Distinguidos amigos, vamos hoy a estudiar con entera claridad el Sexto Círculo Dantesco o de Júpiter, sumergido bajo la epidermis del planeta Tierra.
Incuestionablemente, esta Región Infra-dimensional es aún mucho más densa que las cinco anteriores, debido a su constitución atómica.
Es bueno saber que cada átomo del Sexto Círculo Dantesco, lleva en su vientre 576 átomos del Sagrado Sol Absoluto.
Indubitablemente, tal tipo de átomos, extremadamente pesados, son la causa causarum de una materialidad tremenda.
Las gentes que viven sumergidas en esta Región Infernal, obviamente, están controladas por 576 Leyes, lo cual hace de sus existencias algo demasiado complicado y difícil.
El tiempo se vuelve espantosamente lento en esta Región; cada minuto parece siglos, y por ende, la vida se hace tediosa e insoportable.
Si analizamos cuidadosamente la vibración jupiteriana en su aspecto trascendental planetario, descubrimos esa fuerza misteriosa que da el Cetro a los Reyes y la Mitra a los Jerarcas de las diversas religiones confesionales.
Es pues el planeta Júpiter, en el espacio infinito, extraordinariamente místico, regio y sublime.
Su antítesis, en la Infra-dimensión Sumergida bajo la corteza geológica de nuestro mundo, resulta de hecho convertida en la morada de los ATEOS MATERIALISTAS, ENEMIGOS DEL ETERNO.
Viven también en esa Región los BLASFEMOS, aquellos que odian todo lo que puede tener sabor a Divinidad, y los HEREJES, esos que cultivan el “dogma de la separatividad”.
Uno se siente lleno de dolor al contemplar, como el Dante, a tantos mitrados escépticos y ateos, metidos entre el sepulcro de sus propias pasiones, odios y limitaciones…
Cuando pensamos en los grandes legisladores, soberanos y señores que rigen los conglomerados sociales, obviamente descubrimos tiranos y tiranuelos que originan complicaciones y dolores por aquí, por allá y acullá. El resultado de tan nefastos procederes, se corresponde exactamente con el Sexto Círculo Dantesco.
No es pues de extrañar que en esta redicha Región Tenebrosa de la Morada de Plutón, encuentre el investigador Esoterista a todos esos jerarcas que abusaron de su poder; es claro que tales gentes sufren, por ende, lo indecible.
Júpiter, como paternal amigo, siempre generoso, tiene su antítesis nefasta en esos pésimos padres de familia que teniendo bienes a montones, niegan pan, abrigo y refugio a sus hijos. Indubitablemente, es en la nefasta Región Sexta, abismal donde esas sombras pecadoras, después de la muerte, encuentran su morada.
Se conmueve la Conciencia del investigador al contemplar en la Tenebrosa Región Jupiteriana Sumergida, a tan crueles padres de familia; empero, lo más curioso, es que siempre ellos aquí en el mundo, bajo la luz del Sol, se creyeron virtuosos, justos y bondadosos; y alguno de estos hasta fueron profundamente religiosos.
Hay también en esa morada siniestra, jefes de familia que aspiraron a la Auto-Realización Íntima del Ser. A pesar de todas sus crueldades, sus contemporáneos los creyeron muy buenos. Su conducta aparentemente era recta (de las puertas de su casa para afuera, es claro, aunque dentro de su morada hubiera llanto y congojas).
Pietistas extraordinarios con fingidas mansedumbres y poses de comediantes, vegetarianos insoportables de esos que hacen de la comida una “religión de cocina”…
Yo les diría: “¡Hipócritas, fariseos, sepulcros blanqueados!”; para hablar con el tono del Gran Kabir Jesús. Sin embargo, eso mismo no lo dirían jamás sus secuaces, o aquellos que los hubiesen visto en hermosos salones de tipo pseudo-esotérico o pseudo-ocultista.
No es extraño tampoco hallar en la Sexta Región Infra-dimensional Sumergida, jefes de familia muy honrados y sinceros, pero terriblemente equivocados: Lo que debieron haber hecho no lo hicieron, y lo que no debieron haber hecho, eso hicieron. Algunos de estos señores fueron extraordinariamente fanáticos en el mundo donde vivían, y con palos y azotes enseñaron religión a sus hijos, como si esto se pudiese aprender con latigazos; nefastos sujetos que ensombrecieron hogares, amargando la vida de sus criaturas.
Júpiter, generoso como siempre, dadivoso y altruista, ha de tener su contraste bajo la epidermis de la Tierra, en la Infra-dimensión Sexta Sumergida.
¿Cuál sería la antítesis de la generosidad? El egoísmo, la usurería, el peculado, eso es obvio…
No es pues extraño hallar en la redicha Región Infrahumana, a aquel que acapara todos los bienes de la Tierra para sí, como un Sanagabril y sus secuaces. Así pues, toda antítesis religiosa, todo contraste jupiteriano, ha de encontrarse inevitablemente en el Sexto Círculo Infernal bajo la epidermis de la Tierra.
P- Querido Maestro, he observado que menciona usted que el tiempo es tremendamente largo, que los minutos parecen siglos debido a la gran densidad de esta Región Sumergida de Júpiter. ¿Es el tiempo largo por los sufrimientos o son los sufrimientos largos por el tiempo?
R- Distinguido caballero que hace la pregunta: Permítaseme informarle que el “tiempo” sólo existe desde el punto de vista meramente subjetivo, porque ciertamente no tiene una realidad objetiva.
Partiendo de este principio básico, llegamos a la conclusión lógica de que el “tiempo” es una creación subconsciente, sumergida.
Incuestionablemente, el “tiempo” en cada Zona Infra-consciente, o mejor dijéramos, en aquello que existe de inhumano en cada uno de nos, ha de volverse cada vez más lento en los fondos más profundos de la materialidad.
Con otras palabras diré lo siguiente: En el Nivel meramente Intelectivo, el “tiempo” no es tan lento como en los Niveles Subconscientes más hondos, esto es: Mientras más Subconsciente sea la región del Universo donde habitamos, más lento será el “tiempo”; tomará una mayor apariencia de realidad.
Aquí en el Mundo Físico donde vivimos, sobre la superficie de la Tierra y a la luz del Sol, hay minutos que parecen siglos, y hay siglos que parecen minutos; todo depende del estado de ánimo en que nos encontremos.
Es claro que en plena felicidad, doce horas parecen un minuto; es obvio que un instante de supremo dolor parece siglos.
Pensemos ahora en el Abismo, en las Regiones Sumergidas Abismales, en la Ciudad de Dite, la ciudad maldita en el fondo del tenebroso Tartarus, allí los perdidos sienten que cada minuto se convierte en siglos de abominable amargura…
Creo que ahora el caballero que ha hecho la pregunta, entenderá a fondo mi respuesta.
P- Así es en efecto, Maestro, pero como usted menciona estados de Conciencia, como Sub-conciencia, Inconsciencia e Infra-conciencia, ¿quiere acaso decir esto que cuando hablamos de Infradimensiones se refieren éstas también a estados de Conciencia?
R- Las Infradimensiones de la Naturaleza y del Cosmos existen no solamente en el planeta Tierra, sino también en cualquier Unidad Cósmica del espacio infinito: Soles, lunas, planetas, galaxias, estrellas, Anti-estrellas, Anti-galaxias de antimateria, etc., etc., etc.
No son pues estas Infradimensiones Naturales exclusivos productos de la Sub-conciencia, Inconsciencia e Infra-conciencia de Humanoides intelectivos, sino el resultado de leyes matemáticas que tienen su origen en todo Rayo de Creación Existencial.
P- Maestro, ¿quiere decir, pues, que cuando nos referimos a la Conciencia en sí misma debemos pensar que ésta, está libre del “tiempo”?
R- Caballero, señores, señoras: Quiero decirles a ustedes, en forma enfática, que en el Sagrado Sol Absoluto el “tiempo” es 49 veces más rápido que aquí en la Tierra.
Analizando este enunciado juiciosamente decimos: Siendo el “tiempo” creación meramente subjetiva del humanoide intelectual, es obvio que resulte 49 veces más lento que en el Sagrado Sol Absoluto.
Con otras palabras aclaro que la mente del humanoide posee “49 Departamentos Subconscientes”, y por ello se dice que el “tiempo” aquí, entre los Bípedos Tricerebrados o Tricentrados equivocadamente llamados hombres, es 49 veces más lento que en el Sagrado Sol Absoluto.
Valiéndonos ahora del proceso inductivo enseñado por Aristóteles en su “Divina Entelequia” concluiremos: Si el “tiempo” en el Sagrado Sol Absoluto es 49 veces más rápido que en el Nivel Intelectivo de humanoide, obviamente esto significa que en el Sagrado Sol el “tiempo” no existe. Allí todo es un instante eterno, un eterno ahora.
Mirando ahora eso que llamamos Conciencia, estudiándola juiciosamente, descubriremos el Ser Original, Paradisíaco, Virginal, libre de todo proceso Subconsciente, más allá del “tiempo”.
Es decir, la Conciencia en sí misma no es un producto del “tiempo”.
P- Perdonadme Maestro, si aparezco un tanto insistente, pero he abrigado el concepto de que, conforme vamos despertando Conciencia, los estados Infra-conscientes y Sub-conscientes van dejando de existir porque estos se convierten en Conscientes. ¿Es equivocado esto?
R- Caballero, esta pregunta me parece bastante interesante… Ostensiblemente, los estados sumergidos de Plutón, llamémoslos Infra-conciencia, Inconsciencia, Sub-conciencia, son eliminados radicalmente cuando la Conciencia despierta.
En la Sexta Dimensión Sumergida, el “tiempo” se nos hace demasiado largo, debido al hecho claro y evidente de los estados Subconscientes, Inconscientes e Infraconscientes; empero en el Nirvana no existe el “tiempo”, debido al hecho contundente y definitivo de que en esa Región Divinal no existe el Ego, ni el Subconsciente, ni los citados estados abismales…
P- Con esta disertación que francamente me sorprende, porque nunca antes había relacionado el “tiempo” con los estados de Subconciencia, llego a la conclusión de que el Inconsciente, el Infraconsciente y el Subconsciente de que tanto se hablan los psicólogos, son en realidad estados negativos y satánicos, y que son los obstáculos para que el hombre se Auto-Realice. ¿Estoy en lo correcto, Maestro?
R- Se nos ha dicho en forma solemne, que necesitamos transformar el Subconsciente en Consciente. Nosotros incluimos dentro de estos conceptos transformativos también a los estados Infraconscientes e Inconscientes.
Despertar Conciencia es lo radical. Sólo así podremos ver el camino que ha de conducirnos hasta la Liberación Final.
Obviamente, el concepto “tiempo”, que tan amarga hace la vida en la Sexta Dimensión Sumergida y en los diversos Círculos Dantescos del Tartarus, es eliminado definitivamente cuando la Conciencia despierta.
P- Nos dice que la Sexta Región Sumergida de Júpiter, es la antítesis del planeta Júpiter que gira alrededor del Sol. Observo, Maestro, que no se refirió usted cuando habló de los otros Círculos Dantescos, como que eran la antítesis de los planetas con que se corresponden. ¿Quisiera aclararnos esto?
R- Caballero, señores, señoras: Obviamente los Nueve Círculos Infernales son siempre el aspecto negativo, antitético, de las Esferas de la Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Creo que ya algo he dicho en pasadas pláticas sobre este tema, y que hemos planteado la relación existente entre aquellos mundos y las Nueve Zonas Sumergidas, bajo la epidermis de nuestro planeta Tierra. Buscándole un símil a todo esto, veréis que toda persona bajo la luz del Sol, proyecta por doquiera su propia sombra; algo semejante hallaréis entre cada uno de estos nueve mundos del Sistema Solar y sus correspondientes “sombras” o “zonas obscuras”, tenebrosas, dentro de las entrañas del planeta en que vivimos. ¿Entendido?
P- Maestro, ¿podría decirnos si está habitada la Zona Sumergida del planeta Júpiter?
R- Distinguida señora, me permito informarle e informar a todas las personas que me escuchan, que en las Infradimensiones naturales del Reino Mineral Sumergido del planeta Júpiter existen demonios terriblemente perversos, criaturas involucionantes, gentes que se dirigen hacia la Muerte Segunda. Aclaro, no estoy hablando del Cielo de Júpiter; me limito exclusivamente a citar el Reino Mineral Sumergido de ese planeta.
P- ¿Podemos considerar que a pesar de que en los Infiernos de Júpiter existen seres involucionantes, terriblemente malignos, son dichos Infiernos antitéticos con los infiernos del Sexto Círculo Dantesco del planeta Tierra?
R- Amigos, lo tenebroso se corresponde con lo tenebroso. No existe antítesis alguna entre los Infiernos Jupiterianos y el Sexto Círculo Dantesco Sumergido bajo la corteza geológica de nuestro mundo Tierra.
Debemos buscar antítesis exclusivamente entre los aspectos luminosos y oscuros de Júpiter.
Indubitablemente los “esplendores jupiterianos” tienen su opuesto, sus “sombras”, no solamente entre las entrañas de aquél planeta radiante, sino también bajo la corteza de nuestro afligido mundo.
P- Maestro, ¿podría usted decirnos cuáles son los materiales o elementos que componen esta zona tenebrosa de la Sexta Dimensión Sumergida de nuestro organismo planetario?
R- Amigos, ya dijimos en pasadas pláticas que los habitantes de tal o cual elemento natural no perciben jamás el elemento en que viven.
Los peces jamás ven el agua. Nosotros, los habitantes de este Mundo Tridimensional de Euclides, nunca percibimos el aire que respiramos, no lo vemos. Las Salamandras no ven el Fuego; así también, aquellos que moran entre el Elemento Pétreo, rocoso, jamás ven tal elemento; únicamente perciben objetos, personas, sucesos, etc., etc., etc.
Obviamente la densidad pétrea de la Sexta Morada de Plutón, resulta insoportable, terriblemente densa. Ahora nos explicaremos el motivo por el cual el Dante veía tantos condenados metidos entre sus sepulcros.
No se trata de sepulcros en el sentido literal de la palabra; sólo quiere decirse con esto, estados sepulcrales, condiciones demasiado estrechas, limitadas, de la Subconciencia e Infraconciencia, etc., etc., etc. Son condiciones dolorosas de la vida en la Sexta Región Abismal.
Samael Aun Weor
- Escuche el tema en el podcast