Santa Claus & el Árbol de Navidad

Introducción:

Toda actividad cultural o religiosa en cualquier país, continente o planeta, tiene su aspecto esotérico y exotérico, la humanidad en su oculto y muy íntimo anhelo de reencontrarse con la Divinidad escribe cuentos, inventa mitos y realiza hazañas al comprender que el triunfo total reside en la superación de todas las debilidades y en la maestría de todas las ciencias.

En esta ocasión, analicemos un poco esta cuestión de los elementos existentes en la tradición navideña con la intención de extraer vivazmente el aspecto práctico del mito de Santa Claus y otros elementos ahora de moda.

Mucho simbolismo de algunos personajes navideños conocidos popularmente, y cuyo origen se remontan a cultos Nórdicos y Celtas; podemos comprenderlos a la Luz de la Gnosis, a través de los anales de la Alquimia o Ciencia de las Transmutaciones en la cual se fundamentan todas las creencias y mitos de la historia humana.

Hay referencias históricas de que, en la Edad Media había grandes libertades en los templos. Como referente daremos el nombre del insigne escritor Christian Starck y su excelso material litográfico que lleva por nombre “RAÍCES HISTÓRICAS DE LA LIBERTAD RELIGIOSA MODERNA” en el capítulo V I. ELEMENTOS BÍBLICOS Y FACTORES MEDIEVALES DE LA LIBERTAD RELIGIOSA MODERNA. Que literalmente dice:

La Teología bíblica ha visto al hombre en su relación con Dios como individuo, sin considerar su incorporación a la comunidad cristiana. Esta visión, como ya se ha indicado, fue fortalecida por la Reforma. La peculiaridad del individuo humano encuentra su expresión teológica en la inmortalidad del alma humana y en su personal responsabilidad ante Dios. El hombre es un sujeto ante Dios. La libertad, en cuanto concepto central de la revelación cristiana, es, por ello, una libertad individual. El concepto cristiano de libertad, que, ciertamente, también comprende la pertenencia a la comunidad cristiana, presenta múltiples perspectivas pero en todos sus aspectos la relación personal e individual del hombre con Dios constituye su fundamento teológico. Sobre este fundamento fue elaborado el concepto metafísico de la libertad del hombre en la Filosofía medieval.”

Por tanto, es muy probable que los Papas eligieran el 25 de Diciembre para conmemorar el nacimiento de Jesús, con el fin de que los fieles cristianos se apartaran de las celebraciones paganas del solsticio de invierno, desconociendo las grandes enseñanzas vertidas en mitos, leyendas, cuentos con relación a este.

De San Nicolás a Papá Noel

 (También conocido como Nicolás de Bari)

“Obispo de Myra en Licia, murió el 6 de diciembre del año 345 ó 352. Aunque es uno de los santos más populares en las iglesias griega y latina, hay muy poca certeza histórica acerca de él, excepto que fue obispo de Myra en el siglo IV”

Según la página web http://ec.aciprensa.com

San Nicolás fue obispo de Mira, Licia en el siglo IV. Probablemente asistió al Concilio de Nicea en el año 325 d.c. Sin embargo, sus reliquias parece que fueron trasladadas en 1087 a Bari, donde se conservan en un sarcófago del que emana un bálsamo al que se atribuyen efectos milagrosos. Universalmente reconocido como taumaturgo, se le aplican numerosas leyendas relacionadas con resurrección de niños y dotación de vírgenes. Una de ellas cuenta que una noche, cuando trataba de transportar tres bolsas de oro hasta las tres hijas de un mercader arruinado, una de las bolsas cayó dentro de los calcetines que colgaban de la chimenea para secarse y que por eso desde entonces se cuelgan los calcetines en espera de regalos. El mercader, vecino suyo, había decidido prostituir a sus tres hijas porque no tenía dinero para la dote. La historia cuenta que el santo arrojó las limosnas discretamente por una ventana para librar de la deshonra a las tres doncellas.

Según la Tradiciones Nórdicas (escandinava o anglosajona y sajona), En navidad se celebra la fiesta de SANTA CLAUS, PAPA NOEL o SAN NICOLÁS.

“¿Quién es este personaje que llega precisamente el día de Navidad, a las doce de la noche, que entra por las chimeneas, cargado de regalos, y los deja en los zapatos de los niños? ¿Quién es ese personaje que anda por los aires, en un trineo tirado por venados o ciervos, vestidos con una indumentaria muy peculiar?”

Debemos entender que este Papá Noel, con su luenga barba blanca, es nada menos que la alegoría del “ANCIANO DE LOS DIAS” del que habla la Cábala Hebraica, el SER de nuestro SER. Indudablemente, este “ANCIANO DE LOS DIAS” es nuestra “MÓNADA” Divinal Interior y Profunda, la “Monada” pitagórica.

Este gran SER INTERIOR, indudablemente es quién viene al corazón de aquellos que han vuelto a ser como niños, al corazón de aquellos que han conocido el secreto-secretorum del ARCA DE LA ALIANZA, ARCA DE NOÉ, o ARCANO A.Z.F., que para nosotros es la LLAVE MAESTRA de los misterios de las mutaciones trascendentales, vale decir, de la Alquimia.

Los colores con los que viene ataviado este Anciano, hablan ya por sí mismos:

San Nicolas

Viene con un gorro rojo, un chaquetón rojo y pantalones de igual color que tiene bordes blancos y unas botas negras, sintetizando así los colores de la Piedra Filosofal.

Esa Piedra, al inicio, al comienzo, en la base, es negra (por eso las botas son negras) y simbolizan que el aspirante a la iniciación debe trabajar duramente con su mercurio, pues son botas de trabajo. Posteriormente, las aguas se vuelven blancas. Esta es la segunda metamorfosis, el segundo testimonio alquimista. Más tarde las aguas mercuriales serán rojas.

El blanco de la chaqueta de Santa Claus, así como el borde de sus botas y de sus guantes, simboliza pues el segundo testimonio, el tercer testimonio es el color amarillo que aparentemente está ausente, sin embargo se hace presente en la leyenda de las dotes (de oro),  siendo el cuarto testimonio el color rojo o purpura, que es el que más aparece en la indumentaria de Papá Noel.

Papá Noel entra por una chimenea, porque (en efecto) el “ANCIANO DE LOS DIAS” sólo es encarnado por aquéllos que han trabajado en la “chimenea” alquimista No olvidemos que los grados esotéricos, en el alquimista tántrico y gnóstico, se van logrando en la “chimenea” (nuestra columna vertebral, nuestra espina dorsal) lugar por donde ascienden todos los átomos de Mercurio, mezclados con el Azufre Divino o Fuego Sagrado del Kundalini, creando en nosotros poderes maravillosos: despertando Chacras, desarrollando plexos.

Entre los Druidas del norte de Inglaterra, siempre alegorizó al alma y alegorizó también al elemento fijo (al que está fijo a la tierra), que es el Fuego.

El trineo de Santa Claus guarda perfecta concordancia con aquel otro carro que- viajaba por los aires y que los hebreos llaman el “CARRO DE MERCABÁ”. Este es el mismo vehículo de Fuego con el cual profeta Elías (Eliú o Helio=Fuego) subió al Monte cuando Dios lo llamó a su Reino. El venado o reno, es entonces, una alegoría fohática, es un animal que desde el punto de vista alquimista, es el elemento fijo, es el Fuego que siempre está, permanentemente, dando cocción a la materia prima, al Mercurio, es el impuso sexual.

Deja los regalos, Santa Claus, entre las medias y zapatos de los niños, porque, efectivamente, aquellos que transitan por el Sendero Iniciático, aquellos que han adquirido el derecho de calzarse con las botas aladas o los zapatos de Mercurio, aquellos que van caminando a través del desierto iniciático interior, siguiendo las huellas de los pocos sabios que en el mundo han sido, son los que en el trayecto van recibiendo las dádivas del “PADRE DE TODAS LAS LUCES”, las dádivas del “ANCIANO DE LOS DIAS”, de la “Mónada” pitagórica, que es Santa Claus, Papá Noel o Per Noel, como dicen los franceses.

Santa Claus, se dice, no trae regalos a los niños que se han portado mal. Esto es claro: es una evidencia de que todo se procesa en base al KARMA y al DHARMA. El Iniciado que no marcha bien, no recibe nada de la “Mónada” Interior profunda; el Iniciado que sí marcha bien, recibe en cambio las dádivas de Santa Claus.

El Árbol de Navidad

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El árbol de Navidad se inserta en el ancestral culto a los árboles, y más específicamente en el ARBOL DE LA VIDA y el ARBOL DE LA CIENCIA DEL BIEN Y DEL MAL, tema de por si interesante del que ya se ocupó ampliamente el Maestro Samael Aun Weor en su Obra “Tarot y Kabala” tercera parte, capitulo “EL ARBOL DE LA VIDA” del cual extractamos el siguiente párrafo;

Si observamos el Árbol de la Vida, tal como está escrito por los Kabalistas Hebraicos, vemos Diez Sephirotes. Comienza por el Anciano de los Días (Kether) que está en el lugar más elevado del árbol; después sigue Chokmah, el Segundo Sephirote o sea el 2º Logos que es propiamente el Cristo Cósmico o Vishnú; luego viene Binah, el 3° Logos, el Señor Shiva. Kether, Chokmah y Binah, son el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, tal como está dibujado en el Árbol de la Vida de los Misterios Hebraicos, así lo enseñaron los Rabinos.”

Samael Aun Weor

El árbol representaba un poder y ese poder se debe al árbol en cuanto tal y a sus implicaciones cosmológicas, como escribe Mircea. Los bosques sagrados servían de templo a los germanos, Para los galos la encina era un árbol sagrado sobre el que los Druidas, sacerdotes celtas guardianes de las tradiciones, recogían el muérdago. La recolección sagrada del muérdago era un rito galo, como lo describe Plinio. En el mundo clásico griego, la encina estaba consagrada a Júpiter; el laurel y la palmera, y el pino a Cibeles. En numerosos mitos, los árboles aparecen como residencia de los dioses, especialmente de las dríadas, ninfas protectoras de los árboles y de los bosques. En ocasiones se creía que los árboles estaban dotados de alma, El árbol de Navidad es un vestigio de aquel culto.

Este Árbol Navideño, al pie del cual también se colocan regalos, es otra vez la alegoría del ÁRBOL DE LA VIDA, del ÁRBOL FILOSÓFICO, del Árbol de los diez Sephirots, que es nuestra espina dorsal. El arbolito navideño con sus bombillas de variados colores, con adornos de toda especie, con frutos incluso de mil caracteres, etc., es una clara alegoría de la espina dorsal del asceta alquimista que ha realizado la Gran Obra.

Tal Árbol siempre es coronado con un Lucero de seis rayos. Esta estrella de seis puntas fue identificada en la Edad Media con VENUS, porque Venus, en Alquimia, es el CRISTO INTIMO, que siempre lleno de amor saluda (tanto en la aurora como en el atardecer) a toda la humanidad.

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Así, pues, hemos sintetizado la versión alquimista sobre Santa Claus y el Árbol Navideño, anhelando que no sea tomada como un simple relato, sino como lo que es: una realidad viviente, aquí y ahora.

He aquí que los Magos (Los sabios alquimistas) entregaron regalos (DONES ESPIRITUALES) al Niño, El Cristo Sol: Oro, incienso y Mirra.

El Oro de los vehículos o cuerpos existenciales del Ser; el Incienso, el perfume de los Sacerdotes supremos; y Mirra, el perfume de los Reyes o Inmortalidad.

Y he aquí que encontraron al Niño en el Pesebre (en el corazón del Mundo), entre un lecho de pajas (la gloria sobresale de lo ínfimo y sencillo) y envuelto en pañales (lo que el mundo da para envolver el vehículo físico), rodeado de animales (los defectos psicológicos) y acompañado de sus Padres, los reales Seres Internos.

Y un coro de ángeles cantaron en aquel día: Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de Buena Voluntad.

La paz solo es posible en los hombres y mujeres que tienen THELEMA, Voluntad.

Ramón T Juárez

*Nota del editor; Aunque algunos párrafos dejan entrever el estilo inconfundible de la pluma del Avatara de Acuario, el Maestro Samael Aun Weor, por carecer de pruebas definitivas no se lo atribuimos, más bien algunos párrafos han sido tomados de una obra existente en la red que lleva por título: “Boletín Gnóstico #5 de Difusión del Instituto Gnóstico de Antropología I.G.A” y dan como referencia este correo elenaelsal@yahoo.com.mx del cual no hemos tenido respuesta…

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