Hemos llegado hoy al Arcano 9, el Ermitaño del Tarot, el Sephirot Yesod. Este Sephirot es el mundo etérico, el Edén de la Biblia. Dicho Sephirot está gobernado por la Luna. El Rector del Edén es el Señor Jehová.
Interesante resulta el saber que el Edén está gobernado por los rayos positivos de la Luna, mientras que el Abismo obedece a las ordenes de los rayos negativos de este satélite.
En el Edén viven los Elohim; en el Abismo los luciferes terribles y perversos. En el Edén existen los elementales inocentes del fuego, del aire, del agua y de la tierra; en el Abismo existen los demonios. He ahí el par de opuestos de la filosofía.
Resulta interesante saber que la Luna tiene dos fases esotéricas: el Edén y el Abismo. La Biblia dice que Dios puso al Oriente del Edén a dos querubines y una espada encendida que se revuelve amenazadora guardando el camino del árbol de la vida. Es también muy cierto que el abismo tiene sus guardianes tenebrosos. Cuando un habitante del Edén eyacula el licor seminal, entonces el fuego sexual o fuego de Pentecostés, llamado Kundalini entre los orientales, desciende por el canal medular y se encierra dentro de la Iglesia de Efeso o chakra del cóccix. El resultado es la muerte del hombre edénico. Este entra de hecho en las regiones infra-atómicas de los luciferes (Abismo).
En el Edén existe la reproducción sin necesidad de derramar el semen; la semilla siempre pasa a la matriz sin necesidad de derramar el semen. Las múltiples combinaciones de la sustancia infinita son maravillosas.
Es necesario reconocer que la humanidad actual es Luciférica y perversa. Todo lucifer es intelectual y fornicario. Cualquier clarividente ejercitado puede corroborar esta afirmación. No atacamos el intelecto; cuando éste se pone al servicio de Satán es diabólico. Cuando éste se pone al servicio del Dios interno es angélico. Los luciferes tienen chispeantes intelectualidades puestas al servicio de Satán.
El Edén es el depósito de todas las fuerzas sexuales de la naturaleza. En el Edén viven los Elohim que gobiernan a las fuerzas lunares relacionadas con la reproducción de las especies vivientes.
Cuando una mujer muere al alumbrar un hijo, muere, el alma reencarnante pierde una oportunidad. Sin embargo, el fracaso es realmente aparente porque en realidad se ha hecho una obra oculta totalmente completa. Esto lo pueden comprobar durante el éxtasis los grandes místicos iluminados.
En el Museo Nacional de México, existe actualmente la escultura de Cihuapipiltin, diosa del poniente y de las mujeres que morían al tener un hijo. Esta diosa es verdaderamente un Gran Maestro de la Logia Blanca que vive en el plano etérico (Edén). Dicho Maestro trabaja en esas pobres mujeres que mueren de parto. La muerte de las parturientas resulta, en los mundos superiores y de acuerdo con las leyes del Karma (aún cuando parezca increíble), una obra perfecta. El fruto de ese dolor es grandioso en los mundos internos. El alma desencarnada en ese parto aparece, ante el clarividente, con el hijo entre sus brazos. La Ley del Karma determina esa clase de muerte para bien de las almas que la necesitan. Ley es Ley y ésta se cumple.
Las gentes religiosas saben que existe una Virgen llamada La Inmaculada Concepción. Todo místico iluminado sabe perfectamente que ésta vive en el Edén trabajando con las inmaculadas concepciones del Espíritu Santo. Cuando se realiza una concepción sin derrame del licor seminal, esta es del Espíritu Santo. Dicha clase de concepciones está bajo la vigilancia y dirección de la Inmaculada. Advertimos que la Virgen mencionada no es la hebrea María. Realmente la Inmaculada Concepción es una mujer que alcanzó el grado esotérico de Virgen. Existen muchas mujeres semejantes, verdaderas Buddhas vivientes. Mujeres que alcanzaron la Quinta Iniciación. Bástenos recordar a la Virgen del Mar (la Madre de Jesús), las once mil Vírgenes Incas, las Vírgenes de las Estrellas, a la Virgen de la Ley, etc. Todas esas mujeres son Buddhas vivientes, mujeres que alcanzaron la Quinta Iniciación de Misterios Mayores. El grado más elevado que alcanza una mujer es el de Virgen. El grado más elevado que alcanza el hombre es el de Cristo. la Virgen que renuncia al Nirvana y se reencarna como varón para trabajar por la humanidad se eleva al grado de Cristo.
El Sephirot Yesod es la piedra filosofal de los Alquimistas, la piedra cúbica de Yesod, la misteriosa piedra Hamforasep de los hebreos (el sexo). Yesod está en los órganos sexuales. Jesús le dice a Pedro: “Tú eres Pedro, tú eres piedra, y sobre esa piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”.
Nadie puede encarnar el Cristo Íntimo sin haber edificado el Templo sobre la Piedra Viva (el sexo).
Debemos levantar las siete columnas del templo de la sabiduría. En cada una de las siete columnas del templo está escrita con caracteres de fuego, la palabra INRI.
Sólo con la magia sexual se desarrollan los siete grados de poder del fuego.
Los misterios del sexo encierran la clave de todo poder. Todo lo que viene a la vida es hijo del sexo.
Entre los aztecas se verificaba la danza sagrada de los doce Chihuateos por las mujeres muertas de parto, alrededor del Quetzalcóatl rojo y del Quetzalcóatl negro. Cihuapipiltin es el Maestro auxiliar de esas pobres mujeres parturientas.
¡Invocadlo, mujeres! cuando lo necesitéis y recibiréis ayuda inmediata.
Entre la angelología Azteca existe otra diosa del parto llamada Tlazolteotl76. Estas diosas y dioses aztecas son ángeles del Cristo, puros y perfectos.
Tlazolteotl, la diosa del parto, es un gran maestro de la Logia Blanca, el cual visto clarividentemente parece un hermoso adolescente lleno de vida. El maestro Tlazolteotl usa siempre un bello manto azul y su rostro resplandece con el sonrosado color de la aurora.
Tlazolteotl es el jefe de un grupo de ángeles que trabajan intensamente ayudando a las mujeres en el parto.
Tlazolteotl controla las aguas de la vida universal. Tlazolteotl controla el líquido amniótico entre el cual se gesta el feto.
Tlazolteotl controla todos los órganos femeninos relacionados con el embarazo y puede por lo tanto precipitar las aguas, dirigir el mecanismo de ciertos órganos y manipular las leyes que rigen la mecánica del parto natural.
Tlazolteotl vive en el Edén (Plano etérico o región de los campos magnéticos de la Naturaleza). Toda madre puede invocar al Maestro Tlazolteotl en el momento crítico del parto. “Pedid y se os dará, golpead y se os abrirá”.
En el Edén las montañas son azules y transparentes como el cristal. La belleza sublime del Edén tiene ese mismo color azul divinal.
Quien quiera penetrar al Edén tiene que haber recibido el traje de bodas del alma. A este traje se le da el nombre de “Soma Puchicón”. Dicho traje es un cuerpo organizado, de material etérico. Cuando el clarividente examina este etérico organismo, puede comprobar que es transparente como el cristal. Parece una bella niña inocente.
Es necesario saber que el Soma Puchicón está gobernado por la Luna. Quien posea este cuerpo podrá visitar con él, todos los departamentos del Reino.
Nosotros salimos del Edén por la puerta del sexo. Sólo por esta puerta angosta, estrecha y difícil podemos retornar al Edén. El Edén es el mismo sexo.
Los perfumes y las sandalias son el símbolo de Yesod. Debemos estudiar los dos árboles del Edén. Estos son el Árbol de la ciencia del bien y del mal, y el Árbol de la Vida. (Los diez Sephirotes). Ambos árboles hasta comparten sus raíces.
Aquellos que tengan enfermos sus órganos sexuales deben invocar a Tlazolteotl para que los ayude. También se puede llamar con el corazón y la mente al Ángel Cihuapipiltin.
Es necesario explicar que durante la práctica de la magia sexual los tres elementos del Akasha puro que descienden por el cordón Brahmánico quedan completamente reforzados por la voluntad. Cuando esto sucede se convierten estos tres alientos en una fuerza tremendamente violenta y explosiva que puede convertirnos en ángeles o demonios vivientes.
Si durante la práctica de la Magia Sexual el Mago comete el error de derramar el semen entonces se pierden millonadas de átomos solares que son reemplazados por millonadas de átomos satánicos.
Estos son recogidos con el movimiento peristáltico de los órganos sexuales después del coito. Dichos átomos malignos infestan el cordón Brahmánico y luego intentan subir hasta el cerebro, pero los tres alientos del Akasha puro, reforzados por la voluntad, detienen el ascenso de dichos átomos y los arrojan con violencia hacia abajo, hacia los infiernos atómicos del hombre. Cuando esto sucede chocan violentamente los átomos tenebrosos contra el rey de los átomos malignos de nuestro organismo, el cual vive en el cóccix. Dicho átomo es realmente un Dios Negro peligrosísimo.
Normalmente reside en el cóccix aguardando siempre una oportunidad para apoderarse del fuego del Kundalini y dirigirlo hacia abajo. Con el derrame seminal durante la magia sexual, el Rey Atómico de las Tinieblas recibe la oportunidad aguardada y lleno entonces de gran fuerza despierta la culebra ígnea de nuestros mágicos poderes y la dirige hacia abajo. Así es como se forma la cola de Satán en los demonios. Cuando esto sucede nacen los cuernos en la frente del cuerpo astral. Quien desciende así, quien llega a tal grado de degeneración, pierde su Espíritu Divino y se hunde en el Abismo. Esos son los perdidos, los desalmados; esos son los que pasan por la muerte segunda. En el abismo se van desintegrando lentamente hasta convertirse en polvareda cósmica.
Existe una multitud de escuelas de magia negra, muchas de ellas con muy venerables tradiciones, que enseñan Magia Sexual con derrame del semen. Tienen bellísimas teorías que atraen y cautivan, y si el estudiante cae en ese seductor y delicioso engaño se convierte en Mago Negro. Esas escuelas negras afirman a los cuatro vientos que son blancas y por eso es que los ingenuos caen. Además esas escuelas hablan bellezas del amor, caridad, sabiduría, etc., etc.. Naturalmente en semejantes circunstancias el discípulo ingenuo llega a creer con firmeza que dichas instituciones nada tienen de malo y perverso. Recordad buen discípulo que el abismo está lleno de equivocados sinceros y de gentes de muy buenas intenciones.
EXPLICACIÓN
El cordón Brahmánico es el canal central medular con los dos testigos del Apocalipsis. Estos son los dos cordones semi-etéricos, semi-físicos que conectan a los órganos sexuales con el cerebro. Por entre estos suben los átomos solares y lunares hasta el cerebro.
Los dos testigos se enroscan en la espina dorsal formando con ésta el famoso Caduceo de Mercurio. Así, pues, el Caduceo de Mercurio y el cordón Brahmánico de los orientales son lo mismo.
LA NOVENA ESFERA (YESOD)
En la Senda Iniciática existen muchas pruebas esotéricas. Hay que pasar por la prueba del Guardián del Umbral en los tres planos: astral, mental y causal. Hay que pasar por las pruebas de fuego, aire, agua y tierra; hay que pasar por la prueba de la justicia, etc. Empero, todas esas pruebas por duras y difíciles que parezcan, resultan suaves y fugaces cuando las comparamos con la prueba espantosa y terrible de la novena esfera (EL SEXO). El descenso a la novena esfera fue siempre la prueba máxima para la suprema dignidad del hierofante; Hermes, Budha, Jesús, Quetzalcóatl, Krishna, etc., tuvieron que bajar a la novena esfera. Esta es el sexo. Muchos son los que entran a la Novena Esfera, pocos los que salen victoriosos. Existen terribles tentaciones y millares de escuelas negras pintadas de blanco, llenas de lobos vestidos con piel de oveja, que le enseñan al estudiante sistemas de magia sexual con derrame seminal; esas escuelas sólo hablan cosas sublimes y el estudiante, seducido por este dorado engaño, cae en el abismo de perdición.
La Prueba Máxima de la Novena Esfera es muy larga y seductora; esta prueba dura hasta que el estudiante logra la realización total. Todo depende esfuerzo del estudiante. Quien se adentra en la novena esfera y es firme hasta la muerte se convierte en un Cristo viviente. Es raro hallar a alguien en la vida que salga victorioso de la Novena Esfera. Muchos comienzan, es raro hallar a alguien que llegue.
El Maestro. Samael Aún Weor