Presentador: Vamos a escuchar nosotros a este gran maestro, que viene con una doctrina muy de época, de mucha trascendencia para nosotros. Con ustedes, el venerable maestro Samael Aun Weor.
El maestro: amigos, ante todo quiero decirles que esta doctrina, que fue anunciada aquí por nuestro amigo, se llama “Gnosis”. Aquí en nuestro país, México, tenemos nosotros una asociación de estudios gnósticos, antropológicos y culturales. A mí me ha cabido el alto honor de enseñar la doctrina en todo nuestro país, México. Yo soy de Cotí, Michoacán; y he vivido, más que todo, en otros lugares del distrito federal; he viajado también por algunos lugares fuera de nuestro país, llevando la doctrina, y tenemos ya unos cinco millones personas en toda América.
Dejando este preámbulo, entraremos en materia de sexología trascendental…
Ciertamente podemos estudiar la sexología, desde dos ángulos completamente diferentes, el uno desde el punto de vista meramente oficial, tal como se enseña en la Universidad de Medicina, etc., el otro desde el punto de vista gnóstico. Voy a afrontar la sexología a la luz del Gnosticismo Universal.
Ante todo gnosis significa conocimiento, la palabra Gnosis entra también en la ciencia oficial, diagnosis por ejemplo, “diagnóstico”, ven ustedes la Gnosis ahí en la etimología. En todo caso las corrientes gnósticas conocen a fondo la sexología.
En nombre de la verdad debo decirles que Sigmund Freud con su psicoanálisis, inició una época de transformaciones extraordinarias en el campo de la sexología. Sigmund Freud produjo una innovación dentro del terreno de la medicina. Adler fue ciertamente uno de sus mejores discípulos, y discípulo de él también fue Jung muchos otros psicoanalistas, psicólogos y parapsicólogos.
El sexo en sí es el centro de gravedad de todas las actividades humanas; alrededor de este centro giran todos los aspectos sociales de la vida; veamos por ejemplo un baile, una fiesta, alrededor del sexo gira toda la fiesta, en un café gira todo alrededor del sexo… Hoy en día el sexo comienza a ser estudiado, por algunos sabios con propósitos trascendentales, desafortunadamente abunda mucho la pornografía, se desvía el sexo hacia actividades meramente sensuales.
Hay varias clases de sexo: existe el sexo normal, común y corriente, existe el infrasexo y existe el suprasexo. ¿Qué se entiende por sexualidad normal? Entiéndase por sexualidad normal, la actividad sexual conducente a la reproducción de la especie. La infrasexualidad es diferente y hay dos clases de infrasexuales. En materia de Kábala, por ejemplo, se dice que Adán tenía dos esposas: Lilith y Nahemah. Lilith representa una de las esferas infrasexuales; encontramos en ella los masturbadores, homosexuales, las lesbianas, los adúlteros, etc., etc. Y del lado de Nahemah encontramos nosotros los abusadores del sexo, pornográficos, aquellos que se entregan de lleno a la lujuria sin frenos de ninguna especie ni control alguno. Son dos esferas de la infrasexualidad.
Así pues, el sexo normal, repito, conduce a la reproducción de la especie, en cuanto al goce sexual en sí mismo es un goce legítimo del hombre; quienes consideran al goce sexual como un pecado, quienes lo califican como algún tabú o quienes tienen la tendencia a considerarlo motivo de vergüenza, disimulo, etc., están totalmente equivocados. El goce sexual, repito, es un goce legítimo del hombre, de ninguna manera podría ser despreciado o subestimado o calificado de tabú, se tiene derecho por naturaleza al goce sexual.
Pero, pasemos ahora al suprasexo, a la suprasexualidad. Incuestionablemente la Suprasexualidad es para los genios, para los hombres trascendentales, para las mujeres inefables, etc. Suprasexuales fueron: un Jesús de Nazaret, un Buddha, un Hermes Trismegisto, un Mahoma, un Lao-Tse en China, un Ketzalkoatl para nosotros los mexicanos, un Pitágoras, etc. Todos podríamos entrar en el reino de la suprasexualidad, pero para entrar en el reino de lo suprasexual, en la esfera de la suprasexualidad se requiere primero que todo sexo sea normal. El infrasexual, como por ejemplo, las lesbianas, homosexuales, masturbadores, no están preparados para entrar en el reino de la suprasexualidad. El infrasexual debe primero que todo, si es que quiere regenerarse, empezar por lograr la sexualidad normal. Una vez lograda la misma, se puede de lleno entrar en el camino de lo suprasexual.
Es difícil la regeneración para los homosexuales y para las lesbianas que pertenecen a la esfera de lo infrasexual. Hace poco vino a visitarme un sujeto homosexual venía de su país, Honduras. Tal hombre posee una cultura intelectual bastante alta; se entusiasmó por las ideas revolucionarias de la Sexología , tal como las preconiza el Gnosticismo Universal, y hablándome con franqueza me contó su trágica historia de homosexual. Sin embargo, me manifestó el deseo de regenerarse, de entrar en el terreno de la sexualidad normal y luego, posteriormente meterse por el camino de la Supra-Sexualidad… ”Amigo -le dije- no le queda más remedio que adquirir la sexualidad normal; usted es un afeminado, pues habrá de comenzar, primero, por conseguirse una mujer. Consígase una mujer, primero que todo, cásese, regenérese, adquiera la sexualidad normal, vuélvase un hombre normal, y el día que usted sea un hombre normal, el día en que a usted le gusten las hembras de verdad, verdad, entonces estará preparado para entrar en el terreno de la Supra-Sexualidad; antes, no es posible. Hoy por hoy, usted va por el canino de la degeneración, usted es un degenerado”.
Bueno, no se ofendió el hombre, francamente, verdaderamente, no tenía razón. Dijo que se iba a conseguir una mujer”, que “se iba a casar”, que “iba a tratar de volverse de sexo normal”, porque “el deseaba, algún día, entrar en las esferas trascendentales de lo Supra-Sexual. ¡Ojalá que el amigo se regenere, ojalá !
En otra ocasión, vino a mi una lesbiana; me dijo que “quería que la aconsejara”, “que francamente, a ella le encantaban las mismas mujeres”, “que estaba en un problema gravísimo”, que “ella gastaba mucho dinero en cierta dama que había por ahí”, pero que “esa dama, pues, le estaba poniendo cuernos”, como decimos. Lo cierto es que andaba, “la dama de sus anhelos”, por la calle con otras damas y claro, le provocaba celos y sufría aquella lesbiana como si fuera un hombre, exactamente; lloraba y suplicaba y me pedía consejos, como si fuera un hombre (entre paréntesis, era una vieja horrible, no se lo niego a ustedes. Yo no pude menos que mirarla con terrible asco) – Bueno, le di unos cuantos consejos; le dije que lo mejor era que regenerara, que se consiguiera un hombre, que entrara en el camino de la sexualidad normal, etc. No se si aquélla pobre vieja se habrá regenerado; no parecía tener muchas ganas de regenerarse, pues estaba demasiado celosa con su dama, celosa con otras damas que acompañaban a “su dama”. Parecía todo un macho, ni más ni menos.
Vean ustedes qué horrible es el camino de la degeneración, el camino infrasexual. Pero no solamente son infra-sexuales en verdad las lesbianas, los homosexuales, los masturbadores etc.; no, infra-sexuales son también los abusadores del sexo, esos que a cada rato están cambiando de dama, esos que copulan hasta diez o quince veces diarias; los hay, conozco sujetos así, indudablemente son degenerados, infrasexuales, aunque se creen muy machos; pero de machos lo que tienen es que están degenerados.
Entremos ahora en el camino de la sexualidad normal. La sexualidad normal en sí es hermosa: el hombre y la mujer se aman, reproducen su especie, llevan una vida mesurada, etc., viven eso sí, de acuerdo con la economía de la naturaleza, de acuerdo con los intereses de la naturaleza; cada uno de nosotros es una maquinita, eso no lo podemos negar, de estar captando determinados tipos y subtipos de energía cósmica. Cada maquinita, es decir, cada uno de nosotros, después de captar esos tipos de energía cósmica o universal, las transforma automáticamente, subconscientemente y las retransmite a las capas interiores de la Tierra. Así que la Tierra es un organismo vivo, un organismo que vive de nosotros. No quiero decirles a Uds. que las plantas no cumplan igual función, claro que cada planta según su especia, capta tales o cuales tipos de vibración cósmica y luego transforma y retransmite a las capas interiores de la Tierra. En cuanto a los organismos animales sucede lo mismo, ellos captan tales o cuales tipos de energía que transforman y retransmiten a las capas interiores del organismo planetario; total, la Tierra es un organismo vivo…
Nosotros nos reproducimos incesantemente con la sexualidad normal, eso es necesario para la economía de la naturaleza. Además, el goce sexual es un goce legítimo del hombre. No es un crimen, no es un delito como suponen muchos mojigatos, muchos pietistas, etc., pero hoy por hoy nosotros, con nuestra sexualidad normal, vivimos de acuerdo con los intereses económicos de la naturaleza.
Otra cosa es la suprasexualidad. Esto es definitivo; entrar en el terreno de la suprasexualidad es penetrar en el camino de las transformaciones extraordinarias.
Federico Nietzsche en su obra “Así hablaba Zaratustra”, habla francamente del Súper-Hombre; dice: “ha llegado la hora del Súper-Hombre, el hombre no es más que un puente tendido entre el animal y el Super-Hombre, un peligroso paso en el camino, un peligroso mirar atrás, todo en él es peligroso, ha llegado la hora del Súper-Hombre…” Bueno, Hitler interpretó a Nietzsche a su manera. Durante la segunda guerra mundial, hasta el más insignificante policía alemán era super-hombre. Nadie se sentía chiquito en la época de Hitler, en Alemania, todos eran super-hombres. Parece que Hitler, aunque con muy buenas intenciones no supo interpretar a Nietzsche; yo creo en el Super-Hombre -francamente- les manifiesto a ustedes, pero me parece que Hitler erró el término. Más eso solamente es posible mediante la transmutación de la energía sexual, y eso pertenece al terreno de lo supra-sexual.
En todo caso, en el ser humano hay cinco centros fundamentales: primero que todo el intelectual, que es el que más utilizan todos ustedes; segundo, el emocional, que lo tenemos en el corazón; tercero, el motor en la parte superior de la espina dorsal; el cuarto, el centro instintivo que está en la base inferior de la espina dorsal y, quinto, el sexual propiamente dicho. Repito para que ustedes puedan grabar mejor: INTELECTUAL, EMOCIONAL, MOTOR, INSTINTIVO Y SEXUAL; cinco centros. Total, estos cinco cilindros son fundamentales para todas las actividades humanas.
En cuanto al sexual propiamente dicho, debo decirles que, es el centro alrededor del cual giran todas las actividades humanas. El pensamiento aparentemente es muy rápido, pero desgraciadamente es muy lento. Si ustedes van manejando un carro, por ejemplo, y de pronto en un momento de peligro se ponen a analizar si deben hacer esto o aquello, adelantarse o atrasar, o retroceder, pues vienen a chocar y a tener una catástrofe. El centro motor es más rápido, uno cuando va manejando un carro, no tiene mucho tiempo para pensar, actúa velozmente y ya, sale del paso, pero si en ese momento el pensamiento actúa, si nos trabaja, pues chocaríamos. Cuantas veces va uno manejando un automóvil y resulta que en un momento dado queda indeciso: “si hacia la derecha, si hacia la izquierda”, y total, es un fracaso. De manera que es muy lento el centro del pensamiento; más rápido es el centro del movimiento, el centro motor. El emocional es un centro rápido, pero no hay centro más rápido que el centro sexual.
Uno como hombre ve una mujer y en milésimas de segundos sabe si se complementa con uno o no, si exactamente está de acuerdo con la “onda” que uno lleva o no; empero esto es cuestión de milésimas de segundo. Ustedes como jóvenes lo saben, ustedes pueden estar frente a frente con una muchacha, pero instintivamente, instantáneamente saben si está de acuerdo con la “onda” de ustedes o no, eso es rapidísimo. De manera que es un centro que permite registrar, con rapidez inaudita, el otro polo; es el centro más veloz que nosotros poseemos.
Pero entremos en factores un poco más detenidos. Muchas veces un hombre vive feliz con su mujer, la quiere sin embargo, nota que algo le falta. Ciertamente puede suceder que con la mujer que uno esté, no se sienta completo; puede ser que ella llene las actividades del centro emocional (posiblemente) pero tal vez no se complementa con uno mentalmente; o tal vez sexualmente no se complementa con uno y al encontrar por ahí otra dama, puede suceder que esta otra sí se complementa con uno y entonces viene eso que se llama “ADULTERIO”.
No vengo yo, aquí a alabar el adulterio. En cierta ocasión, por ahí, había una sala donde varias adúlteras estaban “dándole al vidrio”; una de ellas, de pronto, embriagada de vino dijo: “¡Viva el adulterio!” No, yo no vengo a hacer alabanzas del adulterio porque eso sería absurdo; pero sí veo las causas del adulterio.
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Muchas, veces , uno de la pareja no consigue complementarse, en los cinco centros, totalmente con el otro; entonces, posiblemente, solamente encuentre complementación con otra persona y de allí deriva eso que se llama “adulterio”.
Pongamos que, emocionalmente, un hombre se complementa con una mujer, pero sexualmente no. Puede darse el caso que encuentre una dama con la que se complemente sexualmente Supongamos que un hombre se complementa mentalmente con una mujer, pero emocionalmente no. Puede darse el caso que se encuentre con una dama con la que venga a complementarse emocionalmente. Puede suceder que, en el mundo de los hábitos, no se complemente un hombre con su mujer. Puede suceder que se encuentre, también en el mundo de los hábitos relacionados con el centro motor otra mujer con la que sí se complemente con la que tenga afinidad. Esta es la causa intrínseca de tantos y tantísimos adulterios que dan origen, pues, a los divorcios.
Como les digo, no vengo a alabar el adulterio, porque eso sería absurdo, ni estoy de acuerdo con aquélla dama que gritaba, en célebre orgía, “¡Viva el adulterio!” No, yo no estoy de acuerdo con eso, mis amigos; únicamente aquí, con ustedes, en compañerismo estamos estudiando la cuestión sexual y no podríamos pasar por alto esta cuestión del adulterio.
Yo creo, que lo mejor para uno, como hombre es encontrar la mujer que se complemente con uno en lo intelectual, en lo emocional, en el centro motor, o mundo de los hábitos; en el centro de los instintos y en el sexo. Es decir, la pareja ideal, la pareja perfecta. Y creo a su vez, también, que lo ideal para una mujer sería encontrar un hombre con el que se complementara totalmente entonces habría verdadera felicidad.
Otro de los motivos graves, como para que no pueda existir felicidad, es la cuestión esta de los TEMPERAMENTOS. Un hombre de temperamento ardiente, es imposible que pueda ser feliz con una mujer que sea una mole de hielo; sencillamente no. El hecho mismo de tener que ir a besarla y en el momento del beso, se encuentra conque ella no tiene ganas de besos, es gravísimo. Ahora, ¿qué diríamos durante la cópula, en el momento de copular una mujer “helada”? Acuérdense ustedes de ese libro que se titula “SILOE, EL EGIPCIO” (que lo vieron en película). Resulta que allí habían lugares de momificación, en Egipto. Como existían varios lugares, lugares de inmundicia donde arreglaban cadáveres para momificarlos, quienes trabajaban por esos lugares de momificación, pues olían a inmundo por donquiera que pasaban; ninguna mujer gustaba de esa clase de hombres, que olían tan feo (y claro, olían a podredumbre). Metidos entre la podredumbre, ¿Saben ustedes lo que hacían esa clase de momificadores? Copulaban con los cadáveres de las hembras que traían ahí. ¿Les parece a ustedes muy agradable eso: copular con difuntas? Eso sucedía en Egipto.
Pues bien, ¿qué dirían ustedes de un hombre, de temperamento ardiente, que tenga que copular con una mujer “de hielo”, con un “cadáver” ? Eso resulta espantosamente horrible.
También es muy cierto y de toda verdad,. que existe el temperamento, dijéramos, BILIOSO: gente pesada, torpe… Una mujer, por ejemplo, de carácter pesado, torpe en sus movimientos (sin querer casi) es imposible que pueda entenderse con un temperamento nervioso (¡imposible!). Otro imposible es, también, que un hombre de temperamento nervioso, pueda entenderse con una mujer ardiente.
Así que, la cuestión de los temperamentos es muy importante. No sólo se necesita, completamente, que haya correlación entre los distintos centros de la máquina orgánica: intelecto, emoción, movimiento, instinto y sexo, sino que haya temperamentos afines. Solo así, habiendo temperamentos afines y perfecta inter relación entre los distintos centros de la máquina, pues puede entonces haber una auténtica afinidad, lo cual daría felicidad.
Sin embargo, estoy hablándoles ahora de SEXUALIDAD NORMAL. SUPRA SEXUALIDAD es diferente, mis amigos. Para entrar en el terreno de la SUPRA SEXUALIDAD se requiere ante todo, transmutar la ENERGÍA CREADORA.
Pero debemos pensar en el sexo, no solamente como cuestión fisiológica. Ha de saberse que, en el sexo, existe energía. Al fin y al cabo Einsten dijo: “Energía es igual a masa multiplicada por la velocidad de la luz al cuadrado”. También dijo: “La energía se transforma en masa, la masa se transforma en energía”. ¿Es posible transformar la masa en energía? ¡Claro está que sí! Vean ustedes un pozo de agua en el camino, en la carretera. Con el calor del Sol, se va evaporando esa agua que por último se convierte en nubes, y en última síntesis, en energía: en rayos y truenos. Todas las aguas de los mares y de los ríos, se convierten en nubes y por último en rayos y truenos, es decir, en energía. Lo mismo sucede con el “ENS SÉMINIS”. ¿Que se entiende por “ENS SÉMINIS”? La ENTIDAD DEL SEMEN, es decir, el ESPERMA SAGRADO.
Hoy se tiene la tendencia a considerar al ESPERMA como, simplemente, una substancia que excretan nuestras glándulas endocrinas sexuales. La palabra “SAGRADO”, acomodada al ESPERMA, parece como “fuera de onda”. Sin embargo, si ustedes estudian cuidadosamente el “Psicoanálisis” de Sigmund Freud, verán que él dice lo siguiente: “Las religiones, en última síntesis, tienen origen sexual”. Yo estoy de acuerdo con Freud en ese sentido. Si ustedes están de acuerdo, bien, y si no están, bien. Yo, por mi parte, si estoy.
Cuando uno mira las religiones de los indígenas (por ejemplo las religiones de las distintas tribus de Indo América o del África, o de Asia) , puede ver, dijéramos, evidenciar en forma directa, por sí mismo, que en todas esas religiones, en todos esos cultos, hay una mezcla de lo sexual con lo místico, es decir, de lo religioso con lo erótico: los Dioses y Diosas allí, en posturas de tipo erótico, copulando. Lo más interesante es que esas posturas fueron SAGRADAS en la tierra de los Vedas.
Entre los troyanos existía, dijéramos, lo meramente lujurioso, pero había en Creta grandes procesiones por ejemplo, en las que las Sacerdotizas iban con PHALOS enormes. Entonces el PHALO no era considerado en la forma vulgar como hoy lo hacemos, sino que se le rendía un verdadero culto.
También se le rendía culto al Yoni es decir, al órgano sexual femenino. No hay duda que la LANZA aquélla, con la que se dice que Longinos hirió el costado del Cristo, no es sino una viva representación del PHALO. No hay duda también de que la COPA, CÁLIZ o SANTO GRIAL, por la cual pelearon todos los caballeros de la Edad Media, cuando salieron para la Tierra Santa durante la época de las “Cruzadas Eucarísticas, representaban al Yoni femenino, al ETERNO FEMENINO Por cierto que los Caballeros de la Edad Media andaban buscando ese Cáliz, en el que bebió Cristo en la “Ultima Cena”, símbolo del Yoni. Jamás lo encontraron, es obvio, pero como recuerdo de aquélla época de la búsqueda del SANTO GRIAL, de la pelea contra los Moros, quedó esto de la COPA de las Olimpíadas, Copa que se entrega a los vencedores en los juegos olímpicos (tiene este origen esa Copa, no lo olviden, que representa al Yoni, es decir, al órgano sexual femenino). Así, pues, en el terreno de lo SUPRA SEXUAL, el CÁLIZ y la LANZA son sagrados.
El Esperma es sagrado porque en el Esperma esta contenida nuestra propia personalidad. Los Alquimistas medievales veían en el Esperma el VITRIOLO (por cierto que esa palabra se descompone así: VISITA INTERIORE TERRAM RECTIFICATUM INVENIAM OCULTUN LAPIDUM. “Visita el interior de nuestra Tierra, que rectificando encontrarás la PIEDRA OCULTA). Pero, ¿a qué PIEDRA se referían, precisamente, los Alquimistas medievales. A la famosa PIEDRA FILOSOFAL. Tal piedra hay que fabricarla; no hay duda que existen fórmulas para su fabricación. Yo creo en la PIEDRA FILOSOFAL, pero hay que fabricarla; mediante el ESPERMA SAGRADO y sus transmutaciones, es posible lograr la PIEDRA FILOSOFAL. La transmutación de la “Libido Sexual”, convertir el Esperma en energía, es posible cuando se conoce la clave. Lo importante es conocer la clave.
Sí con el ENS SÉMINIS podemos nosotros dar vida a un hijo, si con el ENS SÉMINIS podemos reproducir la especie, si con el ENS SÉMINIS podemos llenar de millones de seres humanos un mundo, es cierto y de toda verdad que con el ENS SÉMINIS, es decir, con la ENTIDAD DEL SEMEN, podemos darnos vida a sí mismos y convertirnos en verdaderos Súper Hombres, en el sentido más completo de la palabra.
Ahora bien, lo importante sería lograr la transmutación de la “Libido Sexual”. Mediante la transmutación, logramos cerebrizar el Semen y seminizar el cerebro. Se hace necesario seminizar el cerebro, señores, porque es muy sabido por los hombres de ciencia que no todas las áreas del cerebro, actualmente, están trabajando.
Se sabe hoy en día, en Medicina que sólo una mínima parte de nuestro cerebro, actualmente, está ejerciendo sus funciones. Incuestionablemente, tenemos muchas áreas, muchas partes inactivas. Y si con el poquito de cerebro que está activo hemos logrado crear cohetes atómicos que viajan a la luna, hemos logrado crear la bomba atómica (con la que se destruyeron ciudades como Hiroshima y Nagasaky), hemos conseguido nosotros aviones supersónicos que viajan a una velocidad extraordinaria, ¿qué tal si nosotros regeneráramos el cerebro, si pusiéramos en actividad todas las partes del cerebro, si la totalidad de la masa encefálica trabajara? Entonces podríamos transformar este mundo cambiarlo, hacerlo maravilloso. Pero hay que regenerarlo, hay que seminizarlo: cerebrizar el Semen y seminizar el cerebro. He allí la clave.
¿Es posible seminizar el cerebro? los grandes músicos de antaño: un Beethoven, por ejemplo, un Chopin o un Litz , fueron hombres que tuvieron el cerebro muy seminizado, hombres que dieran a su cerebro capacidades extraordinarias, que utilizaron el mayor porcentaje de las áreas cerebrales. Sin embargo, la cosa hoy en día es muy diferente: el cerebro humano se ha degenerado demasiado y no nos damos cuenta de ello.
Si estamos en medio de una “pachanga”, contentos, si estamos de acuerdo con la “última onda”, si estamos en pleno “Rock and Roll” y de pronto alguien quita el disco y pone la “Novena Sinfonía de Beethoven, ¿cómo se sentirían ustedes? Estamos seguros que ustedes no continuarían con la “pachanga”. ¿Que harían ustedes? Claro, ustedes no irían a insultar al señor de la casa (naturalmente, no) pero muy decentemente se retirarían, ¿verdad? ¿Por que? En la Edad Media, por ejemplo, cuando el cerebro no se había degenerado tanto como ahora, la cosa era distinta: se bailaba puro Vals, al compás de la música clásica; en plena comida estaban los músicos, haciendo vibrar las más deliciosas sinfonías; de moda estaban Mozart, Beethoven, Chopin, Litz.
Eso era en la edad media, señores; pero ahora no estamos en la edad media. Si ahora nos salen con una música de esas, sencillamente nos despedimos y ¡Good Bye! Nos vamos, es claro. ¿Por qué? Porque nos aburrimos. ¿Y porque nos aburrimos? Seamos analíticos, aquí estamos para analizar. Sencillamente porque el cerebro está degenerado, hay ciertas áreas que ya no pueden apreciar la buena música. ¿Y porque se ha degenerado el cerebro? Se ha degenerado, sencillamente, porque nosotros durante varios siglos hemos estado extrayendo de nuestro organismo la entidad del semen. No la hemos extraído únicamente para dar vida a otras criaturas; no, la hemos extraído porque nos ha gustado, por qué es un gran placer, y eso es todo. Por eso nos hemos dado gusto en la lujuria, en lechos de placer, gozando “a lo lindo”. Pero el “paganini” ha sido el cerebro, es decir, el es el que ha tenido que “pagar el plato”. Ahora sucede que muchas áreas no están trabajando.
Es posible, sí, regenerarlo; pero, para regenerarlo, hay que transmutar la entidad del semen, convertirla en energía. Sólo así podríamos cerebrizar el semen.
Lo que faltaría aquí en este plática es decir como. Yo tendré mucho gusto en explicarles un artificio muy singular que los alquimistas medievales enseñaban a sus discípulos El artificio que voy a enseñarles a ustedes también lo enseñaron los hombres de ciencia moderna, como Brown Squard, en los Estados Unidos. Lo enseñó el doctor Krumm Heller, médico coronel de nuestro glorioso ejército mexicano; lo enseño también Jung, lo enseñan las escuelas asiáticas del Tantrismo oriental. No es una cosa hecha mía, particular yo la he aprendido de todos esos sabios y a su vez se la comunicó a ustedes, no como un artículo de fe ni como un dogma inquebrantable. No, si ustedes quieren aceptarlo, acéptenlo, si no lo quieren aceptar no lo acepten. Muchas escuelas lo han aceptado, muchas escuelas lo han rechazado; cada cual es libre de pensar como quiera, yo únicamente les doy mi modesta opinión.
El artificio consiste en esto: conexión del Lingam-Yoni ( “Lingam”: ya saben ustedes cuál es el Lingam, el phalo. “Yoni”: ya saben ustedes que es el útero, el eterno femenino, el órgano sexual de la mujer), sin la eyaculación de la entidad del semen. El doctor Krumm Heller daba en latín la fórmula. Decía “INMISIO MIEMBRO VIRIL IN VAGINA FEMINA SINE EYACULATION SÉMINIS”.
Algunos científicos modernos la han aceptado la sociedad y América en Estados Unidos experimentó con esa fórmula. En la sociedad Oneida vean ustedes lo que se hacía entraron unas veinticinco parejas hombres y mujeres a trabajar con el sexo durante cierto tiempo se les ordenaba copular, pero sin la eyaculación de la intimidad del semen Luego se le sometía a estudios clínicos, en los Estados Unidos. Se logró en observar la seminización completa del cerebro el aumento de hormonas en la sangre la mejora completa del organismo la fortificación de la potencialidad sexual y muchas enfermedades que desaparecieron. Cuando los científicos resolvían que era necesario que se tuvieran hijos, daban entonces, -en la sociedad Oneida- también la libertad para que se copulara con eyaculación seminal entonces se obtenían la reproducción. Así, se hicieron muchos experimentos en la Comunidad Oneida.
En todo caso, lo interesante de este viejo artificios constituye el secreto-secretorum de los alquimistas medievales consiste en que nunca llegan a degenerarse las glándulas sexuales Ustedes saben muy bien que cuando las glándulas sexuales se degeneran, se degenera también la Hipófisis y se degeneran también todas las glándulas de secreción interna. Todo el sistema nervioso pasa por procesos de degeneración; entonces vienen la decrepitud y la muerte.
¿Por qué existe la vejez? Sencillamente porque las glándulas sexuales entran en decrepitud. Entran en decrepitud todas las glándulas endocrinas y entonces se procesa la cuestión aquélla de la decrepitud y vejez. Pero si hubiera un sistema que permitiera que los glándulas sexuales no se degenerara no entraran en decrepitud podría conservarse todo el sistema nervioso en perfecta actividad y entonces no habría decrepitud mi vejez eso es obvio.
Ahora bien, por medio de este fino artificio: Conexión del Lingan-Yoni sin eyaculación del Ens-Séminis -dicen los médicos famosos: Arnoldo Krum Heller y Brown- es posible, entonces, conservar las glándulas sexuales activas durante toda la vida. Esto significa que un hombre que practicara con tal sistema llegaría a la edad de 90 y 100 años, todavía con capacidad para copular, para gozar libremente del placer sexual, que es un placer legítimo del hombre, que no es un “pecado”, que no es un tabú, que no debe ser un motivo de vergüenza o de disimulo, etc., sino, repito, un derecho legítimo del hombre.
Ahora bien, mediante la transmutación de la entidad del semen en energía, se procesan cambios psicológicos extraordinarios, se desarrolla la glándula pineal. Esa glándula estuvo activa en otros tiempos, en tiempos antiquísimos de la historia; entonces el ser humano poseía aquel ojo del que nos hablase Homero en su Odisea: El ojo de los Laecértidos, el ojo que viera en aquel terrible gigante que intentó, pues, devorarle. Ese ojo de los Laecértidos no es una mera leyenda sin fundamento alguno… Mediante la transmutación sexual, ese glándula se desarrolla, entra de nuevo en actividad; allí está ese ojo que le permite a uno percibir ese “ultra” de todas las cosas.
Nuestro mundo no es solamente de tres dimensiones, como creen los “Ignorantes ilustrados”; nuestro mundo existe en una cuarta vertical. Aún más: podemos asegurar, con gran énfasis, que existe una quinta vertical, una sexta y una séptima. Esto significa que nosotros nunca hemos visto nuestro mundo como verdaderamente es y no lo hemos visto porque nuestros cinco sentidos están degenerados, nuestra glándula pineal está atrofiada. Existen otros sentidos en nosotros que se hayan completamente degenerados y que son de percepción, pero que están degenerados. Si los logramos regenerar, podemos percibir el mundo como es, con sus siete dimensiones.
Así que, la cruda realidad de los hechos es que mediante la transmutación sexual, se pueden regenerar la pineal y los otros sentidos que se hallan atrofiados. Así tendríamos acceso a un mundo de conocimientos extraordinarios, así tendríamos acceso a las dimensiones superiores de la naturaleza y del cosmos, así podríamos ver, oír, tocar o palpar las grandes realidades de la vida y de la muerte; podríamos aprender, capturar todos los fenómenos cósmicos en sí mismos, tal cual son y no como aparentemente son.
Transmutación es la clave: cambiar el esperma, modificarlo en energía. He ahí lo fundamental. Ha llegado la hora, pues, de comprender todo esto, a fondo, integralmente…
Si un hombre se propusiera cumplir con esa fórmula tan sencilla, con ese artificio que nos enseñara Brown, que nos enseñara Krumm Heller y que nos enseñaron los alquimistas medievales, podría decirles a ustedes con gran énfasis y absoluta seguridad, que ese hombre se transformaría, a la larga, en un superhombre.
Todos necesitamos sentir la necesidad de cambiar, de convertirnos en algo diferente; esto es, si no somos reaccionarios, porque el conservador, el retardatario, no desea cambiar. Pero cuando uno es revolucionario de verdad, uno quiere ser distinto, uno quiere cambiar fundamentalmente, transformarse en algo distinto, convertirse en un superhombre, hacer de la doctrina de Nietzche una realidad.
Es posible cambiar, mediante la transmutación sexual. La fuerza sexual nos puso sobre el tapete de la existencia y eso no me lo puede negar. Nosotros existimos, vivimos, gracias a que tuvimos un padre, gracias a que tuvimos madre. En última síntesis, la raíz en nuestra propia vida está en la cópula de un hombre y de una mujer. Ahora bien, si la fuerza sexual, si la energía del sexo tuvo el poder de ponernos sobre el tapete de la existencia, obviamente es la única que tiene autoridad -de verdad- para transformarnos radicalmente.
En el mundo hay muchas ideologías, en el mundo hay muchas creencias, y cada cual es libre de creer en lo que “le dé la gana”, pero la única fuerza que tiene autoridad para transformarnos, es la que nos creó, la que nos puso sobre el tapete de la existencia. Me refiero, en forma enfática, a la fuerza sexual. Aprender a manejar esa energía maravilloso del sexo, significa hacerse amo de la creación.
Cuando el esperma sagrado se transforma en energía, se producen cambios psico-somáticos extraordinarios. Bien sabemos nosotros lo que son esos vasos hormonales de nuestras gónadas: cómo trabajan, como pasan las hormonas de vaso en vaso, como -por último- a lo largo de los cordones espermáticos, llega hasta la próstata. Bien sabemos lo valioso que es la próstata: allí se producen las más grandes transformaciones de la entidad del semen y las hormonas -por último- entran en el torrente sanguíneo.
La palabra “hormona” viene de una raíz griega que significa “ansias de ser”, “fuerza de ser”. Las hormonas han sido estudiadas por nuestros hombres de ciencia (son maravillosas): las hormonas sexuales, por ejemplo, entrando en el torrente sanguíneo, realizan prodigios. Cuando tocan las glándulas endocrinas, sea la tiroides, sea la paratiroides, sean la suprarrenales o la timo, etcétera, etcétera. Las estimulan, hacen que esos pequeños micro laboratorios produzcan más hormonas y esas hormonas, producidas por todas las glándulas en general, enriquecen el torrente sanguíneo en forma extraordinaria; entonces desaparecen las dolencias, desaparecen las enfermedades.
Desgraciadamente, hoy por hoy, el esperma que es preparado y que sube o asciende hasta la próstata, es despilfarrado y ni siquiera se le deja descomponer -a los famosos zoospermos entre las hormonas -, cuando ya se le envía fuera del organismo, cuando se le arroja. Muchas veces ni siquiera alcanza a ascender (desde los testículos hasta la próstata) la entidad del semen, cuando ya es eliminada.
En cuanto a los masturbadores, ¿Qué diremos? Bien saben ustedes lo que es el vicio de la masturbación. Cuando alguien se masturba, indubitablemente está cometiendo un crimen contra natura: después de que se ha eyaculado la entidad del semen, queda cierto movimiento peristáltico en el phalo, y esto lo sabe cualquier hombre. Con tal movimiento, siempre el phalo recoge del útero de la mujer, la energía que necesita para alimentar el cerebro; pero con la masturbación la cosa es distinta: El phalo, durante la masturbación, lo único que recoge, con el movimiento peristáltico, es el aire frío que va al cerebro; así se agotan muchas facultades cerebrales.
Innumerables sujetos han ido al manicomio por el abominable vicio de la masturbación. Un cerebro lleno de aire, es un cerebro estúpido en un ciento por ciento. Así que, condenamos ese vicio, totalmente.
Distinto es si se transmuta el esperma sagrado en energía, pero esto solamente es posible durante la cópula, evitando pues, a toda costa, la eyaculación del Ens-Séminis; porque como dijeran los mejores sabios medievales: “dentro de él se encuentra todo el ens-virtutis del fuego”, es decir, la entidad ígnea del fuego.
Enriquecer la sangre con hormonas, no me parece un delito; transmutar el esperma en energía, está muy bien documentado por hombres como Sigmund Freud y otros tantos. Entonces, lo importante es aprovechar toda la potencialidad sexual para seminizar el cerebro y desarrollar la glándula pineal, y hasta la hipófisis y otras. Así se conseguiría una transformación orgánica maravillosa.
Lo psico-somático está íntimamente relacionado con los sexual. Una supra-sexualidad implica de hecho, también algo supra-sexual dentro de lo psico-somático. Por eso digo yo a ustedes con entera claridad que supra-sexuales fueron, por ejemplo, Hermes Trismegistro, o Ketzalkoatl, o el Buddha, o Jeshúa Ben Pandirá (que no es otra cosa sino el gran Kabir Jesús). Esos fueron supra-sexuales; el supra-sexual es el súper hombre de Nietzche.
Uno puede alcanzar la estatura de superhombre entrando en el terreno de la supra-sexualidad, sabiendo gozar del amor, sabiendo gozar de la mujer, sabiendo vivir con alegría, con más emoción y menos razonamientos inútiles. La emoción es lo que cuenta y eso vale más que todo.
Así, pues, desde un punto de vista revolucionario, nosotros podemos convertirnos en verdaderos dioses-hombres, si así lo queremos. Bastaría que regeneramos las áreas del cerebro, que las pusiéramos a trabajar a todas, y entonces sí haríamos un mundo mejor. En todo caso, creo y es indispensable saber que la claves dada para la transmutación, es también la clave para la regeneración.
Los sabios de la antigüedad nos hablaron de un fuego solar, que existe siempre en toda la materia orgánica e inorgánica. Ese fuego, naturalmente, está encerrado (en cuanto al hombre) en su sistema seminal. No se trata, naturalmente, de un fuego físico; es -dijéramos- un fuego de tipo supra dimensional, psicológico o metafísico. Ese fohat, palabra que significa “fuego de tipo estrictamente sexual”, y que todos sentimos durante la cópula, puede desenvolverse y desarrollarse para ascender, desde nuestro sistema seminal a lo largo del canal medular espinal. Cuando ese fuego asciende, despierta en nosotros poderes que ignoramos, poderes extraordinarios de perfección, o mejor dijéramos, de extra percepción sensorial; poderes que divinizan. Pero hay que despertarlos mediante la transmutación de la libido, sabiendo gozar del amor. La mujer también puede despertarlos, sabiendo gozar de su varón.
Con ese fuego se realizan prodigios. Los orientales lo denominan “Kundalini” y es maravilloso. Nuestros antepasados mexicanos los denominaban “serpiente”, porque decían ellos: “tiene figura de serpiente sagrada, que sube a lo largo del canal medular espinal”.
En el oriente se habla de siete centros que existen en la espina dorsal: siete centros magnéticos que podrían ser perfectamente estudiados, con placas muy especiales y también con agujas imantadas y otros métodos de investigación. El primero está en el coxis; cuando entra en funcionalismo, nos confiere determinados poderes sobre el elemento tierra. El segundo está a la altura de la próstata, y nos confiere poderes sobre los elementos acuosos de nuestro organismo. El tercero esta a la altura del ombligo, el cual despertado, nos permite manejar nuestro temperamento ardiente y hasta actuar sobre el fuego universal. El cuarto esta a la altura del corazón y es obvio que nos confiere ciertas facultades extraordinarias, como la de la telepatía, la intuición y muchas otras. El quinto ésta a la altura de la glándula tiroides (que secreta el yodo biológico) y nos confiere ciertos poderes psíquicos extraordinarios: la llamada “clariaudiencia”, el poder para escuchar los sonidos del “ultra”. El sexto (a la altura del entrecejo) que nos da poder para percibir, también, las dimensiones superiores de la naturaleza y del cosmos. Y el séptimo, a la altura de la glándula pineal, que nos da el poder para ver, por si mismos, los misterios de la vida y de la muerte.
Así, pues, estas facultades se hayan latentes dentro de nuestro organismo y pueden ser despertadas con ese fuego extraordinario que los Indostanes llaman “Kundalini”, que sube por el canal medular mediante la transmutación sexual. Pero, para llegar a estas alturas, se necesita trabajar con este secreto secretorum durante toda la vida. Quien así proceda, se transformara en súper hombre y podrá penetrar en el anfiteatro de la ciencia cósmica, podrá adentrarse en la universidad de la ciencia pura y resolver problemas que la ciencia oficial todavía no ha sido capaz de resolver.
Hasta aquí mi plática de esta tarde, señores. Si alguno de ustedes desea hacer preguntas, lo puede hacer con la más entera libertad.
- La cópula, como usted dice, que se hace tratando de no eyacular la entidad del semen, ¿Qué fines persigue, que se busca con todo eso?
Sencillamente, lo único que se busca con este artificio tan sencillo, enseñado por Brown Squard y la sociedad Oneida, que es copular sin eyacular la entidad del semen, porque sostienen estos sabios, mediante este artificio se consigue que el esperma sagrado se convierta en energía. De manera que, lo que viene a subir al cerebro no es el esperma, porque nos volveríamos locos, sino la energía de ese esperma, que es diferente. Eso se llama “transmutación”.
Puede uno gozar del placer sexual sin debilitarse. Normalmente, después de la cópula, se siente uno con cierto asco; pero si uno no eyacula la entidad del semen, después de la cópula le quedan ganas de repetirla un millón de veces más, y siempre dichoso y feliz, goza sin debilitarse jamás. Esto está enseñando la sociedad Oneida, en los Estados Unidos; eso enseñó también Jung, y eso están enseñando los mejores sabios hoy en día, en todos los rincones de la tierra. ¡Eso es todo!
- ¿Qué es la “entidad del semen”?
- Bueno, cuando se habla de la “entidad del semen”, nos referimos en forma concreta y exacta al esperma sagrado, al semen en sí mismo, sólo que en lenguaje un poco más delicado, se dice la “entidad del semen”, y aún un poco más delicado (para que no se espante la gente) se dice el “en-seminis”. Eso es ya como para que no se espanten. ¿Alguna otra pregunta?
A los tipos que llamamos comúnmente masoquistas, ¿En qué tipo de sexualidad podríamos clasificarlos?
Pues el masoquista tiene cierta similitud con el sádico, sólo que en lugar de maltratar a otros como lo hace el sádico y como lo preconizara tan alegremente el marqués de Sade, pues goza mortificándose así mismo, en forma espantosa. Ciertamente, es un infrasexual; pertenecería de hecho a la esfera infrasexual de Lilith, hablando en el lenguaje de los antiguos sabios.
Conferencia pública, dictada por el V.M. Samael Aun Weor en la Universidad de San Luis Potosí, República de México, el 19 de Mayo de 1976.
Trascripción y diagramación: misioneros e instructores de la escuela Gnóstica Hadith. Maracaibo, Estados Zulia, Venezuela. 1982
Trabajamos por la propia regeneración y por la de nuestro hermano el hombre, siempre de acuerdo con la Gnosis develada por el venerable maestro Samael Aun Weor, Avatara de la edad de acuario y único e insustituible patriarca del movimiento Gnóstico cristiano universal.
Entendemos y así lo divulgamos que la sexología trascendental, en si misma, constituye el segundo factor de la revolución de la conciencia, sin el cual no es posible nacer por segunda vez.