere la felicidad de sus hijos, y como no los quiere esclavos, les da libre albedrío. Pero, ¿qué culpa tiene Dios, por ejemplo, de que usted se de un baño de sol y le sobrevenga por ello una insolación? ¿Qué culpa tiene Dios de que el caballero se tome unas cervezas y luego, embriagado, se caiga y se fracture una pierna? ¿Qué culpa tiene Dios de que usted se dé un baño excesivamente largo y se resfríe?
La violación de toda ley natural trae dolor, y Dios no es culpable de que sus hijos violen sus leyes. Toda causa produce su efecto inevitable, y las causas malas producen malos efectos.
El hombre mismo se vive condicionando diariamente a sí mismo con sus propios actos, y cada reencarnación es una repetición de la pasada reencarnación, más las consecuencias buenas y malas de los pasados actos y pensamientos. Nadie nos traza nuestro destino, somos nosotros los autores de nuestros destinos, y los “Agentes del Gobierno Mundial”, o Señores del Destino, son únicamente los Jueces de la Ley.
– Estudiante. He visto muchos Dioses. Esto es politeísmo. Dios dijo: “No tendrás otros Dioses delante de mí”. Isis, Marte, Mercurio y otros, son Dioses de fábula greco-latina. Si Mercurio es un Dios, la Tierra podría ser Diosa.
– Maestro. Caballero: Ya dije que la Tierra es el cuerpo de un Gran Ser que es el Cristo. También afirmé que cada astro del firmamento es el Cuerpo Físico de un Ángel Estelar o Dios Planetario. Y esta misma ley podemos aplicarla también al átomo, pues cada átomo es un trío de materia, energía y conciencia, lo mismo que cada astro del espacio.
“Tal como es arriba, es abajo”: La Ley de las Correspondencias y de las Analogías entre el macrocosmos y el microcosmos reina en todo el Universo.
Así, pues, cada átomo, cada hombre y cada estrella, tiene Cuerpo, Alma y Espíritu; esta es una Ley Cósmica, la Trinidad es la base de la Cosmicidad.
El átomo quiere ser hombre, y el hombre quiere ser estrella, y así vive la vida en un eterno progreso infinito dentro del eterno ahora. Nosotros somos “focos” de Conciencia que aspiramos a ser cada vez más grandes dentro de la Gran Conciencia.
Veo que el caballero habla despectivamente de los mitos sin haberlos jamás analizado ni mucho menos comprendido. Un mito es un cofre sagrado dentro del cual se encierran grandes verdades Cósmicas. Marte, Mercurio, Júpiter, Venus, Saturno, Luna y Sol, son sencillamente los Cuerpos de siete Espíritus que están delante de trono de Dios (el Logos de nuestro Sistema Solar).
“Juan a las siete Iglesias que están en Asia: Gracia sea con vosotros, y paz del que es y que era y que ha de venir, y de los siete Espíritus que están delante de su trono”. (Ap.1:V: 4).
“Y tenía en su diestra siete Estrellas: y de su boca salía una espada aguda de dos filos. Y su rostro era como el Sol cuando resplandece en su fuerza”. (Ap. 1: V:16).
A estos siete Ángeles les llamamos “Dioses”, pues son infinitamente superiores al Hombre, aunque ellos también fueron Hombres de otras manifestaciones Cósmicas.
– Estudiante. Toda religión tiene su Cuerpo de Doctrina: El cristianismo tiene el Credo, y como plegaria, el Padre Nuestro. ¿Cuál es el Cuerpo de Doctrina de su religión?
– Maestro. Caballero, yo no he venido a fundar ninguna religión y el Cuerpo de la Doctrina que preconizo, es el mismo hombre y la Doctrina que enseño, está dentro del mismo hombre. Ya le entregué a la humanidad dos libros: “El Matrimonio Perfecto” y “La Revolución de Bel”. El que se sujete pacientemente a las prácticas que yo entrego en estos libros, podrá ver y tocar todo lo que yo enseño públicamente, porque la Doctrina que yo preconizo está dentro del mismo hombre. Desgraciadamente, el hombre sólo piensa en explotar a sus semejantes, y no se le ocurre a nadie explotarse a sí mismo. El hombre que aprenda a explotarse a sí mismo se convierte en un Dios.
Esta Doctrina os la envía la Logia Blanca. Yo, Samael Aun Weor, soy un Maestro y un Mensajero de la Logia Blanca, que es Colegio de Iniciados al cual pertenecen “Los Hermanos Mayores de la Humanidad”: Cristo, Buddha, Mahoma, Gandhi, Francisco de Asís, Antonio de Padua, Lao T’se, Rama, Krishna, Juana de Arco, Conde San Germán, Paracelso, Kuthumi, o sea, Pitágoras, Platón, Aristóteles, etc.
– Estudiante. [Un astrólogo]. ¿Podría el Maestro decirme qué concepto tiene sobre la astrología?
– Maestro. Con mucho gusto caballero: La astrología es tan sólo el cuerpo físico de la Astro-teurgia.
La astrología es con respecto a la Astro-teurgia, lo que el cuerpo físico con respecto al Íntimo”.
Jámblico, el gran teúrgo, invocaba a los Dioses Planetarios y los materializaba en el plano físico para hablar con ellos.
En el corazón de toda estrella o planeta, existe un Templo donde mora y trabaja el Ángel Estelar o Dios Planetario, pues cada estrella es el Cuerpo Físico de un Ángel Estelar. Y si el gnóstico quiere aprender a conversar con los Dioses Planetarios necesita despertar los Poderes Superlativos de la Conciencia por medio de las más severas prácticas de meditación interior.
Dharana o Concentración, Diana o Meditación, y Samadhi o Éxtasis, son los Tres Peldaños de la Iniciación.
A través de la augusta contemplación interior actualizamos los poderes de nuestro Principio Búddhico o Intuicional, y así, despojados del Alma Animal penetramos en los Templos de los Dioses Planetarios, y aprendemos de ellos la Sabiduría Sideral y la Astro-química que les permite a los Dioses trabajar en el gran laboratorio alquimista de la Naturaleza, transmutando fuerzas y actualizando acontecimientos Cósmicos dentro del reloj sideral.
Los astrólogos saben cómo caminan los Dioses Estelares, pero no saben cómo trabajan los Dioses Estelares.
Los astrólogos y las mujeres son totalmente superficiales, porque tanto unos como otros, sólo saben vigilar los pasos ajenos y el exterior de los demás. ¿Pero qué saben los astrólogos sobre los poderes divinos de los Ángeles Estelares? ¿Pero qué saben los astrólogos sobre la química de los rayos siderales que transmuta esencia y provoca cambios y acontecimientos? Que lo sepan los astrólogos, y que lo sepan ahora mismo, que nosotros los Maestros de la Fraternidad Blanca, trabajamos en esta gran fábrica de Dios, bajo la dirección personal de los Dioses Planetarios, y que los acontecimientos que se suceden en el Mundo Físico, son tan sólo el resultado de la Teurgia y de la Astro-química que nosotros manipulamos en los Mundos Internos para impulsar la evolución espiral de la vida.
Yo, Samael Aun Weor, soy el gran Avatara de Acuario, pero tengo que obedecer estrictamente las órdenes de un gran Ángel Planetario que mora en el Templo Corazón de una estrella del firmamento; sin él, yo nada podría hacer. La jerarquía es la base del orden.
El Apocalipsis nos habla claramente de ese Ángel Sideral que está transformando el mundo en los siguientes versículos:
“Y vi un Ángel que estaba en el Sol, y clamó con gran voz, diciendo a todas las aves que volaban por medio del cielo: Venid, y congregaos a la cena del Gran Dios,” “Para que comáis carnes de reyes, y de capitanes, y carnes de fuertes, y carnes de caballos, y de los que están sentados sobre ellos; y carnes de todos, libres y siervos, de pequeños y de grandes.” (Ap.19: V:17-18).
Esto se llama “Guerra”, esto se llama “Abismo”, este es el final de esta falsa civilización del siglo XX; y el Jinete del Caballo Blanco, del Capítulo 19 del Apocalipsis, cumple fielmente las órdenes de ese Ángel Sideral.
– Estudiante. [Un espiritualista]. Maestro, usted dice que el hombre tiene dos Almas, una Espiritual y otra Animal; nos dice también que en la Alta Iniciación el Alma Espiritual se une con el Íntimo. Entonces, yo quisiera saber, ¿qué se hace el Alma Animal?
– Maestro. Cuando el Alma Espiritual se une con el Íntimo, se presenta ante nosotros la tarea más terrible y agobiadora, cual es, redimir el Alma Animal: Hay que liberar y extraer con heroísmo, el Summum de todas las esencias anímicas del Alma Animal; hay que extraer la quinta esencia más fina de cada uno de los Cuerpos de Pecado, y esta labor es sumamente ardua, porque el mal humano tiene raíces tan hondas, que se necesitan las más severas ordalías, para extinguir, totalmente, esas profundas raíces del mal que viven en nosotros.
Esta labor minuciosa y difícil se realiza a través de las grandes Iniciaciones de Misterios Mayores, donde sólo reina el terror de Amor y Ley. Y es que el Estado Humano, ha dejado en nosotros huellas tan hondas, tan antiguas y tan malas, que realmente se necesitan las purificaciones más terribles para extirpar, totalmente de nosotros, hasta las más finas y profundas raíces del mal, a fin de extraer con heroísmo, las quintas esencias anímicas más finas y delicadas de nuestra pobre Alma Animal. Y digo “pobre Alma Animal”, porque realmente ella merece compasión, aunque ella sea muy intelectual y se exprese con elegancia; siempre es el “Burro” en que Cristo entró montado a Jerusalém, y sufre lo indecible y sufrirá, hasta que nosotros la liberemos de los Cuerpos de Pecado y del dolor. Sepa usted, amigo mío, que el intelecto y las apetencias son del Alma Animal.
Ahora creo que usted comprenderá por qué nosotros no le damos importancia al intelecto, ni al intelectualismo. El “Burro” es el animal que más sufre, amigo mío; por ello, es por lo que yo digo: “pobre Alma Animal”. El “Burro” simboliza siempre al Alma Animal. Hablando simbólicamente, le diré, que para unirnos con el Íntimo, nos toca montar en el “Burro”, y que para unirnos con el “Glorian”, nos toca convertir el “Burro” en Hombre; “¡Aquí hay Sabiduría, y el que tenga entendimiento, que entienda!”.
– Estudiante. [Un abogado penalista]. Maestro, el Divino Redentor nos dijo: “Con la vara que midiereis seréis medido”. ¿Usted podría decirnos en qué forma paga uno las malas acciones?
– Maestro. Siempre ha habido un “Gran Gobierno Mundial” dirigiendo los destinos del mundo, y este Gobierno Mundial tiene su Constitución y sus Leyes. La Constitución de este Gobierno Mundial es la Sabiduría Divina, y sus Leyes, son las Leyes de la Naturaleza, que constituyen el código de justicia más perfecto. Este Gran Gobierno Mundial es la Logia Blanca, y sus decretos son irrevocables.
Las Cortes de Justicia de este Gran Gobierno, castigan y premian de acuerdo con la Justicia Cósmica; y todo lo malo que se hace, se paga.
Las naciones, los pueblos y los hombres están severamente vigilados por los Agentes de este Gran Gobierno Mundial.
– Estudiante. [Una señora]. Maestro, yo no he sido mala y sin embargo, he sufrido mucho. ¿Esto por qué?
– Maestro. Amiga, en su pasada reencarnacion usted cometió faltas gravísimas y ahora no le queda más remedio que pagarlas; los Agentes del Gobierno Mundial hallaron faltas en su libro.
Todos los actos de nuestra vida, son rigurosamente anotados en los libros del Gobierno Mundial, y después de muertos, no nos queda más remedio que aguantar el peso de la Justicia, y al volver a vestirnos con un cuerpo de carne y hueso, nos toca soportar el peso de la Justicia Divina.
Ahora se explicarán mis oyentes, por qué sufren muchas gentes.
– Estudiante. [Un curioso]. Maestro, pero, ¿por qué tengo que pagar lo que hace otro?
– Maestro. De manera que, porque el amigo se cambie de ropa, ya no paga el dinero que debe, y se siente otro. Amigo, el Hombre Verdadero es el Alma; y el cuerpo, no es más que el vestido de piel.
Con la muerte lo que sucede, es que nos desvestimos; y con el nuevo nacimiento, nos volvemos a vestir. Nosotros somos difuntos resucitados, y no nos queda más remedio que pagar lo que debemos.
Es que no hay tal muerte, amigo mío, lo que hay es cambio de ropa. La vida vive retoñando por dondequiera, y cada niño que nace, es un muerto que resucita; es el Alma de un difunto vestido con cuerpo de niño, y viene a pagar las cuentas que debe, porque no le queda más remedio.
Nosotros vivimos condicionándonos a diario con nuestros propios actos. Esto es lo que se llama “Karma” en Oriente. Pero, por grave que sea nuestro Karma, podemos liberarnos de esa cadena en el momento en que nos fusionemos con el Íntimo, porque cuando una “Ley Inferior es trascendida por una Ley Superior, la Ley Superior lava a la Ley Inferior”.
– Estudiante. [Un bígamo]. Maestro, yo estoy en un problema muy grave, tengo dos mujeres y con ambas tengo hijos. ¿Qué hago?
– Maestro. Amigo mío, ningún discípulo de los Maestros puede ser jamás adúltero y, además, tiene que ser sincero consigo mismo. Ningún hombre puede amar a dos mujeres a un mismo tiempo. Pero generalmente, se confunde la compasión con el amor; en estos casos el adúltero arrepentido, debe discernir entre lo que es compasión y lo que es amor.
Y si usted quiere salir del problema moral en que se encuentra, yo le aconsejo que arregle su hogar con la mujer que ama, y siga siendo compasivo con la que usted sienta compasión. A la que ama, conviértala en Sacerdotisa-esposa, y a la otra, ayúdela económicamente, y siga usted manteniendo con ella los mismos deberes económicos que usted mismo se creó. Pero sea usted compasivo, amigo mío, ayúdela, pero no la engañe; es mejor que usted la desilusione de una vez y no que la siga “asesinando” con cuchillo de palo.
En estos casos, la ayuda desde lejos suele ser mejor, pues el encuentro de dos seres que se tuvieron cariño es doloroso; mas si la persona por la cual usted siente piedad, tiene posibilidades económicas suficientes para vivir bien, entonces no la siga perjudicando, amigo mío. En este caso está libre; retírese y arregle su hogar con la mujer que ama.
– Estudiante. [Un espiritualista]. Maestro, usted nos dice que en la Alta Iniciación, el Alma Espiritual se une con el Íntimo, ¿o no sería necesario un Conocimiento Oculto para ese Alma Espiritual?
– Maestro. El Alma Espiritual, o Alma de Diamante, es nuestra Conciencia enaltecedora y dignificante, es el vehículo de los más diversos funcionalismos de la Conciencia, cuyo instrumento físico es el corazón, es la intuición divinal. Hay necesidad de preparar y actualizar los más diversos funcionalismos de la Conciencia Superlativa del Ser; ello se consigue por medio de las prácticas de meditación interior en el Íntimo.
Concentración, meditación y adoración en el Íntimo, estas son las tres escalas que conducen a la actualización de los Poderes Superlativos del Alma de Diamante, o Alma Espiritual. Ella es la prometida del Íntimo y hay que prepararla para la “Gran Boda” por medio de las prácticas de la meditación interior, la Magia Sexual y Santidad Perfecta.
El discípulo después de haberse entrenado en Cuerpo Astral, debe entonces aprender a funcionar como Alma Espiritual, libre de los Cuerpos de Pecado. Estos Cuerpos de Pecado, son los vehículos inferiores del Alma Animal. Entonces será menester que el discípulo aprenda a despojarse voluntariamente de sus Cuerpos: Astral, Mental y de la Voluntad, para funcionar libremente como Alma Espiritual en los Mundos Superiores de Conciencia.
La clave para ello es muy sencilla: El discípulo, ya práctico, abandona momentáneamente su Cuerpo Físico para moverse en el Astral; con Cuerpo Astral y una vez dentro de ese plano, deberá abandonar todo deseo y sentirse siendo un niño, y luego, armado de una recia voluntad, ordenar a su Cuerpo Astral así: “Cuerpo Astral, salid fuera de mí”. Esta orden debe ir acompañada de la acción, y el discípulo procederá enérgicamente despojándose de este vehículo y arrojándolo fuera de sí, por la columna espinal, es decir, hacia atrás, y efectivamente, el Cuerpo Astral saldrá fuera del discípulo por ciertas puertas atómicas situadas en la columna espinal.
Este mismo proceso se le aplicará luego al Cuerpo Mental y luego al Cuerpo de la Voluntad. Y así, el Alma Espiritual libre de los Cuerpos de Pecado, podrá funcionar feliz y consciente en todos los planos de Conciencia, visitar el Nirvana y prepararse rápidamente para la “Gran Boda”.
El discípulo, además de sus prácticas esotéricas, necesitará sujetarse a las más severas y sucesivas purificaciones, necesitará santificarse totalmente y sacrificarse completamente por la humanidad, pues de lo contrario no realizará ningún progreso.
Aquellos a quienes se les dificulte viajar en Cuerpo Astral, que practiquen de lleno los ejercicios de meditación interior, hasta que logren el Despertar de la Conciencia y la actualización de los Poderes Superlativos del Alma de Diamante, y así, aprenderán también a moverse a voluntad en su Alma de Diamante, libres de los Cuerpos de Pecado y del Alma Animal que se expresa dentro de ellos.
El Alma de Diamante debe aprender a moverse dentro de los Cielos Estrellados de Urania, libre de los Cuerpos de Pecado. OM MASI PADME, YOM (“Tú eres la joya del loto y yo en tí permaneceré”.
“Yo estoy en tí, y tú estás en mí”). Este es el Mantram de la Intuición, este es el Mantram del Alma de Diamante, este es el Mantram de la meditación interior del Ser.
El Alma Espiritual, es la Bella Sulamita que nosotros debemos despertar y vestir para la “Gran Boda Nupcial” de la Alta Iniciación, en que el Alma Espiritual se fusiona con el Íntimo.
El Alma de Diamante es la Esposa del Íntimo, es la Bella Sulamita del Cantar de los Cantares, es la Prometida Eterna, y el Íntimo la ama y la adora y le canta en la siguiente forma: “Hermosa eres tú, oh amiga mía; como Tirsa; de desea, como Jerusalém; imponente como ejércitos en orden”.
“Aparta tus ojos de delante de mí, porque ellos me vencieron. Tu cabello es como manada de cabras que se muestran en Galaad”.
“Tus dientes como manada de ovejas que suben del lavadero, todas con crías mellizas, y estéril no hay entre ellas”.
“Como cachos de granada son tus sienes entre tus guedejas”.
“Sesenta son las reinas, y ochenta las concubinas, y las doncellas sin cuento”.
“Mas una es la paloma mía, la perfecta mía; única es a su madre, escogida a la que la engendró.
Viéronla las doncellas, y llamáronla bienaventurada, las reinas y las concubinas, y la alabaron”.
“¿Quién es ésta que se muestra como el alba, hermosa como la Luna, esclarecida como el Sol, imponente como ejércitos en orden?”.
“Al huerto de los nogales descendí a ver los frutos del valle y para ver si brotaban las vides, si florecían los granados”.
“No lo supe: Heme mi Alma hecho como los carros de Amminadab”.
“Tórnate, tórnate, oh Sulamita, tórnate, tórnate, y te miraremos. ¿Qué veréis en la Sulamita? Como la reunión de dos campamentos.” (Cantar de los Cantares, Cap. 6: V: 4-13).
Así le canta el Íntimo a su prometida y ella a su vez llena de amor canta a su amado (el Íntimo) con los siguientes versículos:
“Mi amado descendió a su huerto a las eras de las aromas, para apacentar en los huertos, y para coger los lirios”.
“Yo soy de mi amado, y mi amado es mío.” (Cantar de los Cantares, Cap. 6: V:2-3).
Y continúa la Bella Sulamita (el Alma Espiritual, o Alma de Diamante) cantando al Íntimo (su amado); en los siguientes versículos:
“Mi amado es blanco y rubio, señalado entre diez mil”.
“Su cabeza como oro finísimo; sus cabellos crespos, negros como el cuervo”.
“Sus ojos, como palomas junto a los arroyos de las aguas, que se lavan con leche, y a la perfección colocados”.
“Sus mejillas como una era de especias aromáticas, como fragantes flores; sus labios, como lirios que destilan mirra que trasciende”.
“Sus manos, como anillos de oro engastados deja cintos; su vientre, como claro marfil cubierto de zafiros”.
“Sus piernas, como columnas de mármol fundadas sobre bases de fino oro; su aspecto, como el Líbano escogido como los cedros”.
“Su paladar, dulcísimo y todo él codiciable. Tal es mi amado, ¡oh!, Doncellas de Jerusalén”.
(Cantar de los Cantares, Cap. 5: V:10-16).
Todo el Cantar de los Cantares, son los amores del Alma Espiritual o Alma de Diamante con su Íntimo.
Salomón es el Íntimo de cada ser humano, y la Bella Sulamita es el Alma Espiritual, el Alma de Diamante, por ello dice el sabio: “Mas una es la paloma mía, la perfecta mía”.
Y el Maestro terminó preguntando a los oyentes: ¿No les parece a ustedes, señores, que nosotros los espiritualistas vamos mejor?
Nosotros cultivamos el Alma Espiritual, y los intelectuales, cultivan el Alma Animal. Todo intelectual es altamente fornicario y pasional, y muchas veces caen en los vicios más repugnantes, porque ellos sólo han desarrollado el Alma Animal con todas sus capacidades intelectuales y bestiales, pues tanto la fornicación como el intelecto son del Alma Animal.
La cultura del Alma Espiritual es la obra más grande que podemos realizar en nuestra vida.
El Íntimo es la Voz del Silencio, que llama a su Alma de Diamante para la “Gran Boda”: “Ábreme hermana mía, amiga mía, paloma mía, perfecta mía, porque mi cabeza está llena de rocío, mis cabellos de la gota de la noche”. (Cantar de los Cantares, Cap. 5: V: 2).
Pero el Alma de los seres humanos no ha querido escuchar la voz del amado, ni quiere abrir la puerta de su cámara; su contestación siempre es dura:
“Heme desnudado mi ropa, ¿cómo la tengo de vestir? He lavado mis pies, ¿cómo los tengo de ensuciar?” (Cantar de los Cantares, Cap. 5: V: 3).
Y así, enredadas las Almas en las religiones, escuelas, creencias, etc., no abren la puerta al amado, ni escuchan la Voz del Silencio…
– Estudiante. [Un evangelista]. Maestro, si como usted dice, son unas mismas Almas las que evolucionan desde el principio del mundo, ¿de dónde salieron tantas, ya que el mundo cada día tiene más habitantes?
– Maestro. Caballero, ya he dicho que “la muerte es una resta de quebrados” y si usted quiere resolver este problema, haga una gran resta de quebrados de toda la humanidad entera. ¿Qué queda después de hacer esa resta de quebrados? Pues los Valores de las Conciencias de todos los seres que integran la humanidad… Esos Valores de Conciencia son los valores humanos, y, ¿en dónde estaban anteriormente y cómo se expresaban?…
– Estudiante. Maestro: Yo eso sí no lo sé.
– Maestro. Esos Valores de Conciencia (Almas Humanas) estaban en los Mundos Suprasensibles de la Naturaleza y se expresaron por medio de las grandes razas del pasado; así pues, la matemática nos prueba que no ha habido tal aumento de almas como usted lo concibe, lo que existe es ignorancia de su parte; errónea interpretación de las enseñanzas bíblicas, pues Adán nunca fue un solo hombre, ni Eva una sola mujer. Estos nombres son genéricos y no individuales: Adán comprende el sexo masculino de la época Lemúrica, y Eva el sexo femenino, de esa misma época. Así, pues, Adán son todos los hombres de aquella época, y Eva son todas las mujeres de la misma época. Tampoco son nombres individuales los hijos de esa pareja que figuran en la Biblia con los nombres de Caín y Abel, sino que Abel es la humanidad del continente lemur, y Caín es la humanidad del continente atlante.
Dice la Biblia que “Abel era pastor de ovejas y que Caín era cazador”; y se trata de que hombres de la Lemuria realmente fueron pastores y agricultores, se alimentaban de la leche de sus animales y de los granos de la tierra. Ellos no mataban animales para alimentarse, ellos fueron puramente vegetarianos, como volverán a serlo los hombres de la última raza que haya en el mundo, pues “el fin siempre es igual al principio, más la experiencia del ciclo”.
Caín simboliza la humanidad de la época atlante y hasta la actual, en que cada hermano se levanta contra cada hermano, y en que cada ser humano es un Caín para su semejante, o sea, para su hermano. Caín es siempre fratricida porque le da muerte a sus semejantes, y cazador porque se alimenta de los cadáveres de los animales, tal como lo hace nuestra raza actual.
– Estudiante. Maestro, pero la Biblia dice que Dios creó un solo hombre, que fue Adán, y lo hizo a su imagen y semejanza, y que Eva la sacó de su costilla. Entonces ¿cómo se explica eso que usted dice? – Maestro. Y el Maestro le aclaró: “A su imagen y semejanza Dios lo hizo; varón y hembra los hizo”.
Aquí la Biblia nos simboliza que el hombre primitivo era hermafrodita (tal como Dios lo es), ya que tenía los dos polos (positivo y negativo), dentro de sí mismo, es decir, su fuerza sexual, la cual se hace creadora por medio de la palabra. Y prueba de ello, tenemos las tetillas del varón, que son glándulas mamarias atrofiadas, y el clítoris de la mujer, el cual viene a ser un miembro viril atrofiado.
Así pues, todas las Almas actuales estaban vestidas con Cuerpos Físicos hermafroditas en aquellas remotísimas edades de la Tierra.
Y fueron los Cuatro Tronos, los jardineros que regaron las semillas de los cuerpos humanos, sobre el limo de la tierra, en una antiquísima edad que ignoran totalmente nuestros más grandes historiadores. Esas semillas germinaron en el transcurso de varias eternidades hasta llegar a nuestro estado actual.
Así pues, cuando se dice en la Biblia que “Dios creó al Hombre”, lo que se quiere es simbolizar con ello que las huestes de Elohim crearon al hombre a través de sucesivas eternidades; y las formas por las cuales ha pasado la humanidad durante toda esta inmensidad de tiempo, es recapitulado durante los nueve meses del estado de embarazo de cada madre. Esto, debido a que la Naturaleza siempre vive recapitulando sus pasados ciclos evolutivos y nunca inicia una nueva actividad, sin haber recapitulado sus pasadas actividades.
Cuando se habla de que Eva fue sacada de la costilla de Adán, con ello se quiere simbolizar la época en que la humanidad se separó en sexos, siguiendo un proceso biológico, también de varias eternidades, pues “Natura non facit saltus” (la Naturaleza no hace saltos).
Creo que ahora el amigo se dará cuenta exacta de que no ha habido tal aumento de Almas, ni aumento de la población humana, porque las mismas Almas de hoy, vienen siendo las mismas del pasado que constituyeron las primitivas razas. Nosotros somos los lemures, los atlantes, pero ahora con otros disfraces. Esto indica porqué el Espíritu tiene la sabiduría de las edades y es nuestro Maestro interno.
También le diré que no ha habido tal aumento de población, lo que está habiendo es disminución, porque la mayor parte de las Almas humanas se están perdiendo por sus maldades. Todas ellas están siendo apartadas de la actual oleada evolutiva de la humanidad.
– Estudiante. [Un ocultista gnóstico]. ¿Podría el Maestro enseñarme a pronunciar el Mantram AUM?
– Maestro. Con mucho gusto fráter: El Mantram AUM se pronuncia AOM. Hay que abrir bien la boca con la vocal A, redondearla con la O y cerrarla con la R. Y entre cada una de estas letras deben contarse siete segundos así: AAAAAAAOOOOOOOMMMMMM. AOM es la suma total de todos los Tattvas en función creadora.
Las estrellas y todo lo que vive, se engendra con la “A”, se gesta en la matriz “O” y se pare con la “M”.
Miles de ocultistas se han ocupado del Mantram AUM pero ninguno lo había enseñado a pronunciar. Ciertamente este mantram se escribe AUM, pero se pronuncia AOM, y su número kabalístico es 666. Todo pensamiento bueno, vocalizado con AOM, cristaliza matemáticamente.
– Estudiante. Maestro, ¿qué diferencia existe entre los poderes psíquicos y los Dones Espirituales?
– Maestro. El Maestro respondió: los poderes psíquicos son del Alma Animal, y los Dones Espirituales son del Espíritu Santo.
El Fuego del Espíritu Santo (Kundalini), abre las siete Iglesias del Alma de Diamante.
“Empero hay repartimiento de dones; mas el mismo Espíritu es”. (El Espíritu Santo o Kundalini).
“Y hay repartimiento de ministerios; mas el mismo Señor es”. (Cada Maestro tiene su Ministerio).
“Y hay repartimiento de operaciones; mas el mismo Dios es el que obra todas las cosas en todos”.
“Empero a cada uno le es dada manifestación del Espíritu para provecho”.
“Porque a la verdad, a éste es dada por el Espíritu, palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu, y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu; a otro, operaciones de milagros, y a otro, profecía; y a otro, discreción de espíritus; y a otro, géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas”.
“Mas todas estas cosas obra uno y el mismo Espíritu (es decir el Fuego Sexual del Espíritu Santo) repartiendo particularmente a cada uno como quiere.” (1ª Co. Cap.12: V:4-11).
Cuando el Fuego del Espíritu Santo logra abrirse paso a través del cráneo, y sale fuera asumiendo la pictórica figura de la Blanca Paloma del Espíritu Santo, entonces se convierte esta mística Paloma, en el Instructor del Maestro, y le confiere los Dones Espirituales.
Cada Maestro, al unirse con su Íntimo, recibe en los Mundos Suprasensibles dos cosas: Un Trono y un Templo, y así todos estamos llamados a ser reyes y sacerdotes del Universo.
Los Dones que el Espíritu Santo confiere al Maestro, dependen del Rayo del Maestro, pues existen siete Rayos de Evolución Cósmica.
No olvide usted caballero que los Dones del Espíritu Santo, son los poderes del Íntimo expresándose a través de la personalidad del Maestro.
“Y si alguno no obedeciere a nuestra palabra por carta, notad al tal, y no os juntéis con él, para que se avergüence”. (2ª Ts. Cap. 3: V:14).
Este es el mandamiento nuevo que yo, Samael Aun Weor entrego a mis discípulos: Permaneced firmes en la Palabra del Señor y guardaos bien de la maldad, de las así llamadas “Escuelas Espiritualistas”.
No se confundan los siete Chakras del Cuerpo Astral con los siete Soles del Íntimo, donde residen todos los Dones del Espíritu Santo, que luego se expresan a través de la personalidad del Maestro.
Quien sube los treinta y tres escalones, recibe el Bastón de los Patriarcas, pero quien recibe la Paloma del Espíritu Santo, y la Sagrada Joya, recibe la Vara inefable del Maestro de Misterios Mayores. “¡Y aquí hay Sabiduría, el que tenga oídos que oiga, y el que tenga entendimiento que entienda”! Solamente los puros de corazón pueden recibir la Alta Iniciación, y el Espíritu Santo.
El Colegio de Iniciados trabaja en el laboratorio de la Naturaleza bajo la dirección de los Dioses Planetarios, y cada Maestro trabaja en su Ministerio.
Por muy erudito en espiritismo, teosofismo o rosacrucismo que sea un individuo, no alcanzará jamás estos Dones, porque estos Dones sólo los reciben aquellos que hayan llegado a la Santidad Perfecta y a la Castidad más absoluta.
Existen algunos que creen que pueden entenderse con los purísimos Espíritus Estelares sin haber recibido los Dones del Espíritu Santo, ni haberse Santificado ni Purificado, y sin haber recibido la Alta Iniciación, ni el Trono, ni el Templo, ni la Vara, ni la Joya, ni la Espada. Esos tales, con visos de supertrascendidos, son candidatos seguros para los asilos de enajenados.
Los apóstoles de Cristo eran pobres analfabetas y humildes pescadores, pero pudieron recibir los Dones del Espíritu Santo por su Santidad y Castidad Perfectas.
Cuando el Íntimo se fusiona con su Alma de Diamante o Cuerpo Búddhico, entonces nace el auténtico Hombre Cósmico, el Hombre Celeste, el cual no necesita para nada de los Cuerpos: Mental, Astral, Vital, Físico o Volitivo y de todos Vehículos inferiores. El Hombre Cósmico, solo extrae sus extractos, sus Esencias Sagradas y luego abandona esos vehículos.
Así pues, los Dones del Espíritu Santo sólo los puede recibir quien ha nacido como Hombre Cósmico (Hombre Celeste); y discípulos de los Ángeles Estelares sólo pueden ser aquellos que ya nacieron como Hombres Cósmicos; y los Dones del Espíritu Santo nada tienen que ver con el espiritismo, ni con el teosofismo o rosacrucismo, ni con los poderes de los Chacras Astrales.
Los Íntimos que aún no se han fusionado con su Alma de Diamante, aún no han nacido como Hombres Celestes, son pues, “embriones espirituales”, y ningún “embrión” puede jamás ser discípulo de los Ángeles Estelares, ningún “embrión” puede jamás afiliarse al Templo-Corazón de una Estrella.
Solamente podemos ser discípulos de los Ángeles Estelares los Hermanos Mayores de la Fraternidad Blanca.
Los Hermanos Mayores trabajamos bajo las órdenes directas de los Ángeles Estelares de acuerdo con los planes Cósmicos, pero cada uno de nosotros ya se ha fusionado con su Alma de Diamante o Principio Búddhico; cada uno de nosotros ya recibió el Espíritu Santo y los Dones Espirituales; cada uno de nosotros ya nació como Hombre Celeste con la fusión de Atman-buddhi.
Cuando el Íntimo, (Atman) se fusiona con su Alma de Diamante (Cuerpo Búddhico), entonces nace como Hombre Celeste, y lleno de la solemne euforia grandiosa del Cosmos se levanta sobre todos sus vehículos y se impone sobre todos ellos, controlando la laringe y expresándose a través de la Palabra Creadora.
Entonces sí tiene el derecho de ser discípulo de los Dioses Estelares; pero aquel que quiera ser discípulo de esos Espíritus Planetarios sin haberse realizado a fondo, lo más que logrará, será comunicase con larvas o demonios, que tarde o temprano lo conducirán al manicomio.
Hablando en lenguaje Oriental, diremos que Atman-Buddhi ya fusionados, es decir, el Maestro se levanta eufórico y solemne sobre el Manas Superior, y sobre el Manas Inferior, o sea sobre la Mente Superior y sobre la Mente Inferior y sobre Kamas (el Cuerpo de Deseos) y sobre el Linga Sarira (el Cuerpo Vital) y sobre Stula Sarira (el Cuerpo Físico), para tener el solemne derecho a ser discípulo de los Espíritus Estelares.
– Estudiante. [Un estudiante gnóstico]. Maestro, todavía tenemos algo de tranquilidad en el mundo, pero cuando las cosas se recrudezcan en forma tal y la vida se vuelva totalmente invivible, ¿cómo se desenvolverá la humanidad y en qué forma y de qué manera saldrá de ese caos?
– Maestro. Querido fráter, la Nueva Era es un parto de la Naturaleza y todo parto es doloroso. Cristo hablando de la Nueva Era y del estado actual en que vivimos, nos dejó dicho lo siguiente: “Mas cuando oyereis de guerras y de rumores de guerras no os turbéis, porque conviene hacerse así; mas aún no será el fin”.
“Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos; principios de dolores serán estos”. (Mr. Cap.13: V:7-8).
Esta es la época actual en que estamos viviendo, y todo este siglo será de guerras, epidemias, terremotos y amarguras. El comunismo y el capitalismo se lanzarán al desastre para dominar el mundo, y al fin y al cabo, el conglomerado humano abandonará la vida urbana y volverá a los campos para vivir de acuerdo con las Leyes de la Naturaleza.
Rusia ganará la guerra; y el comunismo es tan sólo un puente podrido entre dos eras: Una que agoniza y otra que quiere nacer. Después de triunfar, el comunismo se dividirá en muchas sectas políticas, y al fin y al cabo, el hombre desilusionado de los partidos políticos y de la vida urbana, se establecerá en los campos y convertirá sus armas en arados.
Entonces vendrá el despertar de la inteligencia, y la llamarada del entendimiento iluminará la faz de la Tierra. El porvenir del hombre será en el seno de la Naturaleza; en los campos, las lluvias constantes harán fértil toda la tierra, y las ciudades serán destruidas. Cristo, nos dejó escrito lo que debemos hacer en estos tiempos:
“Porque estos son días de venganza; para que se cumplan todas las cosas que están escritas”. (Lc. Cap. 21: V:22).
“Y cuando viereis a Jerusalém (simboliza toda la Tierra cercada de ejércitos), sabed entonces que su destrucción ha llegado”. “Entonces los que estuvieren en Judea, huyan a los montes; y los que en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos, no entren en ella”. (Lc. Cap. 21: V:20-21).
Así vemos que las ciudades serán destruidas y perecerán todos los malvados de la Tierra, antes de iniciarse la Edad de Acuario. El porvenir del hombre estará en los campos.
Banderas rojas y azules están llenas de prejuicios, ellas pertenecen al pasado. El pensamiento será la llama evocadora de la Nueva Edad, y la Bandera Blanca de Cristo flotará victoriosa.
¡Hombres de Acuario! Aprovechad el tiempo ahora que las Almas malvadas están encerradas en el abismo.
– Estudiante. [Un gnóstico]. Quisiera el Maestro explicarme, qué diferencia existe entre la Resurrección y la Ascensión.
– Maestro. Con mucho gusto hermano. La Resurrección es del Alma y no del cuerpo: Veamos los versículos 44, 45 y 50 del capítulo 15 de la 1ª de Corintios.
“Se siembra cuerpo animal, resucitará espiritual cuerpo; hay cuerpo animal, (el cuerpo de carne y hueso) y hay cuerpo espiritual” (el Cuerpo del Espíritu).
“Así también esta escrito: Fue hecho el primer hombre Adán en ánima viviente; (este es el hombre de la calle, el hombre común y corriente) el postrer Adán en Espíritu vivificante”. (Este es el Hombre ya fusionado con su Íntimo en Espíritu vivificante).
“Esto empero digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni la corrupción hereda la incorrupción”.
Con estos versículos, el apóstol Pablo enseñó que la Resurrección es interna. El hombre por la fornicación, conoció la muerte y el dolor, y con la castidad y la fe en Cristo, conocerá la Resurrección y la vida.
Los seres humanos están muertos y necesitan resucitar; vosotros sois hijos de la fornicación de vuestros padres, y nosotros, miembros de la Gran Fraternidad Blanca, somos hijos de la Resurrección, porque ya nos fusionamos con nuestro Íntimo; esa es la Resurrección.
“Porque así como en Adán (el hombre común y corriente) todos mueren, así también en Cristo, todos serán vivificados”. (1ª Cr. Cap. 15: V:22).
Después de la Resurrección, (Alta Iniciación) todo Maestro se prepara para la Ascensión descrita por la Biblia.
“Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado; y una nube le recibió y le quitó de sus ojos”. (Hch. Cap. 1: V: 9).
Esa nube blanca y resplandeciente es el “Gloriam”, que lleno de alegría hace vibrar sus campanadas victoriosas en los espacios infinitos.
Cuando el Maestro se une con su “Gloriam”, se convierte en un Dios resplandeciente del infinito, pero para llegar a esas cumbres inefables hay que pasar por las cinco grandes Iniciaciones de Misterios Mayores.
“Sorbida es la muerte con victoria”. “¿Dónde está ¡oh muerte!, tu aguijón? ¿Dónde, ¡oh sepulcro!, tu victoria?” (1ª Cr. Cap. 15: V:54-55).
Después de que el Maestro hubo terminado con todas las preguntas que unos y otros le formularon, habló en la siguiente forma:
Amigos, hasta ahora habéis conocido la Doctrina del Nazareno histórico, pero lo importante es que vosotros también os transformaréis en Nazarenos; el camino del Gólgota debe ser vivido por cada uno de vosotros, y caeréis bajo el peso de la cruz muchas veces, pero no os aflijáis, tened valor y echad la cruz sobre vuestros hombros con voluntad fuerte y potente, aunque el látigo del dolor y el arrepentimiento os hiera las carnes después de cada caída. Al fin llegaréis al Gólgota solemne de vuestra vida, y la Resurrección hará de vosotros hijos de Dios, porque seréis Hijo del Espíritu Santo.
Esa Fuerza Sexual que ahora gastáis en vuestras fornicaciones, hecha todo fuego asumirá sobre vuestras cabezas la simbólica figura de la Paloma Blanca del Espíritu Santo, y así os enseñará e instruirá con sus átomos de omnisciencia en la auténtica Sabiduría de Dios.
La mujer es el camino, “es la puerta estrecha y angosta que conduce a la Luz”, por ello dijo el Maestro (Cristo): “angosta es la puerta y estrecho el camino que conduce a la Luz y muy pocos son los que lo hallan”. La mujer es la puerta del Edén y la puerta del Edén es siempre angosta. La mujer es la Sacerdotisa de la Luz y el Templo sagrado del querubín del Edén. La mujer es lo que es, y el demonio es su sombra.
Samael Aun Weor