Amigos, ha llegado la hora de Autoexplorarnos para conocernos en realidad de verdad, y saber quiénes somos, de dónde venimos y cuál es el objeto de nuestra existencia…
Ustedes están sentados aquí para escucharme, y yo también estoy aquí, listo, para hablarles.
Entre ustedes y yo debe existir una verdadera comunión de Almas, si es que de verdad queremos comprendernos.
¿Quiénes somos realmente? Cada uno de nosotros es un enigma para sí mismo. ¿De dónde venimos? ¿Para qué existimos? ¿Por qué?
A mí me parece, hermanos, a mí me parece, amigos, que vivir uno así, por vivir, sin saber quién es ni de dónde viene, ni por qué existe, no vale la pena.
Se necesita que seamos claros consigo mismos y que nos comprendamos de verdad, a fondo; que nos conozcamos. Cuando uno se AUTOEXPLORA, se puede también AUTODESCUBRIR.
La Gnosis enseña que el cuerpo físico no es todo. Un cuerpo está formado por órganos, los órganos por células y éstas, por átomos. Si fraccionamos cualquier átomo obtendremos Energía. En última síntesis, el cuerpo físico se resume en determinados TIPOS Y SUBTIPOS DE ENERGÍA.
Los Rusos, hace poco, descubrieron el CUERPO VITAL. Le dieron el nombre de “Cuerpo Bioplástico”. Tienen lentes poderosísimos para ver tal cuerpo. Es obvio que los Indostanes (a dicho vehículo etérico) le denominan “Linga Sharira”.
En todo caso, la mecánica fisiológica, el organismo en general, no podría funcionar si no tuviera un Asiento Vital.
Los científicos han estudiado la mecánica de la célula viva, pero nada saben, en verdad, sobre el Cuerpo Vital. Ya Don Alfonso Herrera, el sabio Mexicano (gloria, pues, de nuestra patria), logró fabricar una célula artificial, pero esa célula nunca tuvo vida. Los científicos podrían fabricarse la semilla de cualquier vegetal, pero sería una semilla muerta, no germinaría.
Ya se sabe que en Alemania fabrican huevos artificiales. Eso de fabricar “blanquillos” artificiales, resulta, en verdad, chistoso; pero los fabrican y los exportan. Sin embargo, nunca jamás ha salido un pollo de entre un “blanquillo” de esos.
Juegan los científicos con los trasplantes, hacen experimentos de toda especie, pero no fabrican vida. Injertar una planta, no es fabricar vida: Es jugar con lo que ya está hecho. Existe la inseminación artificial, pero esto no es fabricar vida.
Yo pondría, sobre la mesa de un laboratorio, los elementos necesarios para fabricar un zoospermo y un óvulo, mas estoy seguro de que si se unen ambos (y se fabrican el zoospermo y el óvulo y ambos se unen para ser más claros), tampoco saldrá de allí una criatura.
Mas sí pueden, los científicos, sacar un zoospermo de una glándula sexual y juntarlo con un óvulo en una matriz para que nazca una criatura. Pero ESO ES JUGAR CON LA MECÁNICA DE LOS FENÓMENOS. Eso no es jugar con la vida.
Lo interesante sería, que ellos fabricaran un par de gametos, y luego, de allí, uniéndolos, saliera una criatura humana. ¡Hasta no lo han logrado ni lo lograrán jamás! De manera que las Teorías Materialistas en boga, no tienen basamento de ninguna especie, ¡son huecas, artificiosas, absurdas! En la misma Rusia Soviética, el Materialismo Dialéctico ya pasó de moda. La mayor producción de PARAPSICOLOGÍA, viene ahora de la URSS Soviética. Rusia está entrando en una época de Experimentos Psíquicos.
Afortunadamente, con esos poderosos lentes que tienen ahora, pueden ver el Cuerpo Vital.
Saben que el Cuerpo Físico no es todo; saben que el Cuerpo Físico no puede existir sin un Cuerpo Vital. Pero no nos detengamos nosotros aquí únicamente, vamos más al fondo…
Incuestionablemente, todos pensamos y sentimos, deseamos, amamos, etc. No hay duda…
…puerta y nos preguntan:
– ¿Quién es? Nosotros respondemos:
– ¡Yo!
Ese Yo de la Psicología, es digno de AUTOEXPLORACIÓN, de AUTOCONOCIMIENTO. Incuestionablemente, estamos llenos de múltiples defectos: Ira, Codicia, Lujuria, Orgullo, Envidia, Pereza, Gula, etc., etc., etc. Todos estos defectos, nos hacen entender que el Yo no existe en forma meramente individual; nos hacen comprender que no tenemos un Yo autónomo. El Yo es un montón de Yoes. Es decir, tenemos un YO PLURALIZADO.
Quiero decir, de otro modo, que el cuerpo físico está manejado por múltiples Yoes: Yo amo, Yo odio, Yo envidio, Yo quiero, Yo no quiero, etc., etc., etc.
DENTRO DE CADA PERSONA VIVEN, MUCHAS PERSONAS; y eso está demostrado: Nadie permanece siendo el mismo siquiera media hora. El Yo que hoy jura amor eterno a una mujer, es más tarde desplazado por otro Yo que nada tiene que ver con tal juramento. Entonces, el sujeto se retira y la pobre mujer queda decepcionada. El Yo que hoy jura amor eterno por una causa, mañana es desplazado por otro Yo y la persona se retira…
Esto nos invita a comprender que dentro de toda persona hay muchas personas. Cada una de las mismas tiene su propia mente, su propia voluntad, sus propios sentimientos. Entonces, nuestra persona física no es más que una MARIONETA, un muñeco, un robot controlado por muchas personas que llevamos dentro.
Tales personas interiores, luchan por la supremacía, se combaten entre sí, se odian mutuamente.
Cuando uno de ellas logra controlar el CEREBRO, el CORAZÓN y el SEXO totalmente, entonces se siente siendo la única. No tenemos, pues, sentido de responsabilidad moral: Somos unas máquinas controladas por mucha gente.
Muchas veces, allá arriba, en el Cosmos infinito, un planeta choca contra otro, y eso es una catástrofe: Las ondas que llegan a la Tierra nos hieren, y como máquinas nos lanzamos a los campos de batalla, enarbolando banderas, lemas, etc., etc., etc. Millones de máquinas se lanzan contra millones de máquinas; ¡ésa es la guerra!
Lo más grave, es que nosotros creemos que tener una Individualidad verdadera, y no la tenemos. ¡Somos máquinas!
Y, ¿qué es la MUERTE? ¡He ahí el enigma! Bien vale la pena saber qué es lo que nos aguarda del otro lado. Se nos ha dicho, y es verdad, que “la muerte es una resta de quebrados; terminada la operación matemática, quedan los Valores”, los resultados, los Yoes; ellos continúan en la Dimensión Desconocida. Se los traga la Eternidad.
Obviamente, al panteón van tres cosas: primera, el CUERPO DE CARNE Y HUESO, que se pudre entre el sepulcro; segunda, el CUERPO VITAL, o Cuerpo Bioplástico (como lo llaman los Rusos y que flota cerca del cadáver), se va descomponiendo poco a poco, conforme el cuerpo físico también se va descomponiendo; pero hay otra cosa más que va al panteón, me refiero, claramente, a la PERSONALIDAD.
La Personalidad no es el cuerpo físico. La Personalidad es energética, no se puede ver con los ojos físicos, ¡pero existe!
Cuando uno viene al mundo no trae Personalidad. Ésta se forma con el ejemplo de los padres, con lo que uno ve en la escuela, con las experiencias de la vida, etc., etc., etc.
En realidad de verdad, la Personalidad se forma durante los primeros siete años de la infancia, y se robustece con el tiempo y las experiencias.
A la hora de la muerte, la Personalidad humana también va al sepulcro; entra y sale dentro del mismo, va y viene. Es perceptible para los Clarividentes. Cualquier persona que tenga un poquito de Extrapercepción, podrá ver a la Expersonalidad. Se disuelve, lentamente entre el panteón.
Me viene a la memoria, en este caso, ahora al hablar aquí con ustedes, un asunto, un momento insólito: Por ahí en un baile, en una “pachanga”, por allá en el Distrito Federal, algunos jóvenes estuvieron danzando muy alegres con cierta dama muy coqueta. Bailaron con ella hasta las tres de la mañana. A esa hora, la dama manifestó que quería irse a su casa. Ellos, muy galantes se ofrecieron para conducirla en su carro, mas ella dijo que “tenía frío y que cómo haría para ir a la calle con tal frío”.
Uno de ellos, le ofreció su chamarra. La dama se la colocó en su cuerpo; y al carro. La llevaron exactamente hasta su casa, allí la dejaron. Mas olvido el dueño de la chamarra, pedírsela, y sólo se vino acordar de la misma ya en la mañana.
Entonces, junto con sus amigos, fue a golpear en la casa de la dama. Una anciana salió de allí; el joven dijo:
– ¿Está la señorita “fulana de tal”? Vengo en busca de mi chamarra, se me olvidó pedírsela. La señora, una anciana muy notable, le respondió:
– Pues tendrá usted, jovencito, que ir a buscar esa chamarra por allá al panteón, porque la hija mía murió ya, hace tanto tiempo.
– ¡Imposible, señora!, eso no lo puedo creer yo; usted me está vacilando.
– No señor, yo no lo estoy vacilando. Si me quiere creer crea, y si no, pues que no crea, allá usted.
Lo cierto fue que aquel joven, confundido, junto con sus amigos resolvió ir al panteón. Y ciertamente, halló la sepultura de la dama y encima de la sepultura, ¡la chamarra! Esto parecerá a ustedes, a los incrédulos, a los escépticos, como cuestión de cuentos para niños pequeños, pero no parecerá lo mismo para el que experimentó esa terrible realidad. Porque una es conceptuar sobre algo en lo que no se cree, y otra es experimentarlo en el propio pellejo. ¡Lo que sucedió, sucedió!
Ahora bien, ¿qué fue lo que se hizo visible y tangible para estos jóvenes? ¿Qué fue lo que danzó con ellos en medio de la pachanga? Pues, realmente, la Expersonalidad. Ésta suele, a veces, hacerse visible y tangible, aunque ustedes no lo crean; es verdad.
Ahora bien, no todo va al panteón. Hay algo que no va para el panteón. Eso que no va la panteón son los VALORES… Los valores, tanto los Positivos como los Negativos (los YOES BUENOS y los YOES MALOS).
Ya les expliqué a ustedes que dentro de toda persona hay muchas personas, es decir, muchos Yoes. Porque una cosa es el Yo envidio, y otra el Yo no envidio; una cosa es el Yo amo, y otra el Yo no amo; una cosa el Yo odio, y otra cosa es el Yo no odio. Todos esos Yoes no van al panteón.
También hay algunos Yoes Buenos que no van al panteón. Conclusión: Lo que continúa más allá del sepulcro es un montón de Yoes.
Estos se sumergen entre la Eternidad. Estos se atraen y repelen, de acuerdo con la Ley de la Imantación Universal. Si ustedes quieren comprobarlo, pues, es fácil. Aprendan a salir del cuerpo físico a voluntad.
Nosotros tenemos métodos para investigar eso que se llama “el Más Allá”. Uno de esos métodos se llama “DESDOBLAMIENTO”. Es fácil desdoblarse uno a voluntad, basta con acostarse uno con la cabeza hacia el Norte; convertirse en el espía de su propio sueño; relajar el cuerpo físico, y cuando ya se encuentre en ese estado de transición que existe entre Vigilia y Sueño, entonces, identificarse con lo Espiritual, sentirse siendo Espíritu, sentirse siendo Alma. Y suavemente, en tal estado de adormecimiento, levantarse de su cama.
Esto que he dicho, “levantarse”, debe traducirse en forma de hechos. No se trata de pensar que se va a levantar; traduzca en forma de hechos: ¡Levantarse! Y si ustedes se levantan y luego vuelven a mirar a su cama, verán que entre la misma, el cuerpo físico ha quedado dormido.
Esto es algo parecido a lo que haría el dueño de un automóvil, que después de llegar a donde debe llegar, sale de su carro y lo mira desde afuera.
No asustarse, es decir, no espantarse, no tener miedo, es fundamental. Luego, posteriormente, salir del cuarto con valor, salir de verdad a la calle; flotar entre el ambiente circundante dentro la Dimensión Desconocida, dentro de la Quinta Coordenada.
Quien eso haga, podrá investigar, por sí mismo, lo que estamos diciendo sobre la muerte; verá a los difuntos, a aquellos que ya abandonaron el cuerpo físico, podrá conversar con ellos, cara a cara, verlos, tocarlos, palparlos.
Los escépticos se reirán de todo esto, pero, qué importa a la Ciencia y qué a nosotros. “El que ríe de lo que desconoce, está en el camino de ser idiota”…
Así pues, los invito a experimentar para que puedan ver, tocar y palpar del otro lado, en eso que se llama el “Más Allá”.
Continuando con esto diremos: La Eternidad se traga a los que se marchan de este mundo.
Pero a la larga los vomita (para qué los quiere por allá, ¿acaso sabemos nosotros manejar las Fuerzas Universales?). A su tiempo y a su hora, retornamos, regresamos, volvemos a este mundo.
No será muy grato volver, ¿verdad? ¡Pero, volvemos! Ésa es la LEY DEL ETERNO RETORNO DE TODAS LAS COSAS: Regresan los planetas a su punto de partida, después de unos cuantos años; los átomos dentro de la molécula, regresan a su punto original de partida; las estaciones de Primavera, Verano, Otoño e Invierno regresan cada año. ¡Todo retorna, todo vuelve! ¿Por qué habríamos de ser nosotros una excepción?
Incuestionablemente retornamos, nos reincorporamos en un nuevo organismo. Sucede que, a la hora de la muerte, se escapa de nuestra psiquis un DISEÑO ELECTROMAGNÉTICO. Tal diseño de la Expersonalidad, viene, más tarde, a tomar forma, a cristalizar en el huevo fecundado. Y así es como reconstruimos, con el tiempo, nuestro propio cuerpo. Es decir, renacemos, volvemos a tener un nuevo cuerpo de carne y hueso.
No estoy hablándoles a ustedes de Reencarnación, eso es más elevado. Estoy hablando de la Ley del Eterno Retorno de todas las cosas, y esa Ley está demostrada.
Al volver a este mundo, tenemos que crear una nueva Personalidad. Ésta se forma con el tiempo y las experiencias. Al volver a tener un cuerpo físico, se reincorpora otra vez, quiero decir, los Yoes vuelven a tomar posesión del nuevo cuerpo, y entonces se repiten las mismas escenas, los mismos, dramas, las mismas comedias, las mismas tragedias.
¡Qué bello es un niño! Durante los primeros años de la vida del infante, solamente existe una pequeña parte del Alma del inocente.