El orden de los factores no altera el producto.
La revolución parcial no es revolución total.
El orden de los factores económicos y políticos puede ser modificado sin que el producto vital sufra ningún cambio (la vida continúa con todos sus dolores). La Revolución Parcial cambia el orden de los factores pero no altera el producto vital. Los seres humanos continúan atormentándose mutuamente.
A nosotros no nos gusta la Revolución Parcial, nosotros queremos Revolución total. Sólo disolviendo el yo, el mí mismo, el ego, tendremos Revolución total.
El Yo, sabotea y daña el orden Revolucionario.
El Yo forma conflicto entre las filas Revolucionarias
El Yo quiere trepar, subir, descollar y hacerse sentir en todas partes.
El Yo explota, El Yo roba, El Yo engaña, El Yo calumnia, El Yo intriga y vuelve turbias las aguas de la Revolución.
El Yo forma conflictos y problemas en la educación pública, en la cuestión agraria, en las transacciones comerciales, en el Ministerio Público, etc.
Cuando disolvemos el Yo adviene a nosotros la verdad. Cuando disolvemos el Yo pensamos con conciencia de multitudes. Cuando disolvemos el Yo, ya no decimos Yo. Entonces afirmamos el pronombre “Nosotros”.
Cuando disolvemos el Yo llegamos a la Revolución total.
Cuando llegamos a la revolución total, cada uno de nosotros es ya un Gobierno Perfecto.
¿Quién querrá entonces Gobernar?
Esa es la revolución total, integral, absoluta.
Cuando se disuelva el Yo, los gobiernos desaparecerán por inútiles.
El Yo es el origen del delito y del dolor.
El Yo creó el Dolor.
El Espíritu Universal de vida no creó el Dolor.
El Yo es el autor del dolor.
El Yo es Satán. Satán creó el dolor.
Si lo Divinal no creó el Dolor, si Satán creó el Dolor, entonces el dolor no sirve, es absurdo y estúpido.
Los que afirman que por medio del dolor llegamos a la perfección están endiosando a Satán (El Yo).
Todo amante del Dolor es Masoquista y Satánico.
Solo con el Arcano A. Z. F. decapitamos el Yo.
Solo con una profunda comprensión creadora disolvemos el Yo.
Todo hombre se ha formado alguna opinión sobre la verdad. Toda religión o toda Escuela tiene su opinión sobre la verdad.
Los hombres buscan la verdad, adoran la verdad.
Nosotros los Gnósticos decimos: “conoced la verdad y la verdad os hará libres”. Entonces habrá Revolución total.
Empero os advertimos que nadie puede buscar lo que no conoce.
La verdad es lo desconocido de instante en instante.
La verdad adviene a nosotros sin que la busquemos.
La verdad adviene a nosotros cuando el Yo ha muerto.
El Dolor no puede conducirnos a la verdad, porque el dolor es de Satán.
Solo el Arcano A. Z. F. y la profunda comprensión creadora nos conducen a la verdad.
Todo deseo origina ideas. Toda idea se convierte en proyectos. Todo proyecto es deseo. Los proyectos nos conducen al delito.
Los proyectos son verdaderos monstruos que devoran al prójimo, y por último se tragan a su progenitor. Así es como resultamos víctimas de nuestro propio invento.
El deseo es el origen del delito.
El deseo es el origen del dolor.
Cuando el deseo es satisfecho, el delincuente goza.
Cuando el deseo se frustra, el delincuente sufre.
Todo ser humano es un delincuente aunque no esté en la cárcel.
Si comprendemos el proceso del deseo, se disuelve el Yo. Cuando el Yo se disuelve se acaba el origen del delito. Cuando el Yo se disuelve hay entonces Revolución Total.
Transmutad el deseo en voluntad.
Así acabaréis con el deseo.
El deseo sexual transmutado en voluntad es el fuego flamígero que sube victorioso por la Médula Espinal.
Todo deseo se puede transmutar en luz y fuego.
Transmutad el deseo en luz y el Yo se apagará como una llama fatua, como una llama Diabólica. Entonces habrá Revolución Total.
El deseo se extingue cuando lo transmutamos.
Solo a base de comprensión creadora podemos transmutar todo deseo.
El deseo es la materia fundamental de todo delito.
Los tres delitos más graves son: ira, codicia y lujuria. La ira es el resultado violento del deseo frustrado. La codicia es deseo de acumulación. La lujuria es deseo sexual.
La ira se puede transmutar en dulzura. La codicia en caridad, y la lujuria en amor.
Cuando el hombre no respeta la vida ajena es por que sobrestima mucho su propio deseo, entonces mata.
Cuando el hombre roba es porque desea acumular, o porque desea lo que no tiene.
La impureza de la mente es el perro del deseo.
La mentira es deseo de falsear la verdad.
La murmuración y la maledicencia es deseo frustrado, o sobreestimación de su propio deseo.
Cuando alguien se siente frustrado en sus propios deseos entonces murmura del prójimo.
Cuando alguien sobrestima su propio Yo Psicológico entonces murmura del prójimo.
El que jura en falso y el que blasfema contra lo Divinal es por que sobrestima demasiado sus propios deseos.
Las conversaciones ociosas son hijas del deseo.
El que envidia codicia lo que no tiene. El que codicia envidia al prójimo.
Cuando alguien codicia, es porque desea. Cuando alguien envidia, es porque desea lo que no tiene y siente pesar del bien ajeno.
La malicia es deseo acumulado. El odio y el rencor es deseo frustrado.
La ignorancia es la Madre del deseo. El deseo de matar se transmuta en la ciencia de curar y dar vida. El deseo de robar se transmuta en altruismo y caridad.
La impureza mental se transmuta en castidad.
El deseo de mentir se transmuta en palabras de verdad.
El deseo de murmuración y maledicencia se transmuta en palabras de sabiduría y amor.
El deseo de blasfemar y perjudicar se transmuta en suprema veneración y adoración a lo Divinal. El deseo y el placer de conversaciones ociosas se transmuta en silencio sublime y en palabras de sabiduría.
El deseo frustrado de la envidia se transmuta en íntima alegría por el bien ajeno.
El deseo acumulativo de la codicia, se transmuta en la alegría de dar todo, hasta la misma vida por amor a la humanidad doliente.
La podredumbre de la malicia se transmuta en la inocencia del niño.
La ira, el rencor y el odio, son distintas formas del deseo que se transmutan en suprema dulzura, perdón infinito y supremo amor.
Hay que transmutar los pensamientos, palabras y obras del deseo, en sabiduría y amor.
Así aniquilamos el Yo.
Cuando aniquilamos el Yo adviene a nosotros lo Atemporal, lo eternal, la Verdad, el Cristo Interno. La única forma de disolver el Yo, es aniquilando el deseo.
La única forma de aniquilar el deseo es transmutarlo. “Cuando una Ley inferior es trascendida por una ley superior, la ley superior lava a la ley inferior”.
La ciencia de las transmutaciones es la Alkimia.
El fundamento básico de la Alkimia es el Arcano A. Z. F.
La mente, el corazón y el sexo son el triángulo perfecto de la Santa Alkimia. La lucha es terrible Cerebro contra Sexo, Sexo contra Cerebro, y lo que es más grave, lo que es más terrible, es aquello de corazón contra corazón. ¡Tú lo sabes!
Muchos blasfeman contra la vida divinal, contra Dios acusando a aquello, lo ignoto y divino, de todos sus sufrimientos y dolores.
La gran vida divinal, nada tiene que ver con los errores del Yo.
Un hombre cualquiera, o una mujer desean algo y luego se forman sus planes y proyectos. Muy bonitos al pensarlos, pero al realizarlos, vienen los problemas. Cuando no fracasan decimos: “Dios es muy bueno conmigo, me concedió lo que yo deseaba”, cuando fracasan, entonces se frustra el deseo, y el devoto se siente defraudado. Le echa la culpa a Dios, blasfema contra lo Eternal, y si es ocultista, Teosofista etc., etc., le echa la culpa a los señores del Karma, o blasfema contra ellos.
¡Esa es la Humanidad!
La gente no quiere darse cuenta que lo Divino es felicidad absoluta y que nada tiene que ver con el dolor. El Yo crea su propio dolor. El Yo es Satán.
Los que convierten el dolor en una mística son «masoquistas».
Cuando disolvemos el Yo, termina entonces el dolor.
Cuando disolvemos el Yo hay Revolución total.
Solo a base de operaciones Alkimistas podemos aniquilar el yo.
Las transmutaciones incesantes de la Alkimia se realizan en operaciones aritméticas exactas.
Muchos estudiantes Masoquistas del ocultismo, teosofismo etc., etc., consideran la miseria, el dolor y hasta la enfermedad como fuente inagotable de Luz y sabiduría.
Esa pobre gente adora el Yo. Esa gente es satanista.
Dios, o “lo Dios”, o lo Divinal, es felicidad, paz y abundancia.
La miseria y el dolor son del Satán.
Otros aguardan que por medio de la evolución y del tiempo lleguen algún día a la perfección. Esos son peores todavía, porque quieren perpetuar a Satán a través de los siglos.
Esos son peores porque quieren perfeccionar a Satán (Satán es el Yo).
Satán goza Reencarnándose para satisfacer sus deseos.
Satán goza ganando experiencias. Las experiencias de la vida complican y robustecen el Yo.
El niño inocente y bello conforme pasa por la adolescencia, juventud y madurez gana experiencias que lo complican y lo transforman al fin en el viejo astuto, malicioso, desconfiado, etc.
El hombre inocente de hace dieciocho millones de años, es ahora el hombre del Cabaret y de la Bomba Atómica. El hombre del pecado y del crimen.
Esa es la evolución del Yo. Un proceso de complicación y fortificación del mí mismo, la proyección del error a través de los siglos.
Cuando el Yo se disuelve termina la evolución. Eso es Revolución total.
El Absoluto no se conoce a sí mismo. El Absoluto necesita conocerse a sí mismo.
Cada átomo súper divino necesita auto-conocerse para tener conciencia de su propia felicidad. Felicidad inconsciente no es felicidad.
El hombre en última síntesis es tan solo un átomo súper divino del espacio abstracto absoluto. Ese átomo es conocido por los Kabalistas con el nombre de Ain-Soph.
Es urgente saber que el Ain-Soph envía su espíritu al mundo de la materia con el propósito de adquirir eso que se llama Auto-Conciencia de su propia felicidad.
Cuando el espíritu después de atravesar por los estados de conciencia mineral, vegetal y animal, alcanza el estado humano, puede regresar al Ain-Soph, y fusionarse con el Ain-Soph.
Entonces el Ain-Soph se hace consciente de su propia felicidad.
Desgraciadamente el hombre se deja confundir por la materia y por las voces fatales del deseo. Entonces nace el yo.
La peor desgracia es la continuidad del Yo. El Satán Reencarnándose se complica.
El Satán Reencarnándose sufre las consecuencias de sus propios errores. (Karma).
El Satán nace en el tiempo y muere en el tiempo. Satán es el Tiempo.
Querer perfeccionar a Satán es un absurdo.
Querer liberarnos con el tiempo es adorar a Satán.
Lo Dios, Lo Divinal, La verdad, es Atemporal.
Con el gran dolor de Satán el hombre organiza escuelas místicas.
El hombre convierte al Dolor en una Mística; eso es MASOQUISMO.
De una equivocación formamos la complicada teoría de la evolución.
El hombre se equivocó cuando comió la manzana prohibida. Entonces nació el Yo. (La manzana de Adán es el sexo).
Desde entonces el error se viene Reencarnando.
Así es como continúa el Dolor.
Sólo en las transmutaciones incesantes disolvemos el Yo. Entonces la evolución termina.
Eso es Revolución total.
La Revolución Económica y política es revolución parcial.
Nosotros necesitamos Revolución Total.
Después de la muerte absoluta del Yo, el espíritu del hombre retorna a su estrella interior que siempre le ha sonreído. Esa estrella es el Átomo super divino del espacio abstracto Absoluto.
El espíritu del hombre es el rayo de esa estrella interior.
Ese rayo fue atrapado por el Dragón horrible del Deseo.
Cuando el Rayo se libra de la horrible bestia del deseo retorna a su estrella interior. Entonces la estrella es consciente de su propia felicidad.
El Rayo retorna a su estrella subiendo la simbólica escala de Jacob. En su retorno, el Rayo adquiere conciencia Angélica, Arcangélica, Seráfica, etc., etc.
Las jerarquías divinas son el resultado de tremendas Revoluciones interiores.
La Revolución parcial es dolor en otra forma.
Nosotros necesitamos la Revolución total.
La Revolución Total es suprema felicidad.
Samael Aun Weor