Distinguidos caballeros y damas, vamos a hablar esta noche sobre la pareja: EL SEXO ES EL FUNDAMENTO de toda la Creación; el sexo es el centro magnético alrededor del cual gira todo lo que es, todo lo que ha sido y todo lo que será. El sexo, en sí mismo es el centro de gravedad; eso es algo que nadie lo ignora…
En una fiesta cualquiera, un baile, obviamente TODO GIRA ALREDEDOR DEL SEXO; en el templo, en la calle, en el café, todo gira alrededor del sexo; esto es incuestionable y esto lo sabe todo el mundo.
Ahora bien, ha llegado la hora de examinar esta cuestión del sexo, de entenderla sabiamente, y eso es lo que vamos a hacer esta noche…
Ante todo, para que HAYA AMOR entre el hombre y la mujer, se necesita que HAYA AFINIDAD de pensamientos, afinidad de sentimientos, preocupaciones mentales idénticas…
El beso, en sí mismo, es la consagración mística de lo que interiormente se vive. El acto sexual es la consubstancialización del Amor, en el realismo fisiológico de nuestra naturaleza.
“¡Amar, cuan bello es amar! Solamente las grandes Almas pueden y saben amar”… “El Amor comienza con un destello de simpatía, se substancializa con la fuerza del cariño y se sintetiza en adoración”… “Un matrimonio perfecto es la unión de dos Seres: uno que ama más, otro que ama mejor”… “El Amor, en sí mismo, es la mejor Religión asequible”… “El Amor se alimenta con Amor”…
En Europa, por ejemplo, existe una orden, que se llama la “ORDEN DEL CISNE”; ahí se estudian los Misterios del Amor. Observemos el cisne, en sí mismo: Cuando uno de la pareja muere el otro sucumbe de tristeza, porque el Amor se alimenta con Amor… Así pues, el sexo, en sí mismo es trascendental.
Obviamente, no podría haber FELICIDAD SEXUAL cuando no hay AFINIDAD DE TEMPERAMENTOS.
Por ejemplo, un Temperamento Ardiente, jamás compaginaría con un Temperamento Frío. Si el hombre es, por ejemplo, ardiente y la mujer es muy fría, el resultado es el fracaso; o viceversa, si la mujer es muy ardiente y el hombre muy frío, el resultado evidente se llama: “¡Fracaso!”.
Hay cuatro clases de Temperamentos: el ARDIENTE, el FRÍO, el NERVIOSO… …Instintivo y el Sexual; y otros Centros Superiores (como son el EMOCIONAL SUPERIOR, el MENTAL SUPERIOR) que todavía la humanidad no los tiene la desarrollado. Pues bien, para que haya una verdadera Felicidad entre los sexos opuestos, tiene que haber AFINIDAD TOTAL EN TODOS LOS CENTROS DE LA MÁQUINA ORGÁNICA.
Por ejemplo: Si el hombre tiene ideas, conceptos, etc., completamente opuestos a los de la mujer; si piensa en una forma y ella otra, pues no se entienden con el CEREBRO; riñen, pelean entre sí…
Si en el campo EMOCIONAL, por ejemplo, el hombre es emotivo y ella no lo es; o viceversa, si ella se emociona por todo y el hombre permanece impasible, parece que no se entienden; como consecuencia, resultan ciertas desarmonías, ciertas riñas…
En cuanto al CENTRO MOTOR o tercer Centro, he de decir que ahí están nuestros hábitos.
Muchas veces el hombre tiene ciertas costumbres, la mujer resulta con costumbres completamente distintas (que las aprendió en la casa, que se las enseñaron sus familiares, etc.), y entonces, pues no se entienden de ninguna manera, riñen por ello…
En cuanto al CENTRO INSTINTIVO, nada tenemos que decir, sin embargo, hay quienes se dejan llevar por bajos instintos y dañan la Felicidad de su hogar…
El CENTRO SEXUAL, en sí mismo, es el más importante. Hay hombres que no se entienden con la mujer sexualmente, aunque se entiendan con ella emocionalmente o aunque se entiendan intelectualmente. Pero resulta que en el acto sexual no pueden entenderse, resultado: Es el más espantoso fracaso.
El Centro Sexual, en sí mismo, es el centro más veloz que tenemos en la máquina orgánica.
Uno va a comprender a otra persona, desde el punto de vista intelectual, tiene que observarla, tiene que estarla estudiando, etc., etc., etc. Para comprenderla emocionalmente, solamente, pues, en las fiestas, en los grandes acontecimientos, y eso, no del todo.
EL CENTRO ÉSTE DEL SEXO ES VELOZ: En milésimas de segundo, el varón sabe si la mujer es afín con él o no, es decir, si le gusta o no le gusta; y ella, a su vez sexualmente, sabe cuando realmente le gusta o no le gusta, instantáneamente, en cuestión de segundos. Es un centro realmente demasiado rápido.
Pero ahondando un poco más en la cuestión ésta del Centro Sexual, que es tan importante, vemos que, realmente, la Felicidad entre el hombre y la mujer son un poco difíciles de hallar, porque no encontramos siempre parejas perfectas. Es difícil encontrar gentes que sean afines en todos los Niveles del Ser.
Hay veces que un hombre que se entiende bien con la mujer, por ejemplo, en el Centro Intelectual o en el Emocional, pero tal vez no se entiende con ella en el Centro Sexual; como resultado, puede darse el caso de que ese hombre, por ejemplo, en una fiesta conozca a otra mujer, y entonces se entienda con ella sexualmente. Se dará entonces, obviamente, lo que se llama un “adulterio”. Porque si con la primera se entienden intelectual y emocionalmente, con la segunda se viene a entender sexualmente.
Yo NO QUIERO con esto venir a HACER ALABANZAS AL ADULTERIO, ni mucho menos; no quiero con eso, pues, alabar el adulterio. Ciertamente el adulterio, en sí mismo, es asqueante, inmundo…
Lo interesante sería que las parejas se entendieran desde el principio en forma concreta, unitotal.
Desgraciadamente, todo se ha vuelto tremendamente mecanicista, aunque el matrimonio es, dijéramos, uno de los acontecimientos más grandes que existen en el mundo.
Hay tres cosas importantes en la vida: El NACIMIENTO, el MATRIMONIO y la MUERTE.
Jamás debería un varón tomar por esposa a una mujer que no le corresponde en espíritu; y si es una mujer, nunca debería tomar por marido a otro hombre, si espiritualmente no le conviene.
Desafortunadamente, las palabras de comprensión en esto de las relaciones entre los sexos ha muerto. Casi siempre la mujer joven aspira a casarse con el único propósito de no quedarse; no tiene la paciencia de saber aguardar, no quiere entender que todos los seres humanos tienen un destino, y como dice el dicho vulgar: “Matrimonio y mortaja del cielo bajan”…
Ellas SE PRECIPITAN, sobre todo cuando ya ven que el tiempo se les está yendo. Por resultado, contraen matrimonios forzados que nos la llevan sino al fracaso.
En nombre de la Verdad diremos, que nosotros, en cada uno de nosotros, en el fondo mismo de nuestra Conciencia, llevamos un destino; más hay veces que uno no se comporta de acuerdo con la Ley del Destino, hay veces que uno se mete donde no debe meterse, y el resultado se llama “fracaso”…
Una mujer, por ejemplo, deseosa de casarse, hay veces que contrae matrimonio con alguien que no le corresponde por Ley del Destino; como secuencia o corolario deviene el fracaso.
En nosotros hay dos Leyes que se procesan y es bueno que ustedes lo entiendan: La primera es la LEY DEL DESTINO; la segunda, la LEY DE LOS ACCIDENTES.
La Ley del Destino pertenece a nuestro Ser, al Alma, al Espíritu (como ustedes quieran llamarlo); en cuanto a la Ley de los Accidentes, corresponde, realmente, a la Personalidad, al Yo de la Psicología Experimental. La Ley del Destino está gobernada por los Principios más divinos del Ser.
La Ley de los Accidentes pertenece a los principios más animálicos, más bestiales que en nuestro interior cargamos.
Hay veces que nos olvidamos de nuestro propio Ser, que metemos las narices donde no debemos, resultado: ¡Fracaso! Caemos en la Ley de los Accidentes.
Muchos de los matrimonios actuales se deben a puro accidente, y eso es verdaderamente lamentable. Se da el caso, por ejemplo, de mujeres que se enamoran de determinados jóvenes; y muchas veces ni se enamoran, sino sencillamente los toman por maridos, por el hecho mismo de no querer quedarse.
También se dan casos de varones que toman mujeres por esposas, a mujeres que no les pertenecen. Y lo hacen únicamente por hacer el mal, o sencillamente en forma mecánica, automática, porque se fascinan, por las apariencias, porque les parecen muy bonitas etc., etc., total: ¡Fracasan! Así que hay que saber lo que es Amor. El Amor verdaderamente es grandioso, nace en forma espontánea: Cuando un hombre encuentra a una mujer que verdaderamente ha de ser su compañera, no hay en ella nada de forzado, ella parece ser dijéramos un duplicado de el mismo; no encuentra nada de extraño en ella, no necesita estarle rogando que lo quiera, todo brota en forma natural, espontánea, con una belleza extraordinaria. Ése es el Amor que realmente nos pertenece: Aquél que el destino nos trae.
Pero vayamos más lejos en estas cuestiones, porque tenemos que entrar hoy en puntos que tocan con la Alta Magia, y esto es fundamental.
Existen en verdad, tres aspectos de la sexualidad. Primera, podríamos denominarla “SEXUALIDAD NORMAL”. Es la sexualidad de todo el mundo, la que todos tienen. La segunda, es la INFRASEXUALIDAD.
Kabalistas antiguos dicen que “Adam tenía dos esposas, Lilith y Nahemah”. LILITH, la Madre de todos los abortos y fracasos, y NAHEMAH terriblemente maligna…
Tenemos, en verdad, dentro del Espacio Psicológico de cada cual dos Esferas Infrasexuales: la de Lilith y la de Nahemah. Qué entiende por Esfera de Lilith? La doctrina aquella donde viven las personas, dijéramos, demasiado anormales, los homosexuales, las lesbianas, los pederastas, masturbadores, etc., etc., etc.
También encontramos en esa Esfera a las gentes, por ejemplo… …drogados, que toman remedios para abortar, etc. (Y hoy por hoy, desgraciadamente, el aborto se está volviendo más común que lavarse las manos, todo con el visto bueno de la Ciencia Oficial).
También en la Esfera de la Infrasexualidad encontramos nosotros aquellos hombres que se dicen “muy machos”, que tienen seis, siete mujeres, que presumen de haber engendrado unos 15 a 20 hijos y aun más. Obviamente, ellos se creen muy humanos, pero en verdad, en verdad son Infrasexuales.
Antes de poder entrar en la Esfera más elevada, que es la de la SUPRASEXUALIDAD, es necesario, ante todo, poseer la Sexualidad Normal, la de toda persona normal.
En la Sexualidad Normal, la gente se reproduce normalmente sin abuso de ninguna especie.
El varón de Sexualidad Normal cumple sus funciones en forma natural; es a eso lo que se llama “Sexualidad Normal”, no caer jamás en el abuso, etc., etc., etc.
Pero la Sexualidad Normal, únicamente sirve los intereses de la Naturaleza. Quiero que ustedes sepan en nombre de la Verdad, que cada uno de nosotros es una máquina orgánica puesta al servicio de…
Samael Aun Weor