…Razas enteras viven allí. “En tiempos de Artajerjes, hubo el caso, pues, en Persia, de una tribu que apareció por allí, una tribu muy extraña.
– Estudiante. Maestro, ¿a la Cuarta Vertical también se le llama Cuarta Coordenada?
– Maestro. Cuarta Coordenada, o Cuarta Dimensión… Bueno, y aquella tribu vivía en sus casas (triunfante, victoriosa), y entonces Artajerjes resolvió someterlos, llenarlos de impuestos y dominarlos, y mandó gentes a someterlos a su cetro. Pero cuando las gentes llegaron a buscarlos, a buscar aquella raza, aquella raza había desaparecido: Ya no habían casas ni había nada en el lugar donde antes estaban.
Sin embargo, recibió Artajerjes unos regalos muy extraño, enviados por las gentes de esa raza. Recibió unas plumas de águila, que tenían su significado; significaba que hasta que él fuera dueño del Elemento Aire, no podría llegar a dominarlos a ellos. Recibió algo que significaba que hasta que él no dominara el Elemento Agua, no podría someterlos a ellos. Recibió un topo, que significaba que hasta que él no dominara la Tierra, no podría dominarlos a ellos. Y recibió también una salamandra (algo que representaba al Fuego, o algo que representaba una salamandra, que es el Fuego, ¿no?), que significaba que hasta que él dominara el Fuego, no podría dominarlos a ellos Para poder ellos someterse a él, le exigían dominio del Fuego, de los Aires, de las Aguas y de la Tierra. El día que él lograra ese dominio, con mucho gusto ellos se someterían a su cetro. Antes no, porque no le reconocían autoridad.
¿Qué hizo aquel gran Señor, aquel gran Rey? ¡Callarse el pico; no le quedó más remedio! Si él no dominaba los Elementos, ¿qué iba a hacer? A ver…
– Estudiante. En esa Cuarta Coordenada, las Leyes que rigen esa Cuarta Coordenada, ¿son iguales a las de esta Tercera Dimensión, o las gentes pueden volar y vencer la Ley de la Gravedad?
– Maestro. Son distintas las Leyes, porque en la Cuarta Vertical se puede flotar con cuerpo de carne y hueso, y todo. En la Cuarta Vertical, las Leyes son distintas; eso es claro.
– Estudiante. Maestro, tengo entendido que acá, en el Bosque de Chapultepec, hay un Templo en Estado de Jinas. ¿Puede usted pasar a cualquier hermano (no como lo realizó allá en la Pirámide, sino con el cuerpo físico), a ese Templo?
– Maestro. Sí se puede, cuando los Adeptos del Templo lo autorizan; porque no vamos nosotros a echar abajo las puertas del Templo, ¿no? Hay que, primero, tener la autorización… ¡Ajá!…
– Estudiante. …
– Maestro. ¡Qué interesante sería! Pero vamos a ver…, todo eso tiene sus Leyes; uno no tiene derecho a entrar, al Templo de Chapultepec, si no es, antes, debidamente autorizado, y para ser autorizado, pues, tiene uno que merecérselo, ¿no? Ése es un Templo de la Cuarta Vertical; eso es todo.
Ahora, meterse uno dentro de la Cuarta Vertical, no es tan difícil, no es tan difícil. Con un poquito de práctica, se logra. Todo lo que se necesita es tener un poco fe, fe, mucha fe. Se acuesta uno, pues, en su cama, del lado izquierdo, pone uno la cabeza sobre la palma de la mano izquierda, vigila el sueño e invoca luego a HARPÓCRATES; tiene uno que invocarlo con su mantram: HARPO- CRAT-IS. Así se invoca, y luego, pues, aguardar un poco…
Al acostarse de medio lado, debe colocarse en la forma o figura que tiene el polluelo dentro de un cascarón, dentro un huevo.
Sobre el buró o mesa de noche que está junto la cama, hay que poner, precisamente, el cascarón de un huevo de gallina pintado de color azul. E imaginarse uno que está metido dentro de ese huevo; invocar a Harpócrates.
Cuando uno comienza a sentir mucha “rasquiña” en el cuerpo, ¡se acerca el momento! Hay una tendencia de uno a rascarse; pero no se rasque. Y si comienza a verse como que se va hinchando las manos y piernas y el cuerpo, es porque ya está entrando en la Cuarta Vertical.
Cuando ya se vea así, como hinchado, pues, levantarse de la cama con fe de verdad, y sale a caminar (rumbo a la puerta) diciendo: “Har-po-crat-is, ayudadme porque voy con mi cuerpo”…
Al salir ya, de la recámara, o antes de salir, da uno un saltito con la intención de perforar la Cuarta Vertical, de meterse de lleno dentro de la Cuarta Dimensión, y si flota, es porque ya está listo; entonces salir de ahí, de la casa, y dirigirse con cuerpo de carne y hueso, por entre la Cuarta Dimensión, a donde quiera dirigirse; no hay problema, nada le pasa.
– Estudiante. ¿Se sale vestido?
– Maestro. Pues, por lo común se va uno con pijama, ¿no? Por eso, antes de salir de la casa, primero es aconsejable hacer el ensayo: Dar el saltito, para ver si flota; porque no sería muy agradable salir uno en “paños menores” a la calle. No, uno hace primero el ensayo, adentro, para ver si flota, y si flota, pues se da el lujo de irse. Si no flota, es porque no “agarró” la Cuarta Vertical; vuelve a su camita y repite el experimento. ¡Es fácil!
– Estudiante. ¿Y para volver otra vez, no se queda allá?
– Maestro. ¿Para volver? Pues hay una Ley en la Cuarta Vertical, que perfectamente…, una Ley que la estipuló perfectamente Lavoisier: “Todo regresa a su punto de partida original”. En la Cuarta Vertical se cumple esa Ley a cabalidad: Regresa uno al punto de partida original…
Yo, por ejemplo, hice muchos experimentos (en mi presente existencia) para aprender a viajar con el cuerpo físico por entre la Cuarta Vertical.
Llegué a contar una noche hasta 15 salidas infructuosas. Eso de tener que salirme de mi cuarto después de estar uno con sus sarapes o cobijas bien abrigadito y salirse uno al patio de la casa, y hasta lloviendo además, ¿ustedes creen que eso no cuesta un sacrificio, hasta venirme a dar una pulmonía? En pura “piyama” y toda esa cosa, me pongo a saltar y nada; y salto y nada, otra vez a la cama.
Pero, en una de esas tantas salidas, salí; di el salto y “¡tannn!”, quede flotando en el aire y dije: ¡Ehhh!… [Risas]… …me quedé flotando, salí en la foto pues, así quedaré como en Jinas, pues…, [risas] total que en la Cuarta Vertical quedé flotando y ya flotando, pude dirigirme, perfectamente, a donde quería…
Otra vez, me puse a llamar a unas PERSONAS-JINAS, para que me ayudaran (en la Cuarta Vertical hay gentes que viven, razas enteras); y llamé a ciertas Personas-Jinas (de los MUNDOSJINAS, de las de TIERRAS-JINAS), para que vinieran a ayudarme.
Toda la santa noche (yo ahí, acostado de medio lado, con la cabeza puesta sobre la palma de la mano), llamando a esas personas de los Estados Jinas, para que vinieran.
Al fin, por allá a las dos o tres de la mañana, cuando me sentí un estado de laxitud muy especial, alguien me toca el brazo. Vuelvo a mirar, y veo a una dama que está allí, joven, y me dice:
– ¡Bueno, levántese!
– Y yo, así despierto (como estoy en este momento), ¿y levantarme? Pero como soy un hombre de fe, pues me levanté de mi cama, me puse de pie.
Luego veo, con asombro, que en una mesita que había allí con unas sillas, dentro de la recámara, estaban otras dos damas, sentadas alrededor de la mesa. De manera que con ella, eran tres.
Tenían algunos TAROTS; y a través del Tarot, ellas habían consultado sobre cuál era la que iba a cargar con la responsabilidad de llevarme a mí hacia Europa. Claro, la “suerte” le cayó a la que me llamó, por eso me llamó. Entonces me dijo:
– A mí me toca llevarlo…
– Se lo agradezco mucho. Dijo:
– ¡Salgamos!…
Lo que sí noté, con asombro, fue que me tomó por aquí… …como para ayudarme a sostener, ¿no?
Yo caminé, atravesé un patio, agarré un largo pasadizo, abrí la puerta, salí a la calle. Al abrir la puerta, no se abrió la puerta física. ¿Qué puerta se abrió? La contraparte de la puerta física…
Entonces ya salí a la calle. Dije: “Bueno, yo seré el único, solo, que voy por entre la Cuarta Vertical.” Y grande fue mi asombro cuando salgo, y encuentro que muchas otras personas (hombres y mujeres) viven en la Cuarta Dimensión, con cuerpo de carne y hueso…
– Estudiante. Maestro, ¿y los que están en Cuerpo Astral no se ven ese estado?
– Maestro. Sí, todo; allí se “revuelven” los vivos y los muertos y todo el mundo. Bueno, total que ya, entonces, eché a andar por esas calles; pero me dio, francamente, una gran alegría (era uno de mis primeros viajes, con cuerpo de carne y hueso, entre la Cuarta Dimensión). Tan grande alegría me dio, que resolví levantarme a flote hasta las nubes, y luego, desde allí, tirarme en “picada”, sobre las casas como un avión. Tuve que dejar esas payasadas, esos juegos violentos, y todo, cuanto me llamó al orden la dama. Me dijo:
– Señor, yo tengo una gran responsabilidad moral con usted. Si usted continúa con eso, pues usted se va a matar, se puede matar; acuérdese que va cargando con el cuerpo, usted puede matarse.
Aunque este aquí, en la Cuarta Dimensión, puede matarse si continúa así como va. De manera que le pido el favor de que ande con juicio…
– Está bien –dije– tiene usted razón. Entonces seguí viajando con ella y llegamos a Nueva York.
Allá, sobre un apartamento de un rascacielos de esos de Nueva York, nos aguardaba otro caballero (también éste estaba aprendiendo a manejar los Estados Jinas). Al llegar nos saludamos, pues me lo presentó la dama aquella. Nos hicimos amigos y entonces, ella, no solamente me tomo a mí por aquí, sino a él también, dijo:
– ¡Vamos a atravesar el océano!
Pensé: “¿En carne y hueso, a esa horas de la noche, y atravesando uno el océano Atlántico?” Por un instante, en cuestión de segundos, acudió a mí una idea: “¿Y qué tal si nos saliéramos en estos momentos de la Cuarta Dimensión, y aquí, en medio del océano? Si fuéramos a perder el Estado aquél de Jinas, ¿cómo quedaríamos allí, a esas horas de la noche y en mitad del océano Atlántico, rumbo a Europa”.
Bueno, seguimos viajando, hasta que llegamos a las playas de Europa. En aquella época estaba la Segunda Guerra Mundial…, la Segunda Guerra…
Bueno, por ahí pasamos por algunas tierras de Europa (se veía la barbarie de la Segunda Guerra, que era pavorosa). Entonces el amigo aquél me dijo:
– Aquí tenemos que andar con mucho cuidado, porque vamos metidos dentro de la Cuarta Dimensión y no llevamos documentos de identificación de ninguna especie, ni pasaportes, ni nada de esas cosas que se usan en el mundo de las Tres Dimensiones. Si desgraciadamente llegamos a perder aquí el Estado de Jinas –me dijo–, caeremos aquí en estas tierras y aquí, o nos meten en la cárcel, o nos fusilan. Estamos en plena guerra mundial, aquí perdemos la vida; tenemos que ser muy cuidadosos…
– Estudiante. ¿Y depende de uno mismo, el no perder ese Estado Jinas?
– Maestro. Sí, depende de uno tener cierto cuidado, sobre todo al acercarse donde hay puntas de acero, objetos metálicos, de hierro, porque es muy peligroso…
Entonces le dije:
– Bueno, marchemos con cuidado…
Entonces, la dama aquella nos conducía, hasta que ella entró a una casa de Europa, donde aguardaba otra persona, la aguardaba también a ella. Nosotros dos nos quedamos ahí, platicando un poco. Y me dijo:
– No se qué veo dentro de tí –me dice–, pero en tí hay un poco de Ciencia, otro poco de Filosofía y bastante de Magia. Y le dije:
– Tienes tú la razón, le dije; yo soy SAMAEL AUN WEOR…
Aguardamos que la dama aquella sacara a otra persona que estaba aguardando allí (una humilde modista que estaba estudiando las CIENCIAS JINAS). Aguardamos pacientemente, hasta que la sacara, y ya salió ella también. Después de eso, continuamos nuestro viaje y fui a donde tenía que ir: A un lugar secreto en la vieja Europa. Llegué a donde tenía que llegar, y después de haber estado donde tenía que estar (eso es “secreto de Estado”), entonces, de regreso, volvimos nosotros a la casa tranquilamente a través del espacio; volví y me acosté en mi lecho y todo, perfectamente.
¡El viaje fue maravilloso!
– Estudiante. Maestro, el tiempo de la Cuarta Vertical, ¿cómo se compagina con el de la Tercera? ¿Llegó en la misma noche acá?
– Maestro. Pues, francamente, no tuve el cuidado de haber mirado el reloj. Porque en medio del experimento, uno no se acuerda del relojito, se le olvida uno, ¿no? Unicamente sé que el viaje fue largo y que fue maravilloso, muy maravilloso…
También pude evidenciar que lo principal es la fe; por esto: En cierta ocasión estábamos nosotros en una casa, en un pueblo de clima cálido, y como era clima muy cálido, pues, ahí, la Maestra Litelantes se acostó en su lecho y yo me acosté, sencillamente, en el mero, mero piso, en el suelo, para hacer mis EXPERIMENTOS JINAS.
Únicamente puse una almohada en el mero piso, ni siquiera estera; porque no quería estera, el calor era insoportable. Quería recibir algo de frescura del piso (ustedes saben que en tierra caliente es así: En climas muy cálidos, busca uno el piso, porque así consigue uno algo de frescura).
Bien, y me dediqué a mi trabajo de concentración: Vigilar el sueño cuidadosamente y aprovechar que surgieran los primeros detalles del sueño, para poder levantarme y agarrar la Cuarta Vertical.
La Maestra Litelantes (que fuma, o que de cuando en cuando todavía fuma), se echaba sus grandes bocanadas de humo y me observaba ella desde su cama, porque estaba despierta. Yo no agarré completamente el Estado de Jinas, en ese momento, porque me faltaba sueño (o lo que sea), pero sí estaba lleno de fe.
Me levanté del piso de donde estaba acostado, en ese momento lleno de fe, dije:
– ¡Voy para la calle!… –Cuando ella vio que yo iba para la calle, ni siquiera en “piyama”, sino en “calzoncillos” y la “camisilla” ésta, ¿no?– ¡Voy para la calle!… Entonces me dijo ella:
– ¿Pero cómo se va a ir este hombre así, en “paños menores”, a la calle? Entonces, inmediatamente, se lanzó a la puerta, dijo: ¡Un momento!, ¿para dónde va usted? Pero como en ese momento estaba yo, pues, lleno de fe, le dije:
– ¡Retírese! Y abrí la puerta y hasta le di un empujón así, abrí la puerta y salí; y al salir ella dijo:
– ¡Hombre! (Enfrente había una cantina y la calle estaba llena de gente, porque no era tarde de la noche, ¿no?), dijo: A este hombre lo va agarrar la policía y lo va a meter al bote… Sí señor, salí.
Ella se asomó a ver, llamándome:
– ¿Para dónde va, cómo se va a ir así?
Yo seguía impávido, iba en lo que iba, lleno de fe, y eso es todo. De que podía, podía, porque tenía que poder. ¿Por qué? Pues, “por mis pistolas” tenía que poder, ¿no?; sencillamente, porque no admitía no poder…
Caminé una cuadra sí, y ella me estuvo mirando, hasta que a la cuadra me le desaparecí.
Pues a la cuadra di el salto así, pero con una fe absoluta, y era tan tremenda la fe, que agarré la Cuarta Vertical y fui a donde tenía que ir (a cierto lugar, donde tenía que ir). Floté por encima de aquella ciudad, aquel pequeño poblado, y me dirigí a donde tenía que ir…
Al rato… ¡Ah!, ella, cuando ya vio que yo me desaparecí, dijo:
– Voy a cerrar la puerta; y a este hombre, quién sabe qué le pasará.
Cerró la puerta, y trancó. Con esas trancas antiguas que no había necesidad de tantas llavecitas sino trancas así, para trancar la puerta, ¿no?, algo burdo, pesado.
Aguardó ella en estado de ansiedad a ver qué pasaba. Cuando al rato (“como a la hora”, dice ella), se asombró cuando me vio otra vez acostado. Porque cuando yo regresé, no importó que la puerta estuviera cerrada (como venía por entre la Cuarta Vertical, atravesé) llegué y me acosté otra vez. Cuando ella se volvió me volvió otra vez a ver ahí; se asombró. Porque aún con la puerta cerrada, atravesé la puerta…
Pero, fíjense ustedes como agarré el Estado Jinas: Sí, ya ni siquiera había sueño en ese momento, sino pura fe, nada más que por una fe absoluta, sin una pizca de duda. Eso que hice…, para hacer una cosa de ésas, se necesitan tres cosas, no una: o estar en Estado de Éxtasis, o embriagado por la Sabiduría, loco… [Risas].
– Estudiante. Maestro, ¿el que lo viera en aquella Dimensión lo iba a ver en ese traje?
– Maestro. Pues sí, no iba por cierto muy bien… [risas], ¡pero iba! Y eso era lo importante.
– Estudiante. Maestro, ¿qué conclusión le da, por ejemplo, una experiencia?, que es la siguiente: En una noche, digamos, el cuerpo físico está durmiendo, pero a un determinado momento hay una vibración tan tremenda, que uno conscientemente…, digamos que el cuerpo está dormido, pero llega un momento en que la vibración tremendísima, tremendísima, entonces, en ese momento, yo quise, exponer, ordenar digamos, pedir que sacaran, ¿ve? Porque estaba tratando de lograr, digamos, el Astral, ¿ve? Eso fue…, me dormí, digamos, fue como a la hora que me di cuenta que sentí la vibración, pero yo no me acordaba que estaba dormido, pero sentí la vibración, y entonces yo pensé que eso era el Astral o que ya iba a llegar. Entonces pedí, pedí y pedí para poder salir en Astral. Y cuando pedí tanto, tanto, tanto que me volví a despertar… [Risas].
– Maestro. ¿Entonces no saliste?
– Estudiante. No… [Risas].
– Maestro. Pues, perdiste el tiempo “mano”, ni modo. Tienes que seguir haciendo experimentos para aprender a salir; pero hay que aprender a salir. Ahora salir con el… ¡Ajá!…
– Estudiante. La vibración ésta…, una vibración por todo el cuerpo, tremendísima, tremenda, bastante vibración…
– Maestro. Pues, sencillamente no hiciste el esfuerzo. Tú has debido levantarte de tu cama. Porque, ¿qué? ¿Aguardabas que vinieran, te llevarán en peso, y después te sentarán en otro lugar y que además te dieran tu “nieve” de limón? [Risas].
Hay necesidad, pues, de poner de tu parte, sublevarte, levantarse, echar a caminar lleno de fe, y todo; entonces sí, “a Dios rogando y con el mazo dando”… ¡Acción! Eso es lo que se necesita.
¡Ajá!…
– Estudiante. Entonces, ¿no puede uno salir en Estado de Jinas si no sabe salir en Cuerpo Astral?
– Maestro. Muchas aprenden a viajar con cuerpo de carne y hueso y después aprenden a salir en Astral.
– Estudiante. …
– Maestro. ¡Es fácil! Salir en carne y hueso es fácil. Ahora, hay personas que se les dificulta. Saben que hay algo, para cuando uno hace muchos experimentos y no lo logra, y quiere al fin lograrlo, voy a decirles: SE CONCENTRA UNO EN LAS SIETE POTENCIAS.
No me refiero a los Siete Genios Planetarios, no; sino a un grupo de Maestros que se llaman “Las Siete Potencias”, con el mantram MUERESIRANCA, Mueresiranca, Mueresirancaaaa. Así hay que cantarlo: Mueresirancaaaa; que vengan las Siete Potencias, que vengan; les ruega uno con su corazón que vengan y les suplica que les preparen el cuerpo; entonces las Siete Potencias se lo preparan…
Pero ese trabajo hay que hacerlo todas las noches; seguir, y seguir, y seguir, por lo menos un año. Cuando a uno le ha costado trabajo por lo menos un año, trabajando así, un año por lo menos.
Ya después de que uno considere que su cuerpo está preparado, entonces se dedica a trabajar otra vez con los Estados Jinas, hasta que lo consiga.
– Estudiante. …
– Maestro. El trabajo con Harpócrates me parece lo mejor. Porque resulta que Harpócrates es un Deiduso que maneja una variante de la Fuerza Crística, maneja los Estados de Jinas. Donde quiera que haya un Templo de Jinas, ahí está la Fuerza Harpocratiana; donde quiera que haya una persona que se mete en Estado de Jinas, está la Fuerza Harpocratiana. Pero hay que saber pronunciar el mantram.
El nombre de Harpócrates es Harpócrates; pero como mantram es HAR-PO-CRAT-IS, Har-pocrat- is, y entonces uno se concentra…, Har-po-crat-is (ahí lo grabo en esa grabadora, para que quede resonando)…
– Estudiante. Maestro, ¿siempre que se va a invocar a las Siete Potencias es imprescindible que se haga con ese mantram.
– Maestro. No, no, no; las Siete Potencias es con el mantram Mueresiranca.
– Estudiante. ¿No se puede usar otro mantram?
– Maestro. No, es ése únicamente…
– Estudiante. Entonces, si, por ejemplo, en un ritual se hace la invocación de las Siete Potencias y se usa otro mantram, entonces, ¿no llegan?
– Maestro. No, es que no se usa en ningún ritual. No sé yo, a menos que lo usen ustedes en algún ritual.
– Estudiante. No, por eso le pregunto, ¿no?
– Maestro. No, para las Siete Potencias, se usa es el mantram para llamarlos; y lo pueden llamar para que les prepare el cuerpo para salir en Estado de Jinas. Entonces le arreglan el cuerpo se lo preparan.
Y uno tiene que ayudarse con baños, con yerbas aromáticas; darse baños…
– Estudiante. Maestro, ¿ese proceso se puede hacer mentalmente como verbalmente, no?
– Maestro. Como quieras. En todo caso, el mantram ése: Mueresiranca, es maravilloso. Sirve para preparar el cuerpo, para que el cuerpo quede arreglado… ¡Ajá!
– Estudiante. Maestro, usted dice que se bañe uno con yerbas aromáticas, ¿no?
– Maestro. Sí, los baños con plantas aromáticas lo ayudan a uno mucho.
– Estudiante. ¿Cómo cuáles?
– Maestro. Pues, que está el EUCALIPTO, que está la HIERBABUENA DE MENTA, está el NARANJO, que está la MANZANILLA, etc. ¡Plantas Aromáticas! Y uno escoge plantas que tengan aroma, plantas aromáticas; le ayudan a preparar el cuerpo…
– Estudiante. Los gringos estuvieron ya haciendo un experimento para meter un barco en la Cuarta Coordenada, según cuenta… …y que metieron a la tripulación; que lograron hacer algo pero no…
– Maestro. Para poderse meter una nave dentro de la Cuarta Vertical, la nave ha tenido que ser fabricada de acuerdo a una FÍSICA TETRADIMENSIONAL; hay que hacer una nave tetradimensional.
Y para hacer una Física Tetradimensional que tener una GEOMETRÍA TETRADIMENSIONAL. Y para hacer una Geometría Tetradimensional, hay que trazar la CUARTA VERTICAL en el papel.
Así que cuando se traza la Cuarta Vertical, se puede elaborar la Geometría Tetradimensional, y con ella, elaborar una Física de ese tipo, mediante la cual se construirían naves tetradimensionales para viajar, en la Cuarta Dimensión, a través del espacio infinito.
– Estudiante. Maestro, yo leí una vez, que en la Segunda Guerra Mundial se hicieron experimentos con aparatos de onda, para trazar, digamos, un nuevo tipo de arma, para desintegrar la Materia Psíquica del ser humano…
– Maestro. Pues, eso es absurdo, no es posible. Con ningún aparato físico, o con ninguna onda física, puede nadie desintegrar la Materia Psíquica.
– Estudiante. Me parece que fue el Sr. Lobsang Rampa el que decía eso de los Alemanes, o los Judíos, que hablaban de inventar ese aparato para matar, diríamos, la Materia Psíquica, destruir el hombre pero no en la parte física.
– Maestro. Eso es difícil e imposible. Se puede destruir la parte física, pero la no la Psíquica. Por ejemplo el Ego, ¿quién va a destruir el Ego? Ni uno mismo con su propia Mente lo puede destruir; solamente lo puede destruir la Divina Madre Kundalini…
– Estudiante. Bueno Maestro…
– Maestro. …la Personalidad que puede hacerse visible y tangible a distancia. Puede hacerlo, hay personalidades… …Es decir, el Doble mejor dicho, el Doble tuyo; es el Doble de tu Personalidad física; ese Doble puede transportarse y hablar a tu esposa, y ella puede verte. Todo mundo tiene un Doble…
– Estudiante. ¿Y ese no es el Cuerpo Astral?
– Maestro. No.
– Estudiante. ¿No es alguna forma del Mental?
No, el cuerpo físico tiene su doble, un doble físico, atómico, físico, que puede hacerse visible y tangible a distancia.
También el Astral tiene su doble; una vez yo agarré un doble: el doble de la Maestra Litelantes puede agarrarlo. Y después de que lo agarré, vino ella en Astral también y le presente su doble: “Aquí tengo su doble, véalo”… Ella se quedó mirando aquél doble; se quedó mirándolo así, como que rehuía la vista… Cada cuerpo tiene su doble.
– Estudiante. Maestro, después de que muere el cuerpo físico, ¿qué pasa?…
– Maestro. Pues, se desintegran…
– Estudiante. Maestro, ¿pero ese doble es el que hace todo lo opuesto a las acciones que uno quiere?
– Maestro. No, no, no, es un doble atómico; eso es todo; yo diría: “ANTIMATERIA”. Yo lo calificaría, a ese doble como “Antimateria”. Porque así como existe la Materia, existe la Antimateria; así como existe el átomo existe el Antiátomo; así como existe el neutrón, existe el Antineutrón, la Antiestrella…
El Doble, yo diría que es física, que es Antimateria, con cargas eléctricas a la inversa. La Antimateria está demostrado que existe, que tiene cargas eléctricas a la inversa.
– Estudiante. Pero, en realidad, ¿sí hay personas exactamente igual a uno, lo que llaman un “doble”?
– Maestro. También las hay, también hay…
– Estudiante. …se consiguen en un país?...
– Estudiante. Lobsang Rampa habla de que veces una Esencia tiene dos cuerpos…
– Maestro. ¿Eso dice Rampa?
– Estudiante. ¿Ah?
– Maestro. ¿Eso dice Rampa? ¡Oye, llamen a G. K.!… Escucha aquí este testimonio, para que confirmes lo mismo que te dije yo con respecto a Romero Cortés.
– Estudiante. Que Lobsang Rampa dice que hay Esencias que tiene dos cuerpos en dos personas distintas (pero él le llama “muñecos”, ¿no?, dos muñecos)…
– Maestro. Lo que te digo, aquí tenemos el caso de un amigo, cuyo nombre no menciono, y sucede que este amigo es otra de las Personalidades de aquél hombre que se llamara “KEFRÉN”, en Egipto.
Kefrén tuvo, últimamente, dos Personalidades; vivió simultáneamente en las dos. La una fue el Dr.
Rafael Romero Cortés (abogado titulado, en Colombia), y la otra Personalidad de él, físicamente es demasiado parecida, tiene las misma costumbres, tiene el mismo raciocinio, los mismos conocimientos y su vida ha sido similar (era un licenciado llamado Salas Linares); y resulta que ésa es la otra Personalidad de él mismo…
– Estudiante. Maestro, pero en el físico, ¿los dos se parecen?
– Maestro. Aguárdame y le pegamos al pan un poquito, aquí; esto como que está bueno… [Risas].
– Estudiante. Aquí dejó un poquito…
– Maestro. No, eso déjalo ahí…
– Estudiante. ¿Salas Linares no es el que redactó los postulados para el Movimiento Posclista de México? ¿El Abogado que ayudó?
– Maestro. Cooperó bastante con nosotros en la elaboración de todos esos postulados y principios de la Plataforma del Partido Socialista Latinoamericano.
– Estudiante. Yo llegué a la Gnosis, por la Doctrina, digamos, de Lobsang Rampa, porque es una Doctrina que me llama tanto la atención; y fue por el gran interés que yo tenía en conocer esa cultura de Lobsang Rampa, que me interesó la Gnosis…
– Maestro. Martes Lobsang Rampa, pues es un Iniciado; eso no se puede negar, es un Maestro. Su misión ha consistido, específicamente, en hacer labor popular, en tocar la primera “clarinada”; inquietar a la gente para que venga cada cual a buscar su Camino, ¿no?; esa ha sido la labor de Martes Lobsang Rampa. Y muchos han venido a la Gnosis gracias a esa labor que él ha hecho…
Samael Aun Weor