Retorno y reencarnación son dos leyes diferentes; severos análisis nos han llevado a la conclusión de que existe diferencia entre retornar y reencarnar.
El Yo no es un individuo puesto que está constituido por muchos Yoes, y cada Yo, aun cuando tiene algo de nuestra propia subconciencia, goza de cierta auto-independencia.
El Yo es legión de diablos, afirmar que la legión se reencarna resulta absurdo. Es exacto afirmar que el individuo se reencarna, pero no es exacto afirmar que la legión se reencarna.
En este mundo existen millones de personas, pero es muy difícil hallar un individuo.
Solo creando nuestros cuerpos existenciales superiores del Ser, disolviendo el Yo, y encarnando el Ser, nos convertimos en individuos.
Los individuos sagrados se reencarnan, pero el Yo únicamente retorna a nueva matriz para vestirse o mejor dijera revestirse con nuevo traje de piel.
El Yo continúa en nuestros descendientes mediatos o inmediatos, el Yo es la raza, el error y el dolor que continúan.
Algunos ignorantes seudo-ocultistas suponen equivocadamente que la personalidad se reencarna y a menudo confunden la personalidad con el Yo.
La personalidad no es el Yo, la personalidad no se reencarna, la personalidad es hija de su tiempo y muere en su tiempo.
La personalidad no es el cuerpo físico. La personalidad no es el cuerpo Vital, la personalidad no es el Yo, la personalidad no es el alma, la personalidad no es el espíritu.
La personalidad es energética, sutil, atómica y se forma durante los primeros siete años de la infancia con la herencia, costumbres, ejemplos, etc., robusteciéndose con el tiempo y las experiencias.
Tres cosas van al panteón o Cementerio:
1) Cuerpo físico
2) Cuerpo vital
3) Personalidad.
El cuerpo físico y el vital se desintegran poco a poco en forma simultánea. La personalidad deambula por el cementerio o panteón y solo a través de varios siglos se va desintegrando.
Lo que continúa, eso que no se desintegra en el cementerio, es el Yo pluralizado. La legión del Yo continúa con un cuerpo común, dicho cuerpo no es el astral como suponen muchos.
El cuerpo que usa la legión del Yo es el cuerpo lunar o cuerpo molecular. Es necesario que los estudiantes gnósticos no confundan el cuerpo lunar con el cuerpo solar.
El cuerpo solar es el cuerpo astral.
Solo aquellos que han trabajado con el Maithuna durante muchos años poseen realmente el cuerpo astral.
Los pequeños Yoes que habitan en el cuerpo lunar se proyectan por todas las legiones de la mente cósmica, y regresan a su cuerpo común (el cuerpo lunar).
El Yo vestido con su cuerpo lunar retorna a una nueva matriz para revestirse con el traje de piel y repetir en este valle de lagrimáis, sus mismas tragedias y amarguras.
Solo aquellos que poseen el Ser se reencarnan. Los que no poseen el Ser, retornan.
Se necesita poseer el Ser para reencarnarse. Se necesita no poseer el Ser para retornar.
Es sacrificio reencarnarse, es un fracaso retornar. Se reencarnan los individuos sagrados para salvar al mundo. Retornan los Imbéciles para atormentar al mundo.
Las reencarnaciones sagradas fueron siempre celebradas en el Tibet con grandes fiestas religiosas.
Jesús de Nazareth fue una reencarnación. El nacimiento de Jesús fue el acontecimiento más grande del mundo.
Samael Aún Weor